Pero por todos los dioses, Lothard, haga algo... Saque a las Vírgenes Vestales en procesión, sacrifique algún buey, levante empalizadas más altas, más gruesas, "más mejores" y deje de descojonarse de esa forma que está poniendo a la tropa de los nervios

Vamos a morir todossss!!! MUAHAHAHAHAHAHAHAHA!!!

Piteas escribió: ↑04 Ene 2019, 16:26 Colocado en el primer post el resumen de este largo turno.

Comienza el quinto turno y definitivo. La campaña ya tiene un ganador, el taimado Boores, que ha sabido jugar sus pocas cartas y lograr la victoria. Recibirá un premio por ello.

Pero los jugadores romanos y cartagineses han decidido jugar un turno más, pues su situación está en un momento crítico en que ambos bandos pueden ganar. Los cartagineses ya han cumplido un objetivo y los romanos mantienen otro. Este turno va a ser decisivo para que uno de ellos, incluso ambos, cumpla otro y ganen o empaten.

Es un turno "bonus" a cara de perro, por decirlo así.

¡Enhorabuena por la victoria de la campaña, Boores!

Disculpad mi tardanza pero es que en estos días ando agobiado de trabajo. Os he contestado por e-Mail a los dos. Ya me decís lo que sea

¡¡Saludos!!

Las tropas cartaginesas de Messana ven con aprensión como la flota romana que los vigila desde Reghium recibe refuerzos de Roma. Ahora hay más cuervos al acecho de los asediados.
Pero el general Fegaorti pasa de deprimirse, mientras mastica un pan relleno de gravilla del ágora para engañar el hambre. Prefiere el mármol, pero ya queda poco. Ayer se comieron molida la última columna del tempo de Zeus.

-No sé a qué espera Tiopepe para hacer una salida o algo que acabe con este sufrimiento – comenta con su segundo, un hispano cetrino, que muerde un trozo de madera de pino.
-Todavía podemos fundir ladrillos y mezclarlos con guano, señor. Es mejor que roer madera, se lo aseguro. Se me está poniendo cara de ardilla.
-Ni hablar. Me niego a comer ladrillos, ¡Todavía hay clases!
-¿Y piedra caliza? Ayer conseguí mezclarla con mi orina y sale un puré aceptable. Si le pones encima piedrecitas de colores hasta parece un pastel.
-¿Orina? Yo ya meo sangre.
-Oh, felicidades, señor. Eso es una delicatesen.

Conversaciones semejantes abundan por las murallas y calles de la ciudad. La rendición se aventura cercana si nada se decide.



Hambre negra en Messana

Lo mismo que en Messana pasa en Tharros, Cerdeña.

Aryaman observa con cierto desprecio como el mar frente al puerto se llena de más barcos enemigos. Es evidente que el senado romano ha enviado refuerzos navales a Yurtoman y MatsuHiroshi, que siguen sitiando la ciudad con cierta languidez, quizá esperando que el tiempo trabaje para ellos.
Pero a Aryaman da igual, confía en que, más tarde o más temprano, lleguen refuerzos desde Cartago que acaben con la invasión.

¡Cerdeña será la tumba de Roma!

Tiopepe y Fegaorti reparten la carne de sus queridos elefantes entre sus hombres. Se necesitan hombres en plenitud de fuerzas para lo que se avecina. Porque han decidido salir de las murallas y jugársela a una sola carta contra Selus y Breogán. Ya no aguantan más.

La apuesta es completa. Los marineros han sido desembarcados de la flota y apuntados como infantería irregular. Así superarán en número a los romanos, aunque la calidad baja y, en caso de derrota, implica que los cartagineses también perderían la flota. Por lo que sería una derrota absoluta y prácticamente definitiva para los intereses cartagineses en la isla. Pero así es la apuesta: Todo o nada.

En una soleada mañana de Mayo del 262 a.C., se decide el futuro de Sicilia a las afueras de Messana.

¡Nunca antes la isla ha visto una batalla de cuatro ejércitos!

Tardaré unos días en montar la batalla. Subiré el mapa (sin tropas) antes de enviarlo para que le echéis un vistazo.


¡Comienza el show!

Aquí, a las afueras de Messana, en una zona estrecha y algo escabrosa, entre el mar y la cordillera interior, Tiopepe se enfrentará a Breogán por la gloria y Sicilia.

Enviada la batalla a Tiopepe y Breogan.
La gloria les espera.

Gran Final¡¡¡

Los habitantes, demacrados y chupando las desgastadas almenas de la ciudad, se disponen a ver, con lágrimas en los ojos, la marcha de sus valientes conciudadanos..... Por fin podrán comer en condiciones y se pegarán un atracón con las delicatessen en forma de serrín marinado con agua marina que los ejércitos cartagineses guardaban en sus almacenes.

Como las flores en el campo, también las hordas galas vuelven en primavera. Y otra vez a Etruria... y otra vez comandadas por el incombustible Nihil.
Para los galos de la Cisalpina, Nihil ya es casi un paisano y, sobre todo, un líder carismático que vence a los romanos y de paso proporciona botín. Se apuntan a su banda con ilusión.

Esta vez los ha dirigido por la costa, para sorprender a los romanos. Así que una mañana de mayo, la ciudad de Pisa se ha encontrado con un montón de galos furibundos y vocingleros ante sus puertas y, sin pensarlo mucho, ni siquiera hacer preguntas, han preferido pagar a ser masacrados. Los galos, tras recibir el cofre de dinero, se han ido a toda prisa sin decir ni las gracias, cruzando el río Arno, hacia el sur. Está claro que buscan botín a cambio de la vida y muchas ciudades etruscas han empezado a recolectar monedas por si son la siguiente mientras claman por ayuda a Roma.

Se rumorea que Lothard se ha puesto en marcha hacia la zona para atajar la amenaza.


El sueño de un galo de verano:

Mientras tanto, en Sardinia...

Tropas cartaginesas nuevecitas desembarcan en Caralis... ¡Y vienen con elefantes!

Está claro que el senado cartaginés tiene mucho interés en conservar esta isla y gasta como si no hubiera un mañana en montar y enviar otro ejército en ayuda de Aryaman.
Se rumorea que ya no les queda en sus arcas ni para comprar dátiles y que por sus cuarteles de mercenarios solo pasea un camello despistado. Pero esos elefantes tan molones bien valen una bancarrota. No me digan que no.


¡Cómo lucen los elefantes!

Por cierto, se necesita un voluntario para conducir este ejército nuevecito a la gloria o a la derrota total.

LordSpain se pone al mando del nuevo ejército cartaginés desembarcado en Sardinia.

LordSpain esperando para subir a su elefante nuevecito

Mientras tanto, en Etruria...

Las tropas galas de Nihil divisan a las romanas de Lothard cerca de Luca, mientras están entrando por las puertas de la ciudad. Parece que Lothard, al detectar a Nihil y sentirse muy inferior en número, ha decidido entrar en la ciudad en busca de protección. Quizá ponerse en marcha contra los galos con un solo ejército haya sido un poco audaz.

¿Ordenará Nihil el ataque para pillar a la columna romana por la espalda en plena entrada de la ciudad?
¿Se lo pensará mejor viendo que la ciudad tiene guarnición que ayudará a los romanos y Lothard ha empezado a reírse?
¿Se dará la vuelta para disfrutar de los olores de la campiña toscana?

Veremos.