AAR EUROPE BARBARORUM II "Aurora Pyramidum"

Para poder leer y disfrutar de todos esos AARs magníficos que hacen los foreros.

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Delafuente
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AAR EUROPE BARBARORUM II "Aurora Pyramidum"

Mensaje por Delafuente »

INTRODUCCION
¡Buenas!, soy nuevo en el foro, pero llevo leyendo AAR's por un largo tiempo, y, últimamente leyendo un AAR de hace 11 años de Esparta me llevó a preguntarme ¿por qué no?.

El AAR se dará en el juego Medieval 2, con el mod Europa Barbarorum 2, mod que nos ubica en el periodo clásico, y que da más realismo y veracidad histórica que el Rome I (También tengo el II, pero la campaña es penosa). No estoy para nada familiarizado con el mod, y no juego una campaña del Medieval hace mucho tiempo, por lo que voy a pedir paciencia.

He elegido para esta campaña al Imperio Ptolemáico de Egipto, me parece que tiene un punto inicial interesante, un desarrollo literario fuerte y se puede dar de forma interesante la campaña.

CAPÍTULO I "Horus, el Señor del Cielo"

El faraón Ptolomeo, rey de las dos tierras se encontraba en Alejandría. La vida de la corte lo tenía estresado y gran parte de su día lo pasaba leyendo sobre administración para guiarse sobre una decisión. No concluía si la guerra con el Imperio Seléucida iba a terminar favorablemente, y que quizás, el moriría teniendo que dirigir a sus ejércitos.

Una noche del verano egipcio, el todopoderoso hegemón dormitaba inquieto en su alcoba, pero, al igual que las últimas semanas, no llegaba a conciliar el sueño. De repente aparece en pleno desierto del Sahara desnudo, y una figura que viene sobrevolando cada vez más cerca de el desprotegido hombre toma forma antropidea: Horus mismo se le había aparecido al mortal.

-"Dime Ptolomeo, ¿has velado por la seguridad de las dos tierras?.

El faraón quedó petrificado ante el padre de Egipto y se arrodilló ante él.

-"Señor del cielo, único en las alturas. He pensado en Egipto, he luchado por él, he pasado noches sin dormir pensando en qué haré para que Egipto sea tan grandiosa como lo fue el imperio de Alejandro el grande. Dime, magnífico elevado, ¿por qué me castigan de esta forma cuando Egipto no ha parado de crecer desde que empezó mi reinado?[/i"] dijo el gran general Tjemaa (el nombre original de Ptolomeo).

-"Dime, gobernador de las tierras que he creado, ¿has pensado en tu sucesor? ¿Quién será? dijo el poderoso Horus.

-"Mi hijo mayor, por supuesto."

-¿Acaso crees que ese bueno para nada, agraciado por ningún dios y despilfarrador sin ambición puede gobernar las dos tierras, Tjemaa? No voy a permitir que destruya mi creación, o lo cambias tú, o lo cambio yo .

El faraón despertó con fiebre en su recámara, con fiebre de dudas y de temor.

Ptolomeo llevó varios días cuestionándose qué iba a hacer, era claro que Horus no iba a mentirle y que seguramente iba a quitarle a su hijo mayor Ptolemaios. Lo que dijo el halcón era cierto, Ptolemaios carecía de personalidad alguna para gobernar semejante imperio en crecimiento. Si bien era un hombre leal a sus causas y ciertamente influyente por su posición como heredero, no paró de cometer errores en los ámbitos políticos. Los cortesanos jamás van a olvidar aquellas vez que expresó públicamente que todos los cortesanos eran como sanguijuelas del estado y que cuando él fuese faraón iba a hacer que los cortesanos mayores vayan a trabajar al campo, los menores a la guerra (que era algo bastante común que el heredero olvidaba) y que iba a hacer que las cortesanas del harén fuesen a trabajar como prostitutas. Fue ahí, su primo Apolonio, un hombre un poco mayor que Ptolemaios, arregló la situación con carisma diciendo que Ptolemaios no iba a hacerlo realmente, y que lo dijo porque los gastos del estado habían subido un poco. Apolonio era todo lo opuesto a su primo, tenía una convicción natural en todo lo que hacía, y se estaba convirtiendo en un excelente general. Apolonio carecía de influencia totalmente, aquellos nobles que respetaban a Apolonio se podían contar con los dedos de una mano, además de deber dinero a unos terratenientes de Siria. Aunque a Apolonio le faltara poder, era un muchacho de 22 años con una vida por delante. Demostró siempre que él era un luchador y un vencedor ante todo lo que se proponía. Apolonio tenía una ambición innata, que generaba a un hombre valiente que hacía que hasta un pequeño campesino sin una pierna fuese a cazar leones. Era un luchador por el bien quien nunca se inclinó hacia el mal, protegió a aquellos que le dieron la espalda y defendió la injusticia siempre. Como general liberó siempre a los vencidos y recompensó a sus tropas. Si bien, su edad y su bravura lo hizo inclinarse hacia la influencia en los ámbitos militares, generando que la corte lo despreciara por ser un líder de masas y utópico, tachado de "bárbaro" y "poco delicado" para las acciones políticas, es seguro que el faraón podía ayudar a escalar esa posición política para pasar de ser un déspota tirano que no respeta a la aristocracia a ser un faraón amado y célebre.

