Pues se acabó la buena racha que había cogido:
Ahora sí, jugamos contra el Hellas Verona para finalizar la primera vuelta y ganamos, ¡bien! tres puntos más para la Fiore, que falta nos hace. Seguimos undécimos, pero a sólo seis puntos del sexto puesto que tenemos como objetivo.
Mientras en el mercado de fichajes, el Torino, que es la revelación de la liga, quiere hacerse con los servicios de Marcos Alonso. La verdad que no juega nada, pero como Pasqual ya va para mayor, tengo intención de quedarmelo para el próximo año. Tras unas primeras ofertas poco atractivas, llegan a ofrecerme una mejor, 1.8 millones, me lo pienso, pero al final rechazo la propuesta.
Mientras, Joaquín me dice que echa de menos el rebujito y las gambitas de su Andalucia natal, quiere irse. Le hago saber que no le voy a dejar salir y no se lo toma muy bien. Empiezan a crecerme los enanos en el vestuario.
Comenzamos la segunda vuelta con el mismo resultado que en la primera, perdemos contra el Lazio. Nos ha devuelto la eliminación de la copa, pero acto seguido ganamos a uno de los favoritos para el título, el Milán.
Parece que los últimos resultados agradan a la directiva, actualización de la confianza. Estable, todo un logro.
Estos buenos resultados también influyen en Vargas que parece que recapacita de su rebeldía y ahora me dice que quiere quedarse en la Fiorentina. Aprovecho para firmarle un nuevo contrato de dos años.
Ahora va a llegar un error garrafal por mi parte que va a suponer el primer cisma dentro del vestuario que os habia comentado. Llega la inscripción para las siguientes rondas de la Europa League. La verdad que ni me doy cuenta, ya que tengo a Rossi en el equipo de reservas recuperándose y no lo inscribo cuando ya llega la fecha de recuperación. El no contar con la estrella del equipo crea una espiral de enfados dentro de los jugadores, que ven cómo un menosprecio y una falta de respeto para con el jugador. Aunque parece que reaccionan bien tras mis explicaciones, trararí, tengo como 4 o 5 jugadores descontentos.
Con esta crisis en el vestuario llegan los cuartos de la copa, contra la Roma. Vamos ganando buena parte de la segunda parte y la Roma no hace nada, pero al final, en dos minutos (87 y 89) me remontan. Increible, nos quedamos fuera. Es una lástima con la buena oportunidad que teniamos de llegar a semifinales.
En la liga nos desplazamos a la casa del tercer clasificado, el sorprendente Torino. Sin lugar a dudas la revelación del torneo. Veo que no es casualidad su posición liguera y me meten un buen meneo. Empiezo a pensar que la relación en el vestuario me está pasando factura.
La directiva pide una reunión. La decepción en copa y la mala posición liguera las causas. Trago saliva y me meto en la reunión. Peloteo un poco y me echo las culpas de la mala situación. La directiva valora mi honestidad y sigo en el puesto. ¡Por los pelos!
No lo habia comentado, pero el goleador del equipo, Mario Gómez, lleva 4 semanas lesionado. Pues justo cuando vuelve a entrenarse recae del esguince de tobillo, otras 2 o 3 semanas. Eso suma ya unas 6 o 7 semanas sin él. Menos mal que Gilardino lo está supliendo muy bien. No puedo decir lo mismo de Rossi que no da pie con bola y si juega un partido tiene que descansar cuatro. Carne de traspaso.
Al menos una leyenda del club, Roberto Baggio, está a mi favor. Espero que sume en la delicada situación que me encuentro.
Continuamos con la temporada y una nueva derrota contra el Cagliari me vuelve a dejar contra las cuerdas. La moral y el descontento dentro del vestuario creo que es el gran causante del bajón.
Me piden que tengo que ganar al Molde en la UEFA, no reservo nada y me la juego. Gano fuera de casa y consigo una buena renta para la vuelta.
Para la directiva no es suficiente el resultado europeo y vuelvo a jugarmela en la liga. Pierdo contra un equipo en descenso, el Atalanta. Ahora si que me veo en la calle.
Dicho y hecho, la junta directiva me convoca a una nueva reunión. No se cómo, pero les convenzo de que me dejen un mes más para mejorar la situación. Otra vez me libro de la destitución.
En resumen, eliminado en cuartos de la copa, en Europa he conseguido un buen resultado y veo visos de pasar otra ronda, mientras que en liga mal, decimotercero a diez puntos ya de Europa. Por otro lado, la armonía y buen rollo del vestuario empieza a desaparecer, malos tiempos para la lírica.
