By Batten, sargento de Bravo

Nos insertamos en lanchas junto al Ptn.Charlie en el punto fijado, y nos dirigimos a las coordenadas 124-076. Iniciamos la aproximación al pueblo de Orlovets.

Entramos en Orlovets, y minamos en coordenadas 123-073 sector S-O (entre las dos casas. Establecimos contacto con vehículos policiales en la salida O del pueblo, y los neutralizamos; tuvimos un herido leve.

Estabilizando el herido apareció un Mi8, unos 200m al oeste, y dejó un pelotón de paracas. Se neutralizaron algunos elementos de esa unidad, y el Mi8 recibió un impacto de Igla mas unas mil balas. Como quién oye llover.

A continuación y en dos pasadas con cohetes, dejó a todo el pelotón fuera de combate.

By Leta

Desde el punto de vista de Azul de Bravo:

Una vez desembarcado Charlie y asegurada la LZ, desembarcamos Bravo a su izquierda. Nos dividimos en dos escuadras (Rojo + Azul una, Oro + Verde otra). Avanzamos a través del bosque, primera escuadra en cabeza, segunda 50 m. por detrás hasta llegar a la vista de Orlovets sin haber visto más que a civiles corriendo por el campo. Se oyeron motores y Alfa, desde la distancia, nos confirmó que eran coches de policiía así que nos desplazamos fuera de la vista del pueblo en dirección E hasta alcanzar la primera casa: un caserón con valla de ladrillos. Azul la revisó mientras Rojo vigilaba y una vez asegurada la posición se llamó al resto del pelotón. Después de minar la carretera, la primera escuadra, Rojo a la izquierda, Azul a la derecha, avanzó hasta el final del pueblo sin encontrar resistencia. Llegados hasta el final, apareció un coche de policía. Advertimos al resto y nos escondimos. Paso sin vernos pero al regresar nos vieron, se pararon, bajaron del coche y dispararon con sus pistolas. Fueron rápidamente abatidos aunque Lex resultó levemente herido. Rojo fue a buscar al médico mientras Azul mantenía la posición adelantada.

En esto, apareció el helicóptero, seguramente alertado por los policías. Antes de poder agruparnos para dispararle, comenzó a desplegar paracaidistas. Siendo esta una operación encubierta, el sargento Batten consideró que la Convención de Ginebra no era aplicable, así que disparamos a los paracaidistas, aunque ignoramos si abatimos a todos: cayeron detrás de una pequeña elevación, fuera de nuestra vista.

Una vez perdidos de vista los paracas, nos dedicamos al helicóptero: todos y cada uno de los miembros de Bravo comenzamos a dispararle, gastando una media de 4 cargadores enteros en él, sin resultados visibles. Ni siquiera un misil de Igla disparado contra él le hizo nada. El heli no estaba devolviendo el fuego; quizá no iba artillado. Sin embargo, en una de estas, enfiló el pueblo y comenzó a lanzar cohetes contra Azul (Lann y yo) que estábamos refugiados detrás de una cabaña de madera. De poco nos sirvió la protección ante la lluvia de metralla. Ambos resultamos gravemente heridos. Buka y Lex llegaron algo más tarde, cuando pudieron acercarse y nos recogieron. Pero cuando estaban a punto de llegar a la posición del médico, el helicóptero nos volvió a localizar y tumbó al menos a Buka (Perdí de vista a Lex. Creo que soltó a Lann y fue a pedir ayuda pero eso lo tendrá que contar él.).

Algo más tarde, ya casi muertos, vimos aparecer a alguien con el MAAWS (no se si Tany o Lex). Se acercó hasta nuestra posición pero mientras intentaba atender a Buka apareció un enemigo por detrás y le abatió. Allí quedamos la primera escuadra entera muertos.

