CAPÍTULO XIV: La Luna Heraldo y el Holándes Errante
Es ahora cuando la partida explota, literalmente.
La primera señal que dispara el pánico es la notificación recibida desde los sensores de varias Estaciones navales ubicadas al “sur” del Imperio, indicando la llegada de dos “señales” extraterrestres. Una de ellas se dirige de nuevo al sistema no habitado de
Paran Tar, que por algún motivo se están convirtiendo en un centro neurálgico de problemas a pesar de que es un sistema sin ningún tipo de planeta habitable, sólo cuenta con un potente cinturón de asteroides; y la otra señal se dirige al sistema
Manticore (homenaje a la saga de
Honor Harrington).
Dos naves
Locust han sido detectadas moviéndose hacia los sistemas mentados. Por suerte han sido detectadas en el hiperespacio profundo y todavía hay margen para reaccionar.
El
Locust está considerado la amenaza más grande del juego y hay una gran unanimidad en considerarlo como uno de los aspectos más divertidos, emocionantes y espectaculares del juego. De hecho uno de los motivos de poner la partida con el tope de amenazas era poder disfrutar de esta en concreto. En mis casi 200 horas al juego hasta ahora no me había enfrentado nunca al Locust. El motivo es que por suerte (o mala suerte, depende de cómo se mire) nunca me había salido esta Gran Amenaza pero sí que me habían salido otras más conocidas, como el
Holandés Errante (o Ghost Ship – Barco Fantasma).
¿Pero qué es el Locust? Es una pregunta bastante frecuente en los foros de
Kerberos porque son muchos los que quieren averiguar qué es y cómo se puede enfrentar uno a esta Amenaza. La respuesta que dan habitualmente es “
to prey” (rezar). Esta Amenaza es realmente una espada de Damocles y puede traer como consecuencia la derrota del jugador en la partida (y en este caso el fin del AAR). Su comportamiento es no obstante algo errático. En teoría este enemigo ataca un sistema hasta “comérselo” lo que permite que la progenie del Locust aumente, se duplique, expandiéndose al siguiente sistema. Esta es la teoría, lo que ocurre es que no siempre actúa de la misma forma y a veces, una vez se ha comido un sistema, desaparece y no vuelve a aparecer más o lo hace en otro rincón de la Galaxia. ¿Qué modalidad será la que sufriré? Lo desconozco, lo que sí sé (y no sabía mientras tomaba las imágenes para el AAR) es que iba a ser tan épico y espectacular. Además, normalmente el Locust se presenta de una forma “suave” pero el ataque que va a sufrir el Imperio Hiver adquiere proporciones que incluso después de comentarlo en el foro oficial apenas se lo podían creer. Es más, mucho me han llamado cariñosamente como “
bastard” porque he experimentado algo que pocos jugadores han podido experimentar y con la intensidad que el Imperio Hiver lo ha hecho.
Sigamos con el AAR después de este rollo que os he soltado.
Lo que está en camino con la orden “Survey” (explorar) es lo que se conoce como
Herald Moon (
Luna Heraldo). Como el nombre indica, se trata de una nave que tiene la misión preliminar de explorar un sistema, haciendo de
”heraldo” de
algo más grande que está por venir. La forma de estos
Herald Moon es redonda, en forma de satélite lunar, una especie de
Estrella de la Muerte (nave redonda y de gran tamaño).
¿Pero qué son exactamente? ¿Qué hacen? ¿En qué radica su peligro? ¿Qué les motiva? Lo iremos viendo, poco a poco.
De momento la noticia es que los
EW Drones no son muy viables, así que los Hiver paralizan su investigación ipso facto.
Y la siguiente noticia empieza a ser preocupante. Si no era suficiente con dos Herald Moon, una señal más indica que una tercera nave se aproxima para explorar un sistema del Imperio Hiver. ¡Tres Herald Moon!
Esto pinta a situación épica. La presencia de tantas naves de exploración Locust indica que están buscando un sistema del que alimentarse y que una vez realizada la exploración, volverán a su lugar de origen para entregar la información y decidir dónde atacar. El abanico de naves Herald Moon que se abaten sobre el flanco sur del Imperio es una imagen que asusta.
Evidentemente los Hiver van a tener que ampliar el número de Flotas de combate pero por si acaso la construcción de Bases Drones se extiende por los sistemas más amenazados para ampliar las defensas fijas ante lo que se avecina.
Para mejorar el armamento defensivo los Hiver se inclinan por el
Phalanx PD.
Se trata de un arma de Defensa Puntual que dispara 50 ráfagas por minuto (inferior al Láser Múltiple PD, que dispara 100 por minuto) pero al ser un arma balística no consume tanta energía ni de lejos como sí hace el Láser Múltiple PD.
