Buenas. Hace mucho que no escribo nada sobre juegos y aprovechando las ofertas de Steam creo que merece la pena hacer un pequeño esfuerzo. Sé que hay otros compañeros que han escrito ya varias reseñas sobre este juego en concreto pero me gustaría insistir aportando mi granito de arena. Si sirve para animar a alguien, perfecto.
Del WoN hablé – mejor dicho, hice un video que podéis encontrar aquí:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=cYZjNhv1Wt8[/youtube]
Lo hice justo al poco de salir el juego, hará ya 6 meses. Desde entonces lo vengo jugando en diversas partidas PBEM, siendo la que estoy jugando como británico la más avanzada. En esos meses hemos pasado el año 1805 y entramos de lleno en 1806. En mi caso he pecado, imagino que como el resto de jugadores o la gran mayoría de ellos, de falta de experiencia porque aunque conozco las mecánicas siempre hay cosas que a uno se le escapan y más en un juego tan completo como este, especialmente en el conocimiento de puntos débiles y puntos fuertes de cada nación al iniciarse la contienda. Hay que tener en cuenta que éste es un juego mucho más profundo que cualquier otro juego anterior de AGEOD y por tanto incluye nuevas funcionalidades que implican dominar más la situación estratégica y conocer mejor el entorno en el que nos movemos. Su ambición es enorme teniendo en cuenta que la campaña permite jugar con muchas naciones por PBEM y que la principal cubre una burrada de turnos (1805-1815). Como los turnos son semanales (7 días de juego) pues podemos hacernos una idea de la grandiosidad que implica una campaña completa.
Sin duda es un juego muy ambicioso, seguramente el juego de la marca AGEOD que lleva hasta forzar al máximo al motor AGEOD, intentando recrear una época convulsa y difícil que pocos juegos han sabido llevar con éxito al nivel jugable. Muchos son los juegos napoleónicos que no han fructificado o se han quedado en el camino, dejando a los jugadores con la miel en los labios. Así que lo que tenemos aquí es un juego que es capaz de recrear la campaña completa, tanto en el apartado de gestión diplomática como militar, permitiendo al jugador tomar decisiones estratégicas y tácticas al frente de las grandes potencias de la época. El juego permite gestionar la nación desde el punto de vista militar hasta el económico, sin obviar la parte diplomática e incluso la estratégica (toma de grandes decisiones políticas). La posibilidad de gestionar tu nación a nivel económico se realizar a partir de las decisiones regionales que son muy amplias (reclutamientos, levas, incautación de caballos, mejoras provinciales a nivel de infraestructuras, construcción de depósitos, etc). Esto se conjuga con las opciones más tradicionales de los juegos de AGEOD como es el reclutamiento y la compra de reemplazos para abastecer y levantar ejércitos. La variedad que existe a la hora de comprar de unidades es enorme, algo parecido a lo que ya ocurría en otros juegos representativos de la casa, pudiendo escoger entre un gran abanico de unidades navales y terrestres. Así que a todos los efectos estamos gestionando la nación con la que jugamos tanto a nivel militar como económica.
Pero no sólo de decisiones regionales se nutre el juego en el plano económico, también tendremos opciones políticas que tienen un efecto más global, como la aplicación de nuevas doctrinas de combate (mejoras militares que afectan al rendimiento de las fuerzas en combate, nuevas tácticas de combate o mejoras en la gestión del reclutamiento e incluso a mejoras logísticas como un mejor uso de las carros de suministro), u otras opciones estratégicas que permiten aumentar impuestos, comprar recursos de guerra, etc. Todas estas decisiones permiten tener unas finanzas más saneadas y poder mantener el ritmo de reclutamiento masivo de la maquinaria bélica francesa.
El juego está sin duda orientado al combate pero, dada la idiosincrasia de la época retratada, es evidente que el aspecto diplomático era algo que debía implementarse con profundidad o al menos que fuera un aspecto clave y más para un juego que pretende simular una época donde los armisticios, acuerdos y desacuerdos entre naciones estaban al orden del día. Para ello AGEOD ha introducido un sistema diplomático sencillo pero efectivo en el que se puede ver las relaciones entre naciones y hacer ajustes, permitiendo llegar a acuerdos económicos o bien llegar a acuerdos más comprometidos donde las naciones se alían y entran en la Gran Coalición contra Francia. Cada relación entre las naciones está medida por un valor numérico que permite ver rápidamente el tipo de relaciones existente entre las naciones. Para mejorar estas relaciones se pueden enviar embajadores y diplomáticos que permiten visitas de estado por ejemplo, o para conceder permisos para franquear el territorio, compartir recursos, etc. Pactos económicos, alianzas, declaraciones de guerra o armisticios se puedan firmar vía este sistema, aunque también existen algunos eventos criptados que saltan cuando se cumplen algunos objetivos y que fuerzan a una negociación entre los contendientes, como por ejemplo cuando Napoleón derrota a los austríacos en 1805 y consigue varios objetivos clave (ciudades representativas).
