El Macarena es un hotel que está bien, está cerca de todo y te quitas los engorros del centro (tráfico, estrecheces, bulla según el día).
En Sevilla se va a todos los sitios andando, por lo menos los turistas. Es una ciudad muy cómoda porque no tiene cuestas y las calles del centro son agradables para pasear. Desde el Macarena hasta la Giralda, por poner un ejemplo, se tarda algo menos de una hora, pero lo ideal es que tardes 3-4 horas

. Te sales a las 9 del hotel, desayunas por la Basílica, pateas las calles Feria/San Luis, echas un vistazito por el rollo hippie de la Alameda y para el golpe birril de la una ya estás en la Catedral o en el Salvador según gustes. ¿Qué prefieres el rollo nocturno? Pues lo mismo pero sales a la hora de los toros y para las nueve de la noche ya estás en el segundo tercio

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Por el centro centro mismamente, o sea Catedral y todo eso, hay que tener cuidado. La terraza del M, como te han dicho, mola un montón, sobre todo al atardecer, pero prepárate para soltar cinco napos por un vino corriente y 12 por el trago largo, a precio de lupanar. Curiosamente, si pides el vino por botella el precio es razonable, pero a unos 100 metros hay otra terraza similar y la mitad de barata, la del Hotel Doña María (detrás del Arzobispado). Para tomarte una caña en esa zona te vale cualquier cosa MENOS la calle Alemanes. Ahí es todo para guiris, por lo general mala calidad y muy caro; sólo se salvan un par de pizzerías pequeñas donde puedes reponer fuerzas con un par de porciones, están muy buenas y son baratas.
A mí me gustan mucho El Perejil, Las Columnas y uno de Semana Santa que no recuerdo cómo se llama, todos en Mateos Gago, al lado de la Catedral, o el Fabiola en la calle del mismo nombre, muy barato y agradable. Para comer, mis recomendaciones son Ovejas Negras, La Mamarracha o La Chunga. Los tres garitos son de la misma empresa pero con cartas ligeramente diferentes, y no esperes la típica comida tradicional. Salen por unos 20 euros por persona a la carta con la bebida pero sin pedir jamón

. También muy cerca hay un sitio nuevo de un amiguete mío, para mí con una relación calidad-precio excelente, El Pintón. Sale un poco más barato y hay que pedir cualquiera de los arroces que tengan.
Para la copita pásate por el Second Room o el Barroco, en la calle Placentines, y pregunta por mí. Alguno habrá que me conozca

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Más cositas que te pueden interesar, pero sin entrar en demasiados detalles para no alargar esto: el Hospital de Los Venerables, con algo de Velázquez y al lado de la taberna El Laurel, donde supuestamente Don Juan se quejaba ("¡Cuán gritan esos malditos!"); cualquiera de los museos del Parque María Luisa, que son muchos y poco conocidos; entrar a alguna de las numerosas iglesias mudéjares (mi favorita es San Marcos); el espectacular palacio de los Condes de Lebrija en la calle Cuna; o un paseo bien largo por cualquiera de las dos orillas del río, al atardecer es un hervidero de todo tipo de gente, más familiar en la orilla trianera y alternativo y juvenil en la de más acá.
Por último, Cádiz. Olvídate del autobús, hay infinidad de trenes que son más cómodos y baratos, y encima se llega en nada. Hay trenes de Media Distancia y creo que también Alvia y cosas de ésas, que te dejan en pleno centro de la ciudad. Pero es que Cádiz es todo centro, porque lo que está más allá de Puerta Tierra no es Cádiz, son
beduinos. Es una ciudad perfecta para recorrerla sin prisas y, sobre todo, sin mapa. Es imposible perderse por lo pequeña que es. Para mí lo más interesante es la ciudad en sí misma, pero si quieres monumentos tienes el Castillo de San Sebastián, la Catedral o palacios y museos, además de una torre palomar con cámara oscura (en Sevilla hay otra similar muy cerca del hotel Macarena, pero no pasa de ser una curiosidad).