Re: La Guerra que acabará con todas las guerras
Publicado: 02 Abr 2014, 21:19
París ha caído
Las tropas alemanas desfilan bajo el arco de Triunfo. La resistencia francesa se quiebra por fin, y es de suponer que su gobierno pronto pedirá la paz. Inglaterra, con su flota severamente dañada y su ejército atrapado en Francia, tendrá que pedir la paz también.
En Serbia, las tropas austrohúngaras conquistan Belgrado, tras un largo asedio.
En Prusia Oriental, los rusos se acercan a las fortificaciones externas de Koenisberg. Pero es demasiado tarde para ellos. Pronto, trenes y trenes de soldados alemanes llegarán desde el frente del oeste y ese será su fin.
En Tanzania, se prepara una expedición para conquistar Nairobi.
La rebelión Zenussi cerca algunas guarniciones italianas...
Lo importante: en tan solo 12 semanas los alemanes han logrado una gran victoria aplicando el plan Schlieffen. Porque el plan Schlieffen era posible, pero:
A los alemanes les faltó decisión para aplicarlo. Enviaron refuerzos al ala izquierda, en vez de a la derecha. Y, sobre todo, enviaron refuerzos a Prusia oriental debido al temor provocado por el avance ruso. En esta campaña no he caído en estos errrores.
Por su parte, en esta partida la Entente ha cometido dos (en mi opinión) errores estratégicos. El primero y fundamental, ordenar una defensa firme adelantada, lo cual ha permitido a los alemanes destrozarlos cuando aún estaban descansados y bien abastecidos. Creo que el resultado prodría haber sido distinto si el 5ème hubiese estado en el Marne sin haber sufrido bajas. Vuelvo a repetirlo: el denostado general Lanrezac, al ordenar la retirada del 5ème sin apenas luchar, obligó también a retirarse al BEF y al 4ème, con lo que salvó a Francia y hundió su prestigio.
El otro error (nuevamente, según mi opinión) ha sido mantenerse pasivo como ruso hasta terminar su movilización. Debería haber atacado duramente, aun asumiendo grandes bajas; pero así habría retenido a las fuerzas alemanas en Prusia Oriental. De no ser por mis refuerzos provenientes de Prusia, mi ofensiva sobre París se habría detenido hacia el turno 10.
Pequeños errores de la Entente que no han influido demasiado en la partida, aunque han sido vistosos, han sido no pensar en un cruce del Danubio para cercar Belgrado gracias a ingenieros alemanes (era difícil de prever, la verdad, se me ocurrió de pronto y funcionó). Y meter a la flota inglesa en los estrechos es muy mala idea, se mire como se mire. Se queda atrapada y encajonada, lista para ser aniquilada.
Por otro lado, en este juego el azar es muy importante. Como en la vida real. El turno puede terminarse en cualquier momento.
Si a los franceses se les terminan las rondas pronto en el primer turno, les ha tocado la lotería, porque tienen que atacar a toda unidad alemana con la que contacten durante ese primer turno, lo cual es un desastre: el famoso plan 17. Mi oponente ha tenido muy mala suerte, ha tenido muchas rondas de combate en el turno 1, por lo que el ejército francés ha quedado muy tocado ya desde el principio.
Y sin embargo, los alemanes han disfrutado de muchas rondas en casi todos los turnos, un mínimo de tres, salvo en un caso, que terminó me parece tras una o dos rondas (lo cual me desesperó, aunque era estadísticamente seguro que sucedería). Eso les ha dado mucha movilidad y una velocidad casi de Blitzkrieg. (en Before the leaves fall, lo normal al principio de la partida eran dos rondas, y solo después de rota la resistencia enemiga, tres o cuatro rondas).
En resumen, además de no cometer errores estratégicos, he tenido mucha suerte con las rondas. En mis ensayos con unas pocas piezas, no pasaba de dos o tres rondas, a veces una; pero parece que al jugar con muchas unidades, haya más rondas. ¿? La verdad es que hay cosas que no entiendo en este juego; pero como también hay cosas que no entiendo de la vida, pues tal para cual.
Las flotas dependen para su supervivencia de volver a lugar seguro tras emprender un combate. Si el enemigo las sorprende en alta mar, pueden sufrir muchas bajas. Pero tarde o temprano ocurrirá, pues un turno terminará antes de lo habitual.
Y no analizo más profundamente la situación, porque tal vez Igel, mi digno oponente, no se contente con darme de bofetadas en Palestina y quiera la revancha, esta vez llevando él los Imperios Centrales.
¡Por cierto, no ha habido divorcios en nuestras casas! Es lo que tienen las victorias rápidas: al final, son mejores para todos.