Entonces, el todopoderoso Basileo de Egipto llamó a uno de sus escribas y redactó una carta decisiva a su sobrino Apolonio:

Querido Apolonio, hijo del honorable Aeto, que la gracia de Serapis esté siempre contigo, y que nunca te falte el pan. Aléjate del mal, y serás bendecido por Amón, sé prudente y no caigas en los vicios para que Isis, la reina de los dioses esté contigo. Procura caminar siempre en la luz de la verdad, sobrino amado, al igual que siempre lo hice yo; es que tú y yo somos muy parecidos Apolonio, bendecido por Seth. Querido sobrino, hay una oscuridad en el mundo creada por Neftis y debes evitarla: estudia, sobrino, estudia, el conocimiento nunca es suficiente para nosotros hijos de Horus. Tanta oscuridad me llevó a cuestionarme muchas cosas, y a buscar un destello de luz en esta desorientante perdición, cuestionarme por el futuro de aquello que más amo: Egipto. Esta creciente guerra con los Seleucidas me hace creer que hoy puedo estar aquí, sentado con una vela, en plena luna llena en Alejandría, pero mañana, o dentro de un mes, no lo sé. Por eso, Apolonio, te pido que si algún día dejo este mundo, y Anubis me lleva y me convierto en uno con él, quiero que tú seas Horus en La Tierra y que gobiernes mejor que lo que yo lo hice.

No temas, sobrino amado, aplastarás a todos tus enemigos y a todo aquél que se te imponga. Horus mismo te ha elegido querido príncipe heredero. Recuerda siempre a los dioses y agradéceles, ofréceles todo, porque ellos te pusieron donde estás, y ellos te llevarán a donde estarás. Cuando no esté, significa que tú serás el hombre más poderoso de Egipto.

Por este motivo, te nombro Toro Victorioso, Verdadero de Palabra y Dador de Vida. Tú eres el toro quien destruirá a nuestros enemigos mediante la espada o mediante la verdad y darás vida al nuevo imperio de Horus. ¡Alabado sea!

Vive, sobrino mío. Espero tus éxitos desde Alejandría, y te estará esperando tu reino.

-Tjemaa, Seherubitawy, Nebtameri-heqafemha.



El imperio se expande por toda la costa oriental del Mediterraneo, y por toda la costa occidental del Río Nilo. También cuenta con fuertes presencias militares a lo largo de todo el imperio. Los Seléucidas limitan con Egipto por todo el Norte y Noreste del imperio, pero no suponen una verdadera amenaza aún.

El faraón establece los siguientes puntos para mantener la estabilidad política, aumentar el desarrollo socioeconómico y vencer al Imperio Seléucida:

1- Abrir nuevas rutas comerciales con las ciudades-estado griegas, al igual que con la mayor cantidad de naciones que podamos.

2- Promover el crecimiento de los campos: aumentar la producción de los campos mediante reformas admnisitrativas de los mismos.