By Garrigues

A las 2:25 empezamos a armarnos en el barco, en 5 minutos estamos listos y nos ponemos a la espera de que salgan los otros dos pelotones. A las 2:48 despega el helicoptero y llegamos a la fabrica en unos 3 minutos, nos acercamos y entramos dentro del perimetro para inspeccionarla y vemos que esta limpia. Observamos que hay un coche de policia patrullando de Polana a Orlovets, observamos su patron y nos dirijimos al punto Victor 1 por el sur de la fabrica en el momento ideal para que no nos vea dicho coche de policia. Sobre las 3:20 coronamos el punto victor 1 y escuchamos disparos del peloton bravo, ya saben que estamos aqui por lo que nos aproximamos rapidamente a Polana y a las 3:40 mas o menos iniciamos la aproximación a la casa donde se encuentra Omar para asaltarla, vemos al menos 2 policias sin arma visible y al menos 1 soldado armado, en cuanto entramos a la casa y el cabo Cetme abate un soldado que habia dentro, el enemigo se alerta y reacciona rapidisimamente y caigo muerto en combate.

By Leta

El coronel Grande descendió de la lancha al embarcadero de la motonave de desembarco. Estaba cubierto de la cabeza a los pies de barro y sangre. Incluso antes de poder colgarse al hombro su G36 vio como un subteniente de la marina se acercaba a buscarle.

- ¿Coronel Grande?

- Si, subteniente, soy yo. ¿Que desea?

El General Lacombe le espera. Ha llegado hace una hora en helicóptero. Me ha pedido que le diga que se presente inmediatamente ante él.

- ¿Puedo al menos cambiarme de ropa? - refunfuñó el coronel, enseñando los dientes y con evidente disgusto.

- Lo siento, mi coronel, pero el general me ha dicho que “inmediatamente”.

- Está bien, subteniente... - suspiró el coronel -. Lléveme con él.

Mientras caminaba lentamente siguiendo al marino, el coronel Grande volvió la cabeza hacia sus hombres.

- ¡Sargento!

- ¿Si, mi coronel?

- Encárguese de poner a buen recaudo el “paquete” que nos hemos traído. Atiendale bien, pero no le quite el ojo de encima.

- A sus órdenes, mi coronel.

El subteniente, que se había detenido impaciente mientras duraba la conversación, reanudó la marcha. Subió unas estrechas escaleras hasta la segunda cubierta, guiando al coronel por estrechos pasillos grises hasta una puerta metálica cerrada, a la que llamó suavemente con los nudillos.

- ¿General Lacombe?

- Adelante.

El subteniente tiró de la palanca que cerraba herméticamente la puerta y se apartó para dejar pasar al coronel. Este entró en el pequeño cuarto de mapas, ocupado solamente por una mesa de madera con un par de sillas con ruedas, un par de archivadores y una carta marina desplegada sobre un tablero en la pared. Tras la mesa, estaba el general Lacombe, fumando como de costumbre, en una de las sillas.

- Mi general...

- Tome asiento, coronel.- contestó el general tras corresponder al saludo del coronel con un breve gesto.

El coronel se acercó a la pared del mapa y lentamente descolgó el G36 del hombro, dejándolo apoyado en ella. Después se quitó la mochila, colocándola junto al fusil. Se desabrochó el casco y lo dejó sobre la mochila, mostrando el pelo apelmazado por el sudor y la mugre acumulados durante la misión y una frente grotescamente blanca en comparación con el rostro cubierto de barro seco que había debajo. Después, se acercó a la silla y se derrumbó literalmente en ella.

- Usted dirá, mi general.

Antes de decir nada, el general abrió uno de los cajones de la mesa y sacó una botella de Johnnie Walker etiqueta negra y un par de vasos de cristal grueso. Escanció una buena medida en cada uno de ellos y acercó uno al coronel.

- Beba. Es una orden.

El coronel tomó el vaso y lo vació de un solo trago mientras el general hacía otro tanto. Volvió a dejar el vaso y el general Lacombe sirvió de nuevo.

