CAPÍTULO 5: Muerte en Swordshanks
El enlace con el Reino enano, que llegó con la caravana, desea hablar de lo que les gustaría comprar en su siguiente visita.
El listado de las cosas que solicitan no es muy grande pero curioso. Piden muchos de los elementos que el albañil ya está fabricando: cetros, brazaletes, coronas, etc. No hay problema.
También piden comida preparada y ropa para las piernas (pantalones para decirlo claramente). La comida preparada no va a poder ser por ahora así que de momento en Swordshanks seguirán centrándose en las artesanías de piedra.
Con esto el enlace enano se marcha, al igual que hicieron los mercaderes. Nuestros 15 enanos se quedan solos, a merced del invierno que se avecina. Le ven partir mientras caen los primeros copos de nieve. Se acerca el invierno...
El agua de algunas zonas se queda totalmente congelada haciendo imposible su ingestión, aunque en Swordshanks todavía hay cerveza que es mejor que el agua. Y en eso trabaja el destilador, fabricando alcohol en abundancia que es depositado en barriles que el carpintero va construyendo sin parar.
Y con la llegada del invierno llega no sólo el frío, sino también la muerte. Cuando todo parecía ir bien,
Ast Adasmeng, el ingeniero de asedio, decide ir a pescar, ¡manda huevos! El porqué es difícil de explicar. Habiendo comida de sobra no era normal ir a pescar y más en el río tan infestado de animales peligrosos.
Edund creía haber prohibido el ir a pescar pero he aquí que el amigo ingeniero, que sabe mucho de matemáticas y cálculos, pero que es tonto del culo en cuestiones de la vida, decide que es buena idea acercarse al río en pleno invierno y repleto como está de "simpáticos" y "dientudos pececitos", para tirar la caña un rato.
Al acercarse a la orilla, una lamprea de mar (serpiente de mar) salta violentamente y le ataca. Adast es más fuerte y le propina un par de golpes en la cabeza que la deja inconsciente pero en la refriega el enano pierde pie y resbala, cayendo al río, que baja todavía rabioso y con mucho caudal.
Como el agua baja con fuerza, Adast es arrastrado un poco corriente abajo. Desesperadamente mueve los brazos y las piernas convulsamente intentando salir a flote, pero no tiene habilidad alguna en nadar. Él ha nacido para hacer cálculos con la regla y el compás, no para hacer natación sincronizada.
Un poco más arriba, en la orilla, queda la caña de pescar y la lamprea, inconsciente y con daños en el hígado, en la aleta dorsal y en la cabeza. La lamprea morirá en la orilla de forma agónica y lentamente.
Como mínimo Ast ha saldado cuentas con su agresor, pero desafortunadamente no sirve de nada y muere ahogado.
Edund, que recibe la noticia después de que uno de los enanos oyera los gritos, prohíbe recuperar el cuerpo y su ropa, ya que sería enviar a más enanos a la muerte. Adast descansará en el fondo del río, siendo pasto de los peces carroñeros. Al poco sólo quedan sus huesos y sus ropas, hechas jirones.
Edund reúne a todos los 14 enanos que hay en Swordshanks para hablar con ellos y limitar las visitas al río para ir a pescar. Edund es un tío listo que sabe usar tablas al estilo Excel y Access, así que ha creado un documento que permite hacer un seguimiento de los trabajos de los enanos. Al contrario de lo que algunos creen, los enanos fueron los creadores de las actuales bases de datos.
A través de esta hoja Edund reconfigura algunas cosas para mejorar la gestión de la producción y evitar desafortunadas visitas a los sitios más peligrosos.
Y la vida sigue, aunque reina un ambiente sombrío por lo ocurrido. Y al poco de este suceso, más malas noticias, aunque esta vez la cosa termina bien. Es detectado un ladrón kobold intentado penetrar en la fortaleza. Uno de los enanos de la granja lo detecta y el kobold se da a la fuga.
El campesino que llegó en otoño y que tenía asignadas órdenes de plantar, se ha convertido en
granjero. Eso permitirá cultivar más y mejor.