3- Mantener las fronteras con el Imperio Seléucida para luego contraatacar

4- Construir nuevas carreteras para centralizar todos los dominos del emperador

5- Construir nuevos mercados y puertos para ampliar las rutas comerciales

6- Construir nuevos edificios de ocio para aquellas ciudades de bajo orden público

7- Mantener un nivel impositivo acorde al orden público


Acá termina el capítulo I, que actuó como un prólogo para el comienzo de la acción. Espero que todos lo disfruten!
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Piteas
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Re: AAR EUROPE BARBARORUM II "Aurora Pyramidum"

Mensaje por Piteas »

Vuelve un clásico :Ok:
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LordSpain
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Re: AAR EUROPE BARBARORUM II "Aurora Pyramidum"

Mensaje por LordSpain »

Y bienvenido al foro !! :aplauso:
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Re: AAR EUROPE BARBARORUM II "Aurora Pyramidum"

Mensaje por Delafuente »

CAPÍTULO II "DE DEFENSIONE AB AKKO"/i]

El faraón puso en marcha su plan: aprovechó que un diplomático de la confederación griega llamado Kallias se encontraba en Alejandría y estrechó relaciones diplomáticas con él. Mando al diplomático Polyxenos, un orador hábil, hacia el norte para abrir relaciones con los pueblos bárbaros. Mandó a un contingente de 1000 hombres hacia Ptolemais Akko, en la frontera con los seléucidas bajo el mando de Alexandros. Invirtió casi todo el tesoro real en las tierras del alto Egipto, poniendo sistemas de irrigación.

La red de espionaje avistó a un ejército rebelde judío. Seguramente se haya levantado en las inmediaciones del Sinaí, y haya emigrado hacia Siria en busca de oro y esclavos. No suponían una verdadera amenaza para ningún reino, eran un puñado de degenerados y borrachos, mal armados y torpes. Estaban bajo un interesante general de todas formas, un tal Nür, un veterano soldado y comandante. Toda esta información fue conseguida gracias al excepcional agente Ploutos de Salamina.

La horda judía podía ser abatida fácilmente por el ejército de Menelaos que se encontraba de camino hacia Damasco para asediarlo, pero el comandante decidió en conjunto con el gobernador de Ptolemais Akko que no iba a ser necesario hacerlo, por lo que se prosiguió el curso del ejército del hermano del faraón.

Todo iba acorde a lo planeado hasta que las atalayas de norte de Akko avistan a un enorme ejército bajo el mando de Antíoco, que alarma a la población de Siria del suroeste, por lo que se le envía un mensajero a Menelao, de que es urgente la ayuda que se necesita en Ptolemais Akko para repeler al ejército de Antíoco.

Además de a Menelao, se le pide al faraón y a los generales del Sur que presten ayuda en Acre, por lo que se embarcan en una flota hacia el norte para defender la ciudad, que tiene un punto estratégico muy importante en Siria.

Una estación después

Antíoco se encuentra en Acre asendiándola, pero, para desgracia para el señor de nadie, el ejército de Ptolomeo desembarcó en las costas cercanas para darse el encuentro ante Antíoco. El ejército de Basileus Antiochos, contaba con tres regimientos de caballería, uno de elefantes, cuatro de piqueros y cinco de mercenarios. Con un total de 1700 hombres Antíoco el extravagante, deseaba conquistar Egipto. Por el otro lado, la coalición de los ejércitos de Alexandros y de Tlepolemos iban a encargarse del ejército seléucida.

Antíoco era un gran general, lo que equilibraba la balanza ante la superioridad numérica egipcia. Era un hombre con gran experiencia, a diferencia de los generales egipcios, quienes no tenían una experiencia ni conocimiento tan grande

Comienza la batalla, el ejército griego de Anthipatros, Alexandros y Ptolomeo se encuentra ante la inferioridad táctica y numérica de Antíoco, quien debía apurarse para no tener que enfrentarse a los dos ejércitos al mismo tiempo. La lluvia rociaba a los egipcios, quienes, llenos de valor en su pecho, no permitían un error. El faraón se adelanta, y pronuncia las siguientes palabras:

¡Hijos de Ra! ¡El mísmisimo Horus está viéndolos ahora mismo! Se escribirán historias hoy, del día que egipcios de gran valor y coraje le quitaron la vida al emperador de los seléucidas. ¡Ese cobarde no merece llamarse a sí mismo gobernador de ninguna tierra! Ustedes, nobles de corazón, valientes herederos de la mayor nación de la historia, escribirán el futuro. Somos más que ellos, pero no se confíen, Antíoco es un excelente general, carente de valor alguno para cualquier otra materia, pero es lo que es. Nuestros aliados se acercarán por la retaguardia del enemigo, por lo que deberá apresurarse si no quiere ser aplastado al igual que una cucaracha. Venced hoy, hermanos, y les esperará un futuro de saqueos y victorias. Hacedlo por mí, por ustedes, por sus mujeres e hijos, por Egipto. ¿Véis la lluvia? Son las madres y esposas de los sirios y árabes que fueron cegados y obligados a venir. ¡Ese necio llamado emperador debe ser destruido! ¡Por Horus! ¡Por el faraón! ¡Por Egipto!

