El día más grande de Jackson: la larga marcha y el flanqueo
Lee y Jackson habían llegado a la conclusión que
flanquearían al enemigo dividiendo su ejército en tres. Para hacerlo tendrían que adentrarse por un terreno densamente arbolado, donde un ejército apenas podía moverse o desplazarse, conocido como
Wilderness. Era un bosque extremamente denso, con arbustos y ramas por todas partes. Casi parecía una jungla. El flanco derecho del ejército de Hooker estaba defendido por el XI Cuerpo. En sus planes defensivos para el día siguiente sus mandos habían llegado a la conclusión que el flanco derecho del XI Cuerpo estaba bien cubierto por el Wilderness, casi impenetrable. Así que las tropas federales no estaban preparadas para lo que iba a ocurrir al día siguiente.
El ejército de Lee contaba con un par de hombres que habían vivido y vivían aún en el Wilderness y contaron a Jackson que conocían varios caminos que cruzaban el bosque y que iban a parar justo al flanco del ejército enemigo. Eran unos caminos más parecidos a senderos que otra cosa por donde apenas podrían moverse pero que sería suficiente para que el flanqueo pudiera llevarse a cabo si partían pronto.
A las 4 de la mañana Jackson se despierta y se dirige a Lee, el cual le está esperando. Este diálogo es verídico, tomado al pie de la letra por documentos oficiales. Robert E. Lee:
“Bien, General Jackson, ¿qué se propone hacer?”.
El general Jackson, moviendo su dedo sobre la ruta indicada en el mapa, dijo:
”Propongo ir directos aquí”
El General Lee replica:
”¿Con qué se propone ir hacia allí?”.
El general Jackson le contesta:
”Con todas mis tropas al mando”
El General Lee dice entonces:
”¿Qué me dejará aquí para hacer frente al ejército federal?”
Jackson le replica:
”Las dos divisiones que tiene usted aquí”.
El General Lee, después de un momento le contesta:
”Bien, adelante”.
El ejército al mando del General Jackson encargado del flanqueo incluye la infantería de tres divisiones (Rodes, Colston y A.P. Hill)-15 brigadas, 29.400 hombres en total. El apoyo de artillería será de 27 baterías con 108 cañones.
Tres regimientos y medio de la caballería de Stuart servirán de pantalla para cubrir el flanqueo y hacer de pantalla por si los federales intentan descubrir lo que ocurre.
El General Lee se quedaría con 7 brigadas, 13.915 hombres. Si se le añade las brigadas de caballería y artillería en total el General Lee se quedaría sólo con 14.900 hombres. Delante suyo en Chancerllorsville tendría a todo el ejército de Hooker formado por unos 70.000 hombres. La situación es peligrosa, casi desesperada pero la decisión está tomada.
Habiendo ignorado los libros militares de texto y dividido su ejército ante la presencia de fuerzas superiores en cada anterior campaña que había combatido, semejante movimiento no era nuevo para Robert E. Lee. Pero habiendo dividido su ejército en dos y entonces dividirlo de nuevo en una parte más en menos de 24 horas, literalmente bajo los cañones de un ejército dos veces superior en tamaño al suyo propio, era algo sin precedentes.
Ya que Lee había apreciado la situación y medido a su oponente, el riesgo se volvía aceptable.
En el este la otra parte del ejército confederado formado por unos 12,400 hombres bajo el mando de Jubal Early mantenía una fuerte posición ante un ejército federal de 30.000 hombres, bajo el mando de Segdwick. Las fuerzas de Early eran libres para responder adecuadamente a un ataque federal. Si la presión era muy fuerte se retirarían escalonadamente, ganando tiempo hasta reunirse con el ejército de Lee. Si no eran atacados duramente aguantarían firmes y rechazarían al enemigo.
La marcha de Jackson pasaría a los anales de la historia militar. Partiendo sobre las 4 de la mañana el ejército de Jackson inicia una de sus famosas marchas cuyos hombres conocen tan bien de anteriores campañas, sobre todo realizadas en el valle del Shenandoah donde tuvieron que enfrentarse también a fuerzas superiores. Los hombres de Jackson están acostumbrados a las largas marchas. Los guías les llevan por caminos y senderos. Van descansando cada cierto tiempo para que todos estén listos y en plena forma cuando llegue el momento de atacar.
