He visto ya el video completo partiendo del minuto 40, donde se podría casi decir que os saludáis cortesmente con los guantes del pugilato y hacéis formar vuestras líneas.
Antes de nada levantarme el bombín ante Fabian, que gran parte de la partida sostiene airosa y solitariamente combates casi independientes, mediando una loma que hace de dique y visillo entre el sector en el que se asienta Tadzio y aquél otro por el que arremete primeramente Roberbond. A falta de un improcedente mapa con curvas de nivel, al menos así lo interpreto desde el punto que ocupa el III Cuerpo que comanda Tadzio:
La halagüeña perspectiva de Tadzio, tras una cabalgada hasta el límite de su ala derecha y detenerse en una cresta para tomar conocimiento por sus propios ojos de la provechosa marcha de Roberbond. Arriba la riña de este con los batallones ingleses; abajo, su formidable línea artillera.
Me parece encontrar por parte del III Cuerpo tres momentos críticos sucesivos y ligados, que le dan a Fabian la oportunidad de hacer que "suceda algo" a su favor:
La madre, el adelantamiento de la primera línea que ya dominaba el punto-objetivo, en pendiente favorable y con un riachuelo a manera de foso moral, simbólico*.
Tal actuación la leí -y así lo confirma Tadzio en los comentarios finales- como guiada por la intención de descargar el sector de Roberbond -que iba comunicando vientos favorables- y especialmente, de colapsar la difícil gestión que tenía en sus manos Fabian con dos sectores activos y en franca actitud ofensiva.
Hubiese actuado igual con las sienes ceñidas por el mismo bicornio que calaba Tadzio. Fundada era la sospecha de que el inglés moviese sus reservas y su centro de gravedad a la zona de Roberbond: la tentación resultante de empujar para pillarlo con su grueso en un punto intermedio, al traspié entre los dos sectores, es obvia. O con menos ambición pero con el mismo acierto: pretender cuando menos clavar su ala derecha y centro para que no puediese asistir a su izquierda que era golpeada reciamente por Roberbond.
La hija, la activación de la brigada de Corsin* para reforzar aquella primera línea que había descendido la colina hasta el mismo ribazo y presumía la inminencia o hacía ya contacto por el fuego con el enemigo.
Tal como estaba la unidad de Corsin creo que era un grandísimo activo aun en su inactividad: bien enseñoreada de la altura de la colina y cercana a las baterías -que entonces eran el colmillo ofensivo del sistema del III Cuerpo- para darles sostén por si asomaran los jinetes ingleses. Baterías que por entonces cañoneaban sin incordio ni embarazo la linea que Fabian hacía progresar al punto-objetivo.
(Aunque me dio impresión de que tiraban un tanto alejadas)
Anotar que tras la brigada de Corsin se extendía un bosquecillo oportunísimo para, si venían malísimamente dadas, refugiar las banderas, los hombres y los cañones.
Hubiese mantenido esa reserva en su disuasoria inactividad amparando a las baterías. E iniciaría ante la inevitable progresión de Fabián hacia el punto-objetivo, una lentísima marcha retrógrada con los batallones de la primera línea, replegando a la vez que sosteniendo el tiroteo con las avanzadas de Fabián, para terminar remontando la colina hasta casi acoplarse con la reserva.
Y llegado este punto probablemente permutar la reserva por la primera línea, para poner en fuego tropas frescas y descansadas. Aunque entiendo que sería una maniobra dificilísima de ejecutar.
La caballería propia, exonerada en ese acto de la pelea de tareas de observación, la pondría exclusivamente a marcar a la rival para amarrarla y frenarla. Fácil de decir pero seguramente difícil de llevar a cabo.
La loma y el bosquecillo; en su inmediación las unidades de la reserva, con las baterías del III Cuerpo a su abrigo.
Y la nieta, la que ofreció cándidamente en bandeja de plata el laurel del triunfo a Fabián: las baterías desprotegidas por la doble razón de embeber en primera línea la reserva, y que se las hiciese descender hasta acercarse a la línea del arroyo para tirar mejor.
Concuerdo en que acercarlas algo era necesario para tirar mas eficientemente contra las líneas de Fabián que entonces marchaban con aplomo. Pero remito a la nota anterior en torno al papel de armazón protector sobre la artillería que le señalaría a la brigada de Corsin.
Y consecuentemente quedó la artillería a merced de un grupo de jinetes inglés que apareció inopinadamente por el ala izquierda del III Cuerpo francés, entrando como cuchillo en mantequilla. Y ello gracias a, me ha parecido ver, la increíble marcha excéntrica que encomendó Fabián a sus jinetes.
La felicísima excursión de la caballería inglesa
Creo que he disfrutado tanto o más que vosotros señores. Viertan aquí sus pareceres. Se espera el hallazgo del testimonio escrito de Fabián para aclarar lagunas sobre las que todavía hoy se interrogan los historiadores.
*Quiero suponer que algún efecto, por modesto que sea, tiene en la organización, velocidad o aptitud física de la unidad que lo cruza.
*Puede que me este columpiando con el nombre, no identifico al titular de la reserva, ni su entidad.