El ejército invasor comienza a moverse con velocidad, por lo que las tropas egipcias no pueden tomarse mucho tiempo para organizarse. Las falanges se plantearon de manera excelente en el centro, con infantería y hoplitas por los flancos para otorgar flexibilidad. El ejército de Anthipatros y Ptolomeo se encontraba carente de mucha caballería y proyectiles, por lo que tampoco podía mantener estática la línea de falanges mientras los arqueros y escaramuzadores seléucidas masacraban a sus hombres. Este duelo se iba a dar con un vencedor total.

El enfrentamiento comienza, los primeros hombres comienzan a morir, las primeras viudas aparecen, los primeros huérfanos. El barro cubría los cuerpos de los egipcios, quienes aguantaban como un yunque a la llegada del martillo de Menelao. Los egipcios estuvieron siempre aguerridos y nunca decidieron por huír, habían algunos heridos que lograban pararse y luchar estando lastimados. Las expresiones aguerridas, junto con la disciplina infundida por los oficiales generaron que los hombres lograran aguantar a la llegada de la lanza que rompería el ejército del déspota.

Y así fue, las falánges de Menelao y la caballería destruyeron al ejército de Antíoco, quien debió huir a su patria. Buenos eran los hombres caídos, y buenos eran los sobrevivientes. Brindaron por tres noches seguidas por los muertos; a la familia de cada caído se le recompensó con diez jornadas laborales; se les dio un funeral con honores a cada uno y se mandó escribir en un muro la victoria que se tuvo, se escribió el nombre y la procedencia de cada hombre en ese muro.

Se le ofreció a Antíoco pagar el rescate de sus hombres por 5300 minas. No fue sorpresa el el descorazonado tirano se negara con la respuesta de "Si quieres 5300 minas, quédate con las vidas y armaduras de mis hombres"

Se eliminó a la mitad de prisioneros, y la otra mitad se le contó cuál fue la respuesta de su soberano, y que contaran a sus amigos y vecinos lo belevolente que era Ptolomeo y que el tirano no valoraba la vida de sus ciudadanos.
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Ronin
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Re: AAR EUROPE BARBARORUM II "Aurora Pyramidum"

Mensaje por Ronin »

Vaya trabajo que estas haciendo :D

Bienvenido :wink:
¡¡¡Cuanto echamos de menos el esplendor de Al-Andalus!!!

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Delafuente
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Re: AAR EUROPE BARBARORUM II "Aurora Pyramidum"

Mensaje por Delafuente »

Capítulo 3 "Huye, cobarde"

El contraataque hacia Antioquía estaba en plena marcha, que comenzó sobre los finales de Otoño y los principios de Invierno. El faraón se encontraba en el ejército principal que marchaba hacia Antioquía, que se encontraba muy preparada para resistir al asedio. El señor de Egipto estaba frente a una situación poco conveniente: Antioquía era muy difícil de conquistar si se encontraba, además de la guarnición, el ejército de Antíoco, o lo que quedaba de él luego de la batalla de Ptolemais Akko. Era cierto que la valentía de los hombres nacidos bajo el calor del desierto, y alimentados con la fauna que generaba el Río Nilo era muy superior al conjunto de persas y anatolios que se encontraban bajo el estandarte de Antíoco, ¿pero esta valentía era suficiente?