Con la llegada de algunos inmigrantes en otoño se ha reformado el Gran Salón. Se han alisado las paredes y el suelo, como se puede apreciar. El comedor tiene un aspecto bastante bonito y ahora se abrirá una zona de desperdicios cerca de la albañilería para arrojar allí las piedras y que visualmente quede todo más limpio. Luego se tallarán dibujos en el comedor para rematar la cosa.
También se añaden algunas mesas y sillas, para evitar que nadie se quede de pie a la hora de comer o descansar.
De vuelta a los dormitorios se amplían las habitaciones para aumentar la capacidad. Se sigue apostando por un diseño práctico y sencillo.
Los enanos empiezan a preocuparse por la defensa de Swordshanks y más después de los recientes sucesos con el kobold y la muerte de Ast. Así que se decide crear un puente retráctil en la entrada conectada a una palanca que se instala en el Gran Salón por ser éste un sitio de fácil acceso y muy frecuentado. De levantarse el puente la fortaleza quedaría totalmente cerrada al exterior.
Y con todos estos trabajos en marcha que suponen semanas de curro, el invierno transcurre sin mayores novedades. Mucho trabajo y los enanos no paran, de tal manera que la primavera se les echa encima a nuestros laboriosos amigos sin que se den cuenta.
Y como hay que celebrarlo Zas decide dar una fiesta en el Gran Salón, ¡la primera fiesta en todo un año! Aunque eso anime a holgazanear bastante, Edund hace la vista gorda.
Como se aprecia la fiesta supone que hasta 7 enanos dejan sus labores para emborracharse y echarse unas risas. Joder con los enanos, ¡lo que les gusta el alcohol!
Habiendo llegado el buen tiempo no tarda mucho en anunciarse la llegada de una caravana de elfos.
Los elfos son algo irritantes y muy ecológicos, se ponen tontos si ven a los enanos cortando madera o trabajándola, ¡así que no hay que venderles nada que contenga madera! Vienen en mulas y caballos y portan armas de madera, lo que provoca algunas risas entre los enanos. No sé de que se ríen porque en Swordshanks de momento no hay ni un arma de madera y menos es mejor que nada. Edund decide enviar todas las cajas de artesanías al puesto comercial y, a diferencia del trato con el resto de razas, sabe que no puede vender la caja entera ya que contiene madera, así que deberá vender lo que hay en su interior. De vender la caja (con su contenido) los elfos podrían enfadarse por estar hecha de "madera sagrada" y marcharse sin más.
No fueron los humanos los que inventaron el ecologismo, pues. Fueron los elfos.
Edund intercambia algunas artesanías por madera (los elfos la venden pero no la compran, cosas de elfos) y por algunas armas de madera (para tener algo). También compra bebida y algo de comida, además de 2 barriles de ropa, cuero y pieles.
El trato es aceptado sin problemas y los elfos salen satisfechos del intercambio. Volverán la primavera que viene. Los elfos marchan rápidamente a su hogar con los animales de tiro cargados de artesanías. Edund les ve alejarse pensando que es bueno tener a los elfos contentos...
Es momento de avanzar en las defensas. Ahora que han comprado bastante ropa, disponen de cuerdas sueltas. Edund ordena situar un gato atado en la entrada. Los gatos son buenos descubriendo kobolds y goblins ladronzuelos y puede ser un buen sistema de alarma para detectar a los que se quieren colar sin haber sido invitados.
Hay un buen surtido de animales para escoger, 2 de ellos enjaulados que Edund compró a los elfos recientemente.
Edund selecciona uno de los gatos y ordena atarlo a la entrada.
Y llegados a este punto es momento de revisar cómo están las cosas. La primavera transcurre sin problemas, la situación es buena y nada hace sospechar que las cosas vayan a torcerse.
Pero Edund es previsor y sabe que cuanto mejor estén preparadas las defensas de Swordshanks, mejor. Tiene planes, muchos planes...