- Gracias, mi general. De verdad que lo necesitaba.

- Lo sé. Luego rellenará los informes correspondientes pero antes hágame un resumen de la misión. ¿Consiguieron el objetivo?

El coronel bebió un sorbo más antes de responder.- Si, lo conseguimos. Ahora mismo mis hombres lo están custodiando hasta que alguien se haga cargo de él.

- Bien, no esperaba menos de usted y sus hombres. Aunque por su aspecto, parece que no fue fácil.

- Fue una carnicería - dijo el coronel, cerrando los ojos mientras las escenas de muerte que acababa de vivir volvían a pasar delante suyo como si se tratara de una película de acción -. He perdido un pelotón completo y parte de los otros dos. La mitad de mis hombres. Y de los supervivientes, al menos la mitad están heridos. Una masacre, una auténtica masacre...

El coronel apuró el vaso y se recostó en la silla fijando la vista en el techo. Otra “victoria” como esa y no le quedarían hombres que mandar.

- Ya sabía que eso podía pasar, coronel...- apuntó con seriedad el general.

- Si, lo sé - contestó el coronel enderezándose -. Pero creo que nunca me acostumbraré a ello.

- No. Acostumbrarse a ello es imposible - dijo el general, casi para si mismo.

El coronel dejó su vaso vacío en la mesa.

- ¿Y ahora, que?

- Ahora, una unidad del Servicio de Inteligencia de la ICE que ha venido conmigo en el helicóptero se hará cargo de Omar. Lo trasladaremos en secreto a Berlín para interrogarle. Necesitamos que nos cuente algunas cosas.

- Supongo que no esperará que le cuente lo que usted quiere por las buenas, ¿no? - comentó irónicamente el coronel -. No parecía muy bien dispuesto cuando lo traíamos para acá. No paró de insultarnos a gritos durante toda la travesía.

- Los muchachos de inteligencia harán que se sienta dispuesto. Si no quiere contarnos las cosas por las buenas, utilizaremos drogas. Y si así tampoco, a hostias. Al final hablará. Todos lo hacen - dijo con firmeza el general. - Usted, no se preocupe. Descanse y procure que descansen bien sus hombres. En cuanto salga usted de aquí, ordenare que preparen reemplazos y que los envíen directamente a Eindhoven para que se incorporen a su unidad.

- Gracias, mi general. Con su permiso, voy a ver si mis hombres están bien atendidos antes de darme una ducha y redactar el informe.

- Por supuesto, coronel. Repasaremos ese informe cuando haya descansado. Retírese.

cdmdlr escribió:
Solo una duda: ¿pudisteis recuperar los cuerpos de nuestros muchachos o han quedado en Chernarus?
Por las imágenes me temo que lo segundo. Eso tendrá consecuencias para el futuro, me imagino.

razanon escribió:entiendo q entonces es con la bdi, no entre nosotros

By Leta

El dia era anormalmente caluroso para el clima holandés en esa época y los soldados, en el campo de entrenamiento, sudaban a chorros mientras el sargento Kaba les hacía correr, trepar y arrastrarse por la pista americana. Hacía apenas una semana que habían llegado los nuevos reclutas que iban a reemplazar a los caídos en Chernarus y se estaban poniendo en forma rápidamente. “Aunque nada podrá reemplazar realmente a aquellos hombres” pensaba con tristeza el coronel Grande mientras observaba la escena desde la ventana de su despacho del cuartel de la ICE en Eindhoven.

Unos ligeros golpes en la puerta le sacaron de su ensimismamiento. Sin volverse contestó a la llamada.

- Adelante.

La puerta se abrió para dar paso a la figura sencilla pero enérgica del general Lacombe, con un traje de paisano gris y una sencilla corbata de color perla sobre una impecable camisa de lino.

- Coronel...

- ¡Caramba, general Lacombe! No esperaba verle por aquí tan pronto. Siéntese, por favor, siéntese.

