Tácticas en el campo de batalla
…by Lucius
Me han pedido que explique cómo las matemáticas funcionan para las diversas situaciones de combate que se producen. No obstante, antes de hacerlo, os quiero señalar que la serie Ancient Warfare no fue creada para mostrar en todo momento todos los detalles de los diferentes factores de combate asociados con diferentes armas y condiciones. Estos cálculos, aunque están presentes, se mantienen escondidos para permitir al jugador que disfrute jugando al juego y apreciando los métodos tácticos del Mundo Antiguo.
Cuando juego una partida, y he ganado muchas contra oponentes humanos y contra la IA, intento buscar la aplicación de la doctrina táctica de la época. Si aplicas los métodos tácticos usados en su día entonces el sistema de juego te dará una buena oportunidad de ganar. Vale la pena leer el documento “How to win” (Cómo ganar) que viene con la documentación del juego, en formato pdf/Word.
Las falanges por ejemplo son muy efectivas usadas de cara en combate por la acumulación de picas que pueden arrasar a las unidades enemigas. No obstante, ataca a esa misma formación desde el flanco o la retaguardia y verás cómo pierden muchos hombres. Casi siempre podrás destruir a una falange cuando la atacas por la retaguardia o cuando está moviéndose en formación de columna.
Las tácticas en el campo de batalla aplicadas desde el 3.000 A.C. hasta el 1.000 D.C. son muy similares. Estas tácticas pueden catalogarse cómo:
Tácticas ofensivas
1. Rodear desde una o ambas alas/flancos.
2. Un ataque directo frontal.
3. Emboscada (la astucia y la sorpresa a menudo garantizan la victoria antes de la batalla haya incluso empezado).
4. Asalto en una ala/flanco reforzado mientras la otra, más debilitada, mantiene la formación y evita el contacto. Por ejemplo, Alejandro en Gaugamela.
Tácticas defensivas
1. Posición fortificada.
2. Golpear y huir (hostigar).
3. Contragolpear cuando el enemigo decide usar la caballería.
La táctica correcta depende del terreno, el tipo de tropas en tu ejército y la probable composición del Ejército enemigo. Un ejército tribal germano por ejemplo es probable que tenga una gran proporción de guerreros a pie y uno poco de caballería pesada.
El maestro de la emboscada fue el cartaginés Aníbal Barca en la Segunda Guerra Púnica y todas sus famosas victorias están modeladas en el juego de la serie Ancient Warfare Punic Wars.
El ubicuo legionario romano es reconocido como un soldado tenaz, del que puedes fiarte y que puede matar 2 o 3 bárbaros antes de que caiga en combate. No obstante, sólo puedes conseguir este ratio en el juego si usas las formaciones romanas y las tácticas de su tiempo. Dado que el juego opera con un sistema de puntos donde cada hombre vale una cantidad de puntos, el soldado romano cuesta más que un guerrero tribal germano. De este manera como General romano a menudo estarás en inferioridad numérica y necesitarás matar más hombres que los que pierdes si quieres lograr la victoria.
Es cierto que al igual que en muchos ejércitos antiguos, debes mantener tu línea de formación recta y sólida, sin brechas, y no permitir que tus unidades queden aisladas o atacadas desde el flanco o la retaguardia. Incluso el famoso legionario romano no puede aguantar un tipo de embestida de este tipo.
Para apreciar las matemáticas que hay detrás, necesitamos comprender los beneficios que pueden obtenerse por llevar a cabo un buen plan táctico. Vamos a considerar una falange de hoplitas que se aproxima a una fuerza combinada persa de infantería y caballería…
Los libros de historia te dirían que la infantería persa y posiblemente la caballería estará armada con un arco compuesto y una lanza. Los hoplitas griegos sólo tienen una larga lanza y una espada; esto deja a los hoplitas seriamente expuestos al fuego de los arqueros y la falange podría perder hombres y sufrir desorganización en su línea antes incluso de llegar a contactar con el enemigo. En esta situación la táctica para los griegos es “rushear” (correr como locos) hacia los persas y hacer el contacto antes de que sus arqueros pueden provocar demasiadas bajas. El clásico enfrentamiento que demuestra esto es la batalla de Marathon. No obstante, si los persas merodean sobre los flancos y la retaguardia de la falange con su caballería los hoplitas griegos no tienen ninguna opción Aquí es donde es esencial asegurar tus flancos. Tu propia caballería o la infantería más ligera – un grupo de peltasts, por ejemplo – podría servir.
El juego cubre un gran número de modificadores de combate pero para expulsar al enemigo que esté frente a ti es necesario obtener un número positivo de modificadores al mismo tiempo. Ganar un modificador de +1 contra el mismo tipo de enemigo armado con la misma arma puede resultar en un largo combate que lentamente va erosionando al rival. Esto es lo que pasó muchas veces en las Guerras griegas donde una falange se enfrentaba a otra.
Para obtener un gran número de modificadores positivos en combate necesitas establecer unas condiciones adecuadas antes de realizar el contacto. Aquí es donde tu plan de batalla puede salir a relucir. Para ser un general exitoso necesitas llevar a las tropas mejor entrenadas y armadas contra el punto débil del Ejército enemigo.
Por ejemplo, tu caballería pesada puede expulsar a un grupo de hostigadores enemigos pero ten cuidado que no te estén llevando a una trampa donde el enemigo pueda contraatacar con su caballería o llevarte al alcance del fuego enemigo y debilitar tu fuerza.
Ahora os mostraré un pequeño encuentro donde las tácticas adecuadas pueden jugar un papel fundamental.
Abajo podéis ver una fuerza romana combinada de infantería y caballería que se encuentra con una fuerza de partos formada por arqueros a caballo y catafractas (caballería extra pesada).
Juego con los partos y mi táctica es sacar de quicio a la caballería romana hostigándola con los disparos de mi caballería ligera (usando los arcos) y entonces destruir la caballería que queda aislada con mis catafractas. La etapa final es girar hacia los legionarios aislados, desorganizarlos con lanzamiento de flechas y luego sobrepasarlos con la fuerza más potente de mis catafractas. La batalla de Carrhae viene a la mente como un ejemplo de lo exitosa que esta táctica puede llegar a ser. El ejemplo aquí usado es partiendo ambos bandos con el mismo número de puntos.
Fijaros que la mayoría de la caballería parta (la caballería ligera) está dispuesta con la formación del círculo cántabro, dándoles en potencia el doble de poder de fuego de lo que tendrían normalmente. El punto negativo de esta formación es que el movimiento es más lento y es menos efectiva en caso de melé.
En el turno 3 la caballería romana decide que ya tiene suficiente y carga:
La caballería romana queda fuera de combate muy pronto. Para el turno 5 toda ella está huyendo o eliminada y los partos pueden ahora centrarse en la infantería romana.
Para el turno 6 los legionarios están tan tocados que ya están listos para ser despachados por una carga final de catafractas:
Y aquí está el resumen final. Una victoria total de los partos.