Las tropas alemanas desfilan bajo el arco de Triunfo. La resistencia francesa se quiebra por fin, y es de suponer que su gobierno pronto pedirá la paz. Inglaterra, con su flota severamente dañada y su ejército atrapado en Francia, tendrá que pedir la paz también.
En Serbia, las tropas austrohúngaras conquistan Belgrado, tras un largo asedio.
En Prusia Oriental, los rusos se acercan a las fortificaciones externas de Koenisberg. Pero es demasiado tarde para ellos. Pronto, trenes y trenes de soldados alemanes llegarán desde el frente del oeste y ese será su fin.
En Tanzania, se prepara una expedición para conquistar Nairobi.
La rebelión Zenussi cerca algunas guarniciones italianas...
Lo importante: en tan solo 12 semanas los alemanes han logrado una gran victoria aplicando el plan Schlieffen. Porque el plan Schlieffen era posible, pero:
A los alemanes les faltó decisión para aplicarlo. Enviaron refuerzos al ala izquierda, en vez de a la derecha. Y, sobre todo, enviaron refuerzos a Prusia oriental debido al temor provocado por el avance ruso. En esta campaña no he caído en estos errrores.
Por su parte, en esta partida la Entente ha cometido dos (en mi opinión) errores estratégicos. El primero y fundamental, ordenar una defensa firme adelantada, lo cual ha permitido a los alemanes destrozarlos cuando aún estaban descansados y bien abastecidos. Creo que el resultado prodría haber sido distinto si el 5ème hubiese estado en el Marne sin haber sufrido bajas. Vuelvo a repetirlo: el denostado general Lanrezac, al ordenar la retirada del 5ème sin apenas luchar, obligó también a retirarse al BEF y al 4ème, con lo que salvó a Francia y hundió su prestigio.
El otro error (nuevamente, según mi opinión) ha sido mantenerse pasivo como ruso hasta terminar su movilización. Debería haber atacado duramente, aun asumiendo grandes bajas; pero así habría retenido a las fuerzas alemanas en Prusia Oriental. De no ser por mis refuerzos provenientes de Prusia, mi ofensiva sobre París se habría detenido hacia el turno 10.
Pequeños errores de la Entente que no han influido demasiado en la partida, aunque han sido vistosos, han sido no pensar en un cruce del Danubio para cercar Belgrado gracias a ingenieros alemanes (era difícil de prever, la verdad, se me ocurrió de pronto y funcionó). Y meter a la flota inglesa en los estrechos es muy mala idea, se mire como se mire. Se queda atrapada y encajonada, lista para ser aniquilada.
Por otro lado, en este juego el azar es muy importante. Como en la vida real. El turno puede terminarse en cualquier momento.
Si a los franceses se les terminan las rondas pronto en el primer turno, les ha tocado la lotería, porque tienen que atacar a toda unidad alemana con la que contacten durante ese primer turno, lo cual es un desastre: el famoso plan 17. Mi oponente ha tenido muy mala suerte, ha tenido muchas rondas de combate en el turno 1, por lo que el ejército francés ha quedado muy tocado ya desde el principio.
Y sin embargo, los alemanes han disfrutado de muchas rondas en casi todos los turnos, un mínimo de tres, salvo en un caso, que terminó me parece tras una o dos rondas (lo cual me desesperó, aunque era estadísticamente seguro que sucedería). Eso les ha dado mucha movilidad y una velocidad casi de Blitzkrieg. (en Before the leaves fall, lo normal al principio de la partida eran dos rondas, y solo después de rota la resistencia enemiga, tres o cuatro rondas).
En resumen, además de no cometer errores estratégicos, he tenido mucha suerte con las rondas. En mis ensayos con unas pocas piezas, no pasaba de dos o tres rondas, a veces una; pero parece que al jugar con muchas unidades, haya más rondas. ¿? La verdad es que hay cosas que no entiendo en este juego; pero como también hay cosas que no entiendo de la vida, pues tal para cual.
Las flotas dependen para su supervivencia de volver a lugar seguro tras emprender un combate. Si el enemigo las sorprende en alta mar, pueden sufrir muchas bajas. Pero tarde o temprano ocurrirá, pues un turno terminará antes de lo habitual.
Y no analizo más profundamente la situación, porque tal vez Igel, mi digno oponente, no se contente con darme de bofetadas en Palestina y quiera la revancha, esta vez llevando él los Imperios Centrales.
¡Por cierto, no ha habido divorcios en nuestras casas! Es lo que tienen las victorias rápidas: al final, son mejores para todos.