Por su parte, los italianos dispondrán de tres Brigadas también para defender las posiciones, con la salvedad de que sus unidades se irán incorporando paulatinamente a la contienda.
30 de Mayo (Turno 1)
El flanco izquierdo italiano debe retirarse tras sufrir diversas bajas ante la acometida de las tropas austro-húngaras. La línea de frente intenta recomponerse para afrontar la llegada del resto de las unidades austriacas a la batalla.
31 de Mayo (Turno 2)
Los austro-húngaros sigue presionando y haciendo recular a las unidades italianas, que en alguna de sus posiciones han conseguido atrincherarse.
La Brigada de Granatieri di Sardegna toma posiciones para evitar que las unidades de la 44 Landswehr Brigade conquisten las cimas del Monte Barco y el Monte Cengio.
1 de Junio (Turno 3)
El clima empeora y empieza a llover con fuerza en la zona, con la consiguiente penalización al movimiento, al fuego de artillería y a los asaltos.
Los Granatieri consiguen resistir el embate de la 44 Ldw, que no puede tomar el Monte Cengio, y que es expulsada de las posiciones que había tomado en la ladera del Monte Barco por un duro contraataque de los italianos.
Por su parte, la 67 Brigada de Infantería no tiene éxito en su asalto a la posición fortificada de los Granatieri en la cima del Belmonte, aunque maniobra para intentar copar el reducto italiano.
Finalmente los Granatieri vuelven a sus posiciones en el Monte Barco y abandonan la cima Belmonte ante la posibilidad de que dos de sus batallones puedan quedar aislados y sin suministro.
2 de Junio (Turno 4)
Continúa lloviendo, y mientras que los Granatieri siguen aguantando el asedio de las tropas de montaña austro-húngaras en el Monte Cegno y el Monte Barco, la Brigada Pescara ha sufrido una derrota estrepitosa frente a la 68 Brigada de Infantería que se está abriendo paso por el flanco este italiano hacia la cima del Monte Paù.
Los Granatieri consiguen una victoria frente a los hombres de la 44 Ldw, haciendo huir en desbandada a dos de sus batallones, los cuales habían recibido un duro castigo durante los asaltos anteriores.
La 67 Brigada de Infantería austro-húngara está casi totalmente reorganizada y dispuesta a dar el golpe definitivo a una línea italiana que apenas se sostiene.
3 de Junio (Turno 5)
Deja de llover, aunque el cielo sigue estando muy encapotado. Contra todo pronóstico los italianos consiguen mantener la línea ante los ataques enemigos, reagrupándose para seguir resistiendo.
Además, los Granatieri arrebatan el control del Monte Barco a los austro-húngaros, que en primera instancia habían tomado su cima.
Ha sido un buen día defensivamente hablando para los italianos a pesar de haber perdido la cima del Monte Cengio.
4 de Junio (Turno 6)
Vuelve la lluvia, y la Brigada Pescara junto con la Catanzaro reciben un batallón de refresco cada una.
Los austro-húngaros recuperan el control sobre la cumbre del Monte Barco, pero son incapaces de tomar las posiciones fortificadas del Monte Paù.
Los italianos intentan reposicionar sus líneas y prepararse para recuperar el Monte Barco.
5 de Junio (Turno 7)
Sigue lloviendo y las tropas austro-húngaras van cerrando el cerco sobre las posiciones italianas.
La 68 Brigada de Infantería desiste de intentar el asalto sobre el Monte Paù, ya que no está en las condiciones necesarias para garantizar un mínimo éxito en la empresa.
La 67 Brigada se acerca a los defensores italianos y presiona sobre la carretera del valle.
En una acción heroica, los Granatieri di Sardegna consiguen retomar el Monte Barco, destrozando a las maltrechas y desgastadas tropas de la 44 Ldw que intentan contraatacar para recuperar la cima.
Y con la situación que se ve en la imagen termina el escenario.
En esta otra imagen podemos ver a las unidades que han sido destruidas en combate, así como las que han acabado rendidas al desorganizarse por completo.
Victoria italiana al conservar dos de las tres cimas objetivo del escenario (monte Paù y Monte Barco) frente a la tomada por los austro-húngaros (Monte Cengio).
Victoria épica casi en la última acción del último turno, y contra pronóstico, ya que los Granatieri son la única Brigada italiana con la calidad suficiente para aguantar los ataques enemigos, y no tienen capacidad para sostener todo el frente.
El resto de tropas italianas deben aprovechar las ventajas del terreno favorable y los atrincheramientos para poder aguantar los ataques austríacos.
El jugador austro-húngaro dispone de un gran número de piezas de artillería, que aunque estén lejos de la zona de combate y no se puedan desplazar, tienen el alcance suficiente para apoyar los ataques sobre el Monte Cengio y el Monte Barco.
El único problema es la climatología, ya que los turnos de lluvia merman severamente su capacidad de actuación.
Escenario muy interesante también donde se presentan dilemas importantes a la hora de gestionar los Puntos de Logística, de los que el italiano va muy escaso y con los que el austro-húngaro debe decidir si apoyar uno u otro flanco y en que orden, para dar respiro y posibilidad de recuperación a sus tropas (y a las del enemigo también aprovechando la coyuntura), o si volcarse en presionar sin descanso en alguno de sus ejes de ataque.
Mecánicas nada complicadas y muy efectivas, cobrando especial importancia el desgaste de las unidades más que las bajas en si.
Una unidad muy desgastada es prácticamente inoperativa a nivel ofensivo o defensivo, y más teniendo en cuenta el terreno montañoso donde se desarrolla la acción. La rotación de unidades y su recuperación es imprescindible si se quiere tener alguna posibilidad de éxito.
Después de este escenario estoy dudando si jugar los dos de tamaño medio que incluye el juego o si lanzarme a acometer la campaña...de lo uno o lo otro espero dar reporte, porque el juego lo merece.
pero si que hace buena pinta, si 
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