El general sonrió y se acerco a la sencilla silla de despacho que el coronel le señalaba.

- Gracias, coronel. Yo tampoco esperaba pasarme por aquí tan pronto pero hay un par de asuntos de los que me gustaría hablar con usted y que prefiero tratar cara a cara. Además es más seguro - dijo el general mientras guiñaba un ojo -. Por cierto, ¿que tal van los nuevos reclutas que le envié?

- Progresan bien, general. Se han adaptado enseguida a nuestros métodos. No se de donde los habrá sacado, pero apuesto a que no son simples reclutas... - apostilló socarronamente el coronel Grande, mostrando media sonrisa.

- No puedo decírselo, coronel, pero he procurado encontrar los mejores elementos de media docena de ejércitos europeos para traérselos bien fresquitos. Creo que después del magnífico trabajo que hicieron en Chernarus se merecen contar con lo mejor de lo mejor.

- Gracias, mi general. Sabremos corresponderle.

- De nada, es lo menos que podía hacer. Y ahora, ¿le importaría ofrecerme un café?

- Claro, mi general. Bien negro, muy caliente y sin azúcar, como de costumbre - dijo el coronel mientras se acercaba a una cafetera de filtro situada tras la mesa de su despacho y servía un café en una enorme taza de loza -. Y... ¿que hay de nuestro amigo Stefan, mi general? ¿está colaborando?

- Pues precisamente de eso quería hablarle - respondió el general mientras tomaba la taza que le ofrecía el coronel -. Nuestro común amigo está contándonos hasta su operación de fimosis. Da gusto oírle.

- Vaya, me alegra saberlo. Y, ¿a que viene ese repentino cambio de actitud? ¿le han aplicado mucha “persuasión”? - preguntó el coronel sentándose de nuevo en su silla.

- Pues no, eso es lo mejor del caso - dijo el general mientras sorbía su café, paladeándolo con evidente satisfacción -. Omar “el ruso” ha comprendido mejor que bien que somos su mejor baza para continuar vivo una temporada más. Estamos en disposición de esconderle por un periodo indeterminado de tiempo, lo que no quiere decir que le vayamos a soltar alegremente, pero al menos podemos garantizar su seguridad frente a la legión de personas deseosas de borrarle del mapa. A cambio de información clara y precisa, por supuesto.

- No es que me haga muy feliz ver a ese cabrón fuera de la cárcel pero si ha de ser por una buena causa... - comentó el coronel con evidente disgusto -. En fin, mi general, si usted cree que esta es la mejor manera de tratarle, lo acepto. Estoy seguro de que ha sopesado todas las posibilidades y esta es la mejor de las alternativas. Ya sabe que si no estuviera de acuerdo con usted, se lo diría bien claro.

- Lo se, coronel - respondió el general, recordando algunas discusiones anteriores con el coronel que solo terminaron haciendo valer su grado -, pero prefiero que sea sincero y me contradiga si cree que no tengo razón a que me haga la pelota y me deje equivocarme, ya lo sabe. Bueno, el caso es que entre las cosas que nos ha dicho Fishta hay una que requiere de atención inmediata. Y ahí es donde entran usted y sus hombres.

- Pues usted dirá, mi general. Un poco de acción será la mejor medicina para curarnos de los malos recuerdos.

- Me alegra ver que están dispuestos, coronel. Los detalles se los daré codificados junto con mapas, fotos y todos los datos necesarios, como de costumbre, pero quería adelantarle algo para que pudiera ir preparando adecuadamente a sus hombres para la misión.

- ¿Volveremos a Chernarus? - inquirió el coronel apretando los dientes -. No me importaría cobrarles a aquellos desgraciados algo de lo que nos deben.

- Todavía no, coronel, todavía no - respondió el general apaciguando al coronel con un gesto de la mano - . Ya habrá oportunidad, pero de momento, tendrán que ir a Duala.