Dada la naturaleza del juego en el que las alianzas, armisticios y situaciones volátiles en las relaciones están a la orden del día, hace que jugar a este juego sea una experiencia muy diferente a la vivida en otros juegos. Por ejemplo, Austria es muy posible que se rinda en 1805 y que luego pase mucho tiempo sin participar directamente en la guerra, pudiendo estar perfectamente un año o más sin participar en la gran contienda, siendo un simple espectador. En ese tiempo el jugador debe recomponer el maltrecho ejército, derrotado seguramente por Napoleón, y a la vez tener que estructurar su economía que se ha visto socavada por la pérdida de territorios y por la indemnización a pagar al estado francés. Tan importante es la época de lucha como la época de paz, en la que levantar un buen ejército es vital para tener garantías de lograr el éxito en el siguiente enfrentamiento bélico. Aquí es donde entra la buena gestión del jugador, creando divisiones con mandos competentes en la medida de lo posible, enfocando correctamente la orientación militar (caballería, artillería, infantería, etc). Pero no sólo Austria puede pasarse mucho tiempo sin acción, lo mismo puede decirse de Prusia que no empieza en guerra y puede jugar con sus relaciones como bien le venga en gusta, potenciando su ejército antes de tomar una decisión o bien permaneciendo neutral si así lo cree más conveniente.
Inglaterra tres cuarto de lo mismo: aunque es una nación que siempre estará en guerra contra Francia depende de terceros para hacer una guerra terrestre ya que por sí sola no es capaz de levantar un ejército suficiente para enfrentarse a las hordas francesas. Siempre con el control del mar Inglaterra juega un papel de policía, reforzando y apoyando al resto de estados europeos concediendo dinero y recursos, de los que tiene a montones, y luego enviando ejércitos a reforzar fuerzas de la Coalición ya operativas en el propio campo de batalla. Esta situación tan variada permite que las campañas se jueguen siempre con intervalos de paz y gestión mezcladas con otras de mucha acción y esto es válido para todos los bandos. Francia e Inglaterra son los únicos que permanecen en estado de guerra hasta el final de la campaña pero debido a que Inglaterra es una isla esto hace que muchas veces se limiten a mirarse a lo lejos, a través del Canal de la Mancha, mientras el resto de naciones se aprestan para la nueva embestida, con mejores tropas, mejores doctrinas y con el espíritu renovado.
Uno de los aspectos más divertidos del juego es el uso de los Cuerpos de Ejército. Esta novedad introducida por Napoleón supuso una pequeña revolución militar, entre otras muchas que aplicó el gran general, y eso queda muy bien reflejado en el juego ya que el resto de naciones no pueden crear cuerpos de ejército hasta que no se activa la opción. Esta mejora lenta que van experimentado el resto de naciones simula muy bien la adaptación que poco a poco el resto de naciones fueron haciendo para poder competir contra Napoleón y su ejército, de manera que de forma gradual el resto de jugadores pueden empezar a crear Cuerpos de Ejército y un mayor número de divisiones que les permite ganar la flexibilidad de la que no gozaban durante los primeros años de guerra.
Estamos pues ante un juego muy especial de AGEOD, el más ambicioso por la duración y complejidad del periodo napoleónico y que sin duda está muy pensado para poder ser jugado y disfrutado por PBEM para sacarle el mayor jugo y disfrute del apartado diplomático que es sin duda la gran novedad de este juego respecto a los anteriores. El poder montar estrategias de cooperación entre naciones amigas hacen que el juego gane mucho en PBEM y por tanto os animo a probarlo en esa modalidad.
No puedo decir mucho más que no se haya dicho ya en otras reseñas recientes de compañeros del foro así que para detalles más concretos os animo a leer esas mismas reseñas o bien a ver videos como el que he dejado más arriba. No he querido hablar de conceptos muy básicos del motor de AGEOD porque a estas fechas la mayoría sabemos cómo funciona el juego en su apartado de combate o al menos tenemos la mayoría una idea general, así que me he limitado a hablar de aquellos grandes apartados donde el juego puede llamar la atención a los más indecisos.
Finalmente tengo que hablar a la fuerza de un aspecto vital del juego. WoN tiene uno de los mapas más grandes creados para un juego de AGEOD, que permite una gran variedad de estrategias y el poder realizar operaciones a gran escala teniendo en cuenta aspectos logísticos sin que la limitación de tamaño sea un impedimento para disfrutar de la parte estratégica, algo que se echaba de menos en el primer juego sobre Napoleón que AGEOD sacó hará unos años cuantos años ya. El mapa es precioso y a nivel visual no hace falta decir que AGEOD ha cuidado todos los aspectos de vestuario de la época basándose en dibujos de reconocidos autores de la época, historiadores, retratos, etc. El nivel de detalle es simplemente abrumador y los más puritas se van a sentir muy a gusto. La posibilidad de saberse al mando de uno de los grandes generales de la época y de poder usar las fuerzas en un entorno tan grande, con unos turnos semanales que encajan perfectamente con la filosofía del juego y de la época, permiten sin duda disfrutar al máximo por fin de un juego de ambientación napoleónica.
El juego está ahora rebajado en Steam, así que es buen momento