Y ahora que la partida está entrando en una fase muy caliente, otra Gran Amenaza hace acto de aparición por primera vez: el
Holandés Errante.
El peligro del
Holandés Errante radica en su potentísima capacidad destructiva ya que allí donde va acaba destruyendo todas o alguna de las instalaciones orbitales, algo que supone la pérdida de una inversión que ha podido costar muchísimo dinero y mucho tiempo. Pero una vez ha destruido algo, se retira para no volver a aparecer hasta más adelante en otro sistema. En cambio los Locust, por regla general, vienen para quedarse (aunque no es seguro, si tengo “suerte” los Locust se marcharán después de realizar su gran ataque).
El sistema atacado cuenta con unas instalaciones muy avanzadas y la presencia de una Flota de Guerra. Dicha Flota se ubica por detrás del planeta y de las instalaciones porque, por sí sola, ponerla en el frente para intentar detener al Holandés sería la destrucción completa, así de potente es la nave que hay enfrente.
La intención de los Hiver es usar el combate a larga distancia para tratar con el Holandés pero dado que dicha nave cuenta con una DP impresionante, difícilmente se espera conseguir algo positivo.
El Holandés Errante es una nave clase Leviathan, de diseño humano, con una historia ciertamente fascinante. Sus dimensiones son enormes.
Con una tecnología de impulsión modernísima y con un armamento que se encuentra emplazada en la parte superior de los árboles tecnológicos vinculados al armamento, esta nave es como un destello del futuro más lejano. Su presencia en un presente más atrasado la convierten en una nave superavanzada para la época y por tanto en un objetivo durísimo de batir.
Debo reconocer que cuando el Holandés hace acto de presencia me acicalo para recibirlo. Es un momento en el que me quedo fascinado por el motor gráfico del juego y por la belleza y profundidad de los combates tácticos. La dimensión de esta nave es inmensa, es la parte superior del árbol tecnológico en lo que a se refiere a naves de combate.
Es la primera nave construida con este diseño, así lo indica su número de serie en la sección de proa.
El Pháser PD con que cuenta la nave es de una precisión idéntica a la que tenía el Enjambre (Swarm), ya que de hecho es la misma arma.
Su precisión es altísima, parece que tenga mira láser, su puntería quirúrgica. La única forma de conseguir superar su PD es saturándola.
Aunque llegan oleadas de misiles desde el planeta Hiver, la PD del Leviathan se encarga de gran parte de ellos pero la saturación hace que en determinados momentos algunos consigan penetrar sus defensas.
Una de las armas más potentes del Holandés es un misil que estalla al estar cerca del objetivo, soltando una horda de misiles más pequeños que saturan la posible PD del objetivo, que apenas puede reaccionar por la proximidad con la que atacan.
Los Satélites de Drones atacados no cuentan con DP alguna y por tanto los misiles impactarían igualmente sin tantas florituras ni trucos.
El abanico de recursos armamentísticos con el que cuenta el Leviathan es impresionante, desde PD hasta armas balísticas, misiles, armas energéticas, etc.
En la siguiente imagen se aprecia este terrible potencial.
Al tener un arsenal tan variado el Holandés es capaz de centrarse en varios objetivos a la vez sin despeinarse.
Uno a uno las instalaciones que rodean el planeta Hiver son destruidos o dañados sin que poco se pueda hacer para detener esta demostración de fuerza.
Ni siquiera los Drones, por muy pequeños que sean, pasan desapercibidos para el Leviathan.
En la siguiente imagen se ve claramente la indefensión de las instalaciones Hiver.
Habiendo destruido una Base Civil y varios Satélites de Drones, el Leviathan se retira marchándose por donde llegó.
Hay un cierto pavoneo en la forma en cómo la nave gira y afronta el camino de retorno, una insultante muestra de superioridad incontestable.
Aunque el resultado es de EMPATE, es una forma muy sesgada de contar las cosas. El Leviathan se ha paseado por el sistema, destruyendo tres instalaciones y si no se ha llevado nada más por delante es porque la Flota Hiver se ha mantenido a distancia, si no el premio hubiera sido más suculento.
El ataque del Holandés no oculta la amenaza latente de los Locust, que están a pocos turnos de llegar a los sistemas fronterizos del sur del Imperio Hiver. Esa es la verdadera amenaza aunque el Holandés ha servido para “distraer” la atención momentáneamente. Los siguientes turnos serán duros y muy intensos porque no sé qué se puede esperar de los Locust ni qué pretenden exactamente. Sus naves Herald Moon vienen con misión de explorar y lo que preocupa es lo que anuncian (por algo son heraldos).
Algo más grande viene en camino y lo que los Locust están haciendo es anunciándolo.
Y es sólo el principio.