El coronel se echó hacia atrás y fijó su mirada en el techo mientras suspiraba - Estupendo, selva y mosquitos.

- No se queje, coronel - sonrió el general Lacombe -, podría ser peor. Tenga en cuenta que falta bastante para la época de lluvias. Solo tendrá que preocuparse de las serpientes.

- ¿Y que se nos ha perdido en esa isla del demonio? - contestó riendo el coronel.

- Pues según Fishta, Duala es el mayor centro de tráfico de armas de toda África - dijo el general, recuperando de golpe la seriedad -. Las armas llegan hasta allí entre la ayuda humanitaria de la ONU y desde allí parte se quedan en Duala y parte se distribuyen a los señores de la guerra de Somalia, Eritrea, Congo y media docena de países más con estupendos beneficios para todas las partes.

- ¿Entre la ayuda de la ONU, dice? Un asunto muy feo...

- Y que lo diga, coronel. Las tropas de la ONU en Duala, encargadas de repartir la ayuda, son de origen ucraniano y sus mandos están pringados hasta el cuello. No sabemos si el resto de las tropas están al tanto pero eso es algo que tendrá que averiguar usted. Según Fishta, allí hay almacenadas armas como para empezar una guerra.

- Lo averiguaremos, mi general - dijo con seguridad el coronel -. ¿Otra taza de café?

- Se lo agradezco coronel – dijo Lacombe alargando la taza para que el coronel Grande se la llenara de nuevo -. Hay otro tema del que me gustaría hablarle...

- Usted dirá - respondió el coronel tomando asiento de nuevo. “Mal asunto” se dijo “las malas noticias siempre las deja para el final”.

- Pues verá, en primer lugar tendrá que hacer dos equipos. No podrá llevar todos los efectivos a Duala. Les necesito en otra parte.

- Le escucho.

- Una de las peticiones que nos hizo Omar es que protejamos a su mujer y su hija. Hemos accedido a cambio de su colaboración. Ambas están en un piso seguro en Alemania. Sabemos que las están buscando aunque por el momento creemos que no han averiguado su paradero. Pero la situación se está... digamos “calentando” rápidamente y ahora mismo no podemos saber por cuanto tiempo podremos mantenerlas allí en secreto. Se impone un traslado.

- Y ahí entramos nosotros - dijo el coronel con un gesto de asentimiento.

- Exacto - convino el general. - Los hombres que usted designe se encargaran de la seguridad del traslado. Las sacaremos del piso franco y las llevaremos a un aeródromo en desuso donde les estará esperando un transporte que las trasladará fuera del país. Si todo va bien, será un trabajo rutinario seguido de un par de días de descanso para sus muchachos. Pero si hay algún contratiempo...

- … apechugaremos con lo que venga y trasladaremos a toda costa a las dos mujeres hasta el aeródromo - terminó el coronel Grande.

- Eso es.

- Con franqueza, le diré que no me hace mucha gracia hacer de niñera de la familia de Fishta - refunfuñó el coronel Grande - pero si usted lo juzga necesario...

- Lo es. Créame que tampoco me hace gracia plegarme a las exigencias de ese desgraciado pero está colaborando y necesitamos que lo siga haciendo.

- Lo entiendo, lo entiendo... - agregó el coronel sorbiendo su café y zanjando el asunto con un gesto de la mano.

- Bien. Una cosa más antes de marcharme. Estén preparados mañana a las 0500. Les enviaré unos cuantos camiones. Nos trasladamos de aquí a un lugar más discreto.

- ¿Y eso? - comentó sorprendido el coronel

- Bueno, como ya sabe nuestras actividades no son todo lo “legales” que deberían a ojos de los políticos europeos así que vamos a trasladarnos a Utes, en pleno Mediterráneo. Hay allí unas instalaciones que acabamos de acondicionar y que nos servirán perfectamente como base de operaciones. Desde allí podremos movernos hacia donde queramos sin llamar la atención.