Ptolomeo se encontró ante Horus otra vez en sus sueños, quien lo recibió como un amigo en vez de un súbdito, y lo elogió por la elección de su descendencia. El señor todopoderoso le recordó a Ptolomeo sus primeros pasos como general, que dividió a un ejército de nubios que le doblaban en número para poder enfrentarlos uno a uno. ¿Por qué le recordó justo ese momento? El faraón meditó acerca de su encuentro luego de haber despertado, es seguro sí, que Horus está gratificado por sus logros, pero, ¿qué querrá decir? ¿estará diciendo Horus, que debe dividir el ejército de los Seléucidas, al igual que de los nubios? No era una mala idea, y, aunque los hombres de Antíoco estén mermados por la derrota, Antíoco está deseando una revancha ante Ptolomeo, por lo que, la fabricación de algún factor ficticio que haga creer a Antíoco que va a ganar una batalla ante Egipto, sería excelente. ¿Pero cuál? Antíoco era un excelente general con mucha experiencia y no caía en trampas. ¿Cómo, entonces, se podía separar a la guarnicíon del ejército de Antíoco?

Por otro lado, en Alejandría, el hecho de que el faraón no se encuentre en casa causó muchos revuelos, descontento de la población que generó disturbios. Además, había que sumarle el hecho de que uno de los reyes de Esparta exiliados, había pedido lecho sin eficacia, por lo que tomó su ejército y se paró en las puertas de Alejandría. Este noble Ágida, llamado Kleomenes, esperaba intimidar a los egipcios, que en tiempos de guerra, se veían reducidas las guarniciones: mas no iban a conseguir nada.

Le llegó una carta al hegemón, acerca del noble Alejandro de Macedonia, un general que se encontraba en Side, al oeste de Antioquía, que decía que se encontraba a las órdenes con su ejército para el asedio de Antioquía, que con una flota, llegaría para antes del Verano. A su vez, los reportes de espionaje dijeron que Antíoco se encontraba acampando fuera de Antioquía con su ejército, por lo que, si se llega a sitiar rápido la ciudad, quedará aislado de sus refuerzos. La respuesta de la pregunta de Ptolomeo era esa. Sin más pensar, ordenó a sus escribas que le respondieran que salga cuanto antes a Antioquía, que se iban a encontrar allí.

Llega la Primavera, las flores florecen, los árboles vuelven a ser frondosos, los amantes se vuelven a ver, y los soldados tienen sed de sangre. Llegan buenas noticias, algunos hombres de las filas se van a casar, otros van a ser tíos, hermanos, padrinos. Y no faltaba la buena noticia de que, el cobarde de Antíoco, abandonó la ciudad que honra su nombre. Fue dejada a su suerte, suerte de que, los egipcios la iban a tomar y saquear.

En los campamentos se cantorrea el nombre del faraón, se agradece a los dioses y se bebe en festín los días previos a la batalla. Los generales pasan días enteros discutiendo qué estrategia van a tomar, hasta que se siente por la noche un sonido de galope. Era Miraxes, un explorador y vigía que tenían al oeste de la ciudad. Antes de que hablara, todos sabían por qué estaba ahí.

-Mi señor.... dijo el explorador

-Ya sé, explorador, Antíoco está cerca, lo puedo sentir, al igual que su miedo e ira. ¿Qué tan grande es, el ejército?

-El mismo ejército que abandonó Antioquía señor, las mismas sobras del ejército derrotado

-¿Qué pretende Antíoco?, díganme, Alejandro, Pelop, ¿qué busca? ¿Se ha enloquecido?

-Busca venganza y está cegado. dice Alejandro

- Está obligado a venir, por la opinión pública, o muere en campo de batalla, o muere en Babilonia

- Sabios son, y por esto están conmigo, descansa Miraxes, no creo que esté enterado de que Antioquía está sitiada, y su guarnición aislada

Si bien, el emperador, si se le puede llamar así, se encontraba lejos aún de Antioquía, en la ciudad de Tarso, iba a durar, como mucho, una temporada en llegar a Antioquía, por lo que había que esperarle antes de asaltar la ciudad si no querían sorpresas ingratas.

No era sabio cantar victoria antes del amanecer, y el tesoro real estaba vacío, con un balance negativo terrible, que la toma de Antioquía supondría un soporte para poner del otro lado la balanza

Llega el Verano, los hombres están ansiosos para asediar Antioquía y para luchar con Antíoco Sóter. Todo salió bajo control, Antíoco luchó pobremente ante el ejército ptolemáico, y huyó como una liebre huye de un lobo. Finalmente el lobo alcanzó a a la liebre en las afueras de Antioquía, pero nuevamente no pudo cazarla, quien huyó en solitario hacia Tarso.