Después de horas de haber partido, sobre las 15 o 14 horas de la tarde, el ejército de Jackson se ha apostado en el flanco del ejército federal, concretamente del XI Cuerpo de Howard.
Hasta la llegada de Jackson a sus posiciones de combate, Robert E. Lee había ordenado a sus apenas 14.000 hombres que combatieran duramente, como si todo el ejército confederado estuviera allí. Gritando, luchando y disparando, consiguieron mantener una dura batalla contra las primera líneas federales, que adoptaban un papel defensivo, papel que incomprensiblemente había tomado el general Hooker. Imaginaos la escena y observar la imagen de arriba. El XI Cuerpo federal, lejos de la refriega contra el ejército de Lee y sin pensar en que pronto sería atacado, tiene a su brigadas enfiladas totalmente en otra dirección. Muchos hombres descansan, comen y hablan tranquilamente en el campamento, al lado de sus tiendas de campaña.
De pronto se oye el grito ensordecedor de casi 30.000 rebeldes que salen perfectamente alineados del Wilderness, disparando como cosacos y sedientos de victoria, todos gritando como demonios. La sorpresa entre los federales es absoluta y el caos se apodera del XI Cuerpo Federal, que huye despavorido hacia Chancerllorsville bajo un fuego granizado a quemarropa de 30.000 soldados del Sur.
Las pocas tropas federales que oponen resistencia se ven arrastradas por las que huyen y se va haciendo una bola de nieve. El avance confederado es rapidísimo, capturan y cruzan el campamento federal sin apenas problemas. Alguno de los mandos confederados narraría luego que había grandes cantidades de armas aún puestas en largas hileras, sin usar. Los federales habían huido tan rápido que no habían cogido ni sus armas. El caos es tremendo. En Chancerllorsville empiezan a llegar miles de soldados que no son seres humanos, son animales aterrorizados. El ejército de Jackson ha creado una brecha enorme y aunque algunas brigadas federales han opuesto resistencia, las tropas confederadas son demasiadas y rompen cualquier intento de detenerlas. Las bajas por muertos y capturados entre los federales es enorme. Algunas brigadas pierden casi el 40 y el 50% de sus efectivos en menos de una hora.
Para el anochecer la visibilidad dificulta el avance y los federales se reorganizan mientras Jackson y sus fuerzas hacen lo propio. Pero Jackson es un brillante táctico y estratega. Quiere seguir presionando de noche y se prepara para combatir. Sus palabras son: "
Ante un ejército que se retira desorganizado, derrotado y desmoralizado no hay que darle cuartel. Hay que perseguirlo y destruirlo completamente. Romper su espíritu de lucha y que no pueda volver a presentar combate.
Early no ha tenido problemas en el este porque el ejército de Sedgwick apenas se ha movido y Lee tampoco. Jackson, con casi la mitad del ejército confederado se ha enfrentado a un cuerpo entero de ejército federal y lo ha puesto en fuga, tomando grandes cantidades de munición y cañones.
Es difícil hacerse a la idea pero el éxito de este flanqueo sería la gesta más grande de Jackson, el punto culminante de su carrera pero desgraciadamente fue su última acción con vida. Mientras Jackson volvía de una inspección rutinaria a caballo para tantear en esa noche las defensas federales sus propios hombres le tirotearían, cayendo gravemente herido. Ocho días más tarde moriría.
Chancerllorsville sería la victoria más grande del ejército confederado pero también uno de los días más tristes para el Sur. Como dijo el General Lee:
”no hay nada que compense la pérdida de un hombre tan extraordinario”
La batalla continuaría al día siguiente con una lucha muy dura de posiciones. El Sur tomaría ciertas zonas elevadas y gracias a ello su artillería acabó obligando al ejército de Hooker a retirarse y cruzar el río de nuevo pero esta vez de vuelta a casa. El ejército de Sedgwick por fin atacaría pero ya es demasiado tarde. Ante la retirada de las fuerzas de Hooker, Lee iría reforzando a Early con lo cual Sedgwick viéndose en inferioridad numérica acabaría cruzando también el río.
Os dejo unos mapas de las acciones finales:
Espero que os haya gustado.