- Bueno, me parece bien, mi general. Siempre me ha gustado el clima mediterráneo. - respondió sonriendo el coronel.

- Estupendo, estupendo. Me alegro de que le guste la idea. Y además, de paso, podrá cuidar de un amigo que ha llegado allí hace poco. - añadió con sorna el general Lacombe.

- No me joda... - contestó el coronel dejando caer la cabeza contra la mesa.

Cetme escribió:Pero no te desanimes que seguro que nos toca combate urbano para dar y tomar...

By Soulman

MISIÓN 2-A. Duala

SITUACIÓN

La traída de Omar ha empezado a dar sus frutos. Enseguida se hizo cargo de la situación y no está costando nada sacarle información. Este hombre tiene claro que en nuestras manos está mas seguro que en las de cualquier otro.
El estado de Chernarus ha presentado una queja formal a la ONU por la intromisión en su territorio por parte de desconocidos. Rusia acusa a los americanos y estos a los rusos. Al-qaeda ha puesto en marcha toda una hola de atentados en Takistán y el estado de Esbequistán por temor a una escalada de violencia en su territorio ha dado a los americanos un mes para que abandonen el país


INFORMACIÓN

Duala fue colonia francesa hasta 1965, desde entonces se ha visto envuelta en continuas guerras civiles entre varios grupos tribales. Durante los años setenta llegó al poder el partido comunista con clara participación de la URSS, que desde allí logró canalizar toda la ayuda posible a estados africanos con clara influencia soviética.
Desde la caída del telón de acero la isla volvió a vivir otra etapa convulsa, la oposición al régimen comunista tomó el poder y se volvieron a reproducir las viejas guerras entre las distintas tribus, hasta que en el 1995 se estableció un poco de orden gracias a la intervención de la ONU. En este período y con clara intervención del desgobierno de Somalia, el islamismo fue acumulando poder. A día de hoy se mantiene un gobierno que se rige por la ley islámica.
Los datos aportados por Omar sitúan a esta isla como una de las principales entradas de armas tanto a África como células terroristas en Europa.


BRIEFING

En la base de ONU se encuentran desplegadas unidades del ejército Ucraniano, desde su presencia en la zona se vive una calma tensa, supeditada al mantenimiento del acuerdo entre el gobierno de Duala y mandos ucranianos. La supuesta ayuda humanitaria procede directamente de Ucrania y en algunos casos de los propios fondos de la ONU. Pero entre los contenedores de alimentos y ayuda para infraestructuras viajan las armas. Casi todas son armas ligeras, explosivos y antitanques. Los cargamentos llegan vía aérea directamente a la base de la ONU, que las custodia bajo pabellón internacional y luego las entrega al gobierno de Duala.
Según hemos podido contrastar de las informaciones aportadas por Omar, el pago de estas ventas iban directamente a una cuenta del estado ucraniano en Chernarus, que luego aportaba la cantidad acordada al propio Omar.

Nos hemos marcado como objetivo la destrucción del almacén de distribución de armas perteneciente al gobierno de Duala, pero desconocemos su localización. Carecemos de agentes e información de la isla y montar un dispositivo para infiltrar a un agente nos llevaría meses, y no disponemos de ese tiempo. Con Omar desaparecido debe de haber mucha gente ahí fuera bastante nerviosa y cualquier movimiento fuera de lugar levantaría sospechas, lo que pondría al gobierno de Duala y a las tropas de la ONU sobre aviso. Desconocemos el grado de implicación de Naciones Unidas en este asunto.
Por lo tanto será la propia unidad ejecutiva del ICE la que recabe toda la información necesaria para establecer la ubicación exacta del almacén. Francia nos ha proporcionado unas posibles localizaciones de dicho almacén.
Al norte de Duala Francia mantiene presencia militar en un pequeño aeropuerto. Ahí tiene