Ya acabada la amenaza del déspota, el asalto comenzó. Ptolomeo, con su caballo, y su coraza, fue hacia la primera fila y gritó el nombre uno por uno de sus oficiales

-¡Filias, Antrax, Kolmenos, Abasi, Abubakar, Patras, Adio, Amenofis, Alejandro, Aniba y así siguió el gran hombre ¡Yo soy un hombre de valor, que tengo generales de gran valor, que tengo oficiales a los cuales les confío nada más que mi reino, que tengo a los mejores soldados que un hombre pueda pedir, que luchan como hombres libres que son! ¡Luchen, mis buenos hombres, luchen por la gloria de Egipto! Allá, al otro lado se encuentra Antioquía, ciudad insignia de Antíoco Sóter, ¡Vamos a destruirla y a demostrarle a esos seléucidas quién es el verdadero dueño de estas tierras!

Los hombres gritaban frente a las arengas del general. Este vestía una coraza de hierro, junto con un casco de bronce con alas. Llevaba sobre la coraza, una túnica azúl que representaba a Alejandría y al Río Nilo.

La arena volaba sobre los hombres al igual que la sangre. La situación en Antioquía era grave. Los hombres no comían hacía semanas. Las tropas auxiliares de Grecia apenas podían ver con sus oscuros ojos. Los anatolios se taparon la cara con parte de su ropa, dejando descubierta parte de sus cuerpos. Los sirios comenzaron a desmoralizarse Los egipcios se mantuvieron firmes siempre, los gálatas auxiliares lucharon heridos. Los nubios cuando se les rompía el arma utilizaban sus brazos y piernas para eliminar a los contrincantes. Se comenta en las filas que hubo un tal Arbastro que se llevó a quince persas antes de morir. Los arqueros fusilaron a todo hombre que estuviese bajo el estandarte egipcio. Antes de anochecer la ciudad estaba teñida de sangre y tomada por los egipcios

El saqueo duró tres días. Se esclavizaron hombres y niños, se violaron mujeres, se quemaron casas y muchos horrores de guerra pudieron haber ocurrido. El faraón dio las órdenes exactas de "Sólo destratar a quien se resista a dar cinco de cada diez monedas. Sólo eliminar a quien sea peligroso, quemad su casa y la de su hermano, tomad toda su riqueza y familia de esclavos. Estas instrucciones fueron dadas en la plaza central, y pasaba a cada hora un mensajero por las calles para avisar las consecuencias a quien no coopere.

De esta forma, el Imperio faraónico se encontraba fuera de la quiebra, y Antioquía no había perdido gran cantidad de población, ni se encontraba descontenta de haber perdido al hombre que se llamaba gobernador. Luego de la semana de saqueos, todo volvió al orden. La gente pudo salir de nuevo y vivir su vida. Se les dio comida a los méndigos y refugio. Pronto, Antioquía era egipcia de corazón
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Delafuente
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Re: AAR EUROPE BARBARORUM II "Aurora Pyramidum"

Mensaje por Delafuente »

Buenas! Resulta que tuve un problemilla, y guardé una campaña de Partia que estaba jugando personalmente en el save de Egipto, y no tengo ningún save auxiliar. Es una cagada, estaba muy enganchado a esta partida y creí que le iba a sacar buen jugo además de pasarme unas buenas horas :bang: . Quieren que empiece otro AAR? Si es así, en qué Total War? (tengo todos los TW excepto los posteriores al Attila)Y con qué facción? Creo que las más interesantes podrían ser:

Dentro de Europe Barbaronum II y Rome II: Roma, Cartago, Macedonia o cualquier estado griego, Massilia (nunca los probé pero puede ser interesante :army: ) y Lusitanos.

Dentro de Attila: pues, no tengo mucha experiencia, pero creo que puedo manejar cualquier facción menos Roma tanto Occidental como Oriental. Aunque sería interesante alguna campaña con los Hunos o por el estilo

Medieval 2: bueno, los clásicos, Sacro Imperio, España, Egipto, Bizancio (está interesante la idea), etc.

Luego propongan si les interesa alguna campaña del Shogun 2, Empire o Napoleon. También si me recomiendan algún mod interesante para Medieval 2.

Mis disculpas por perder el save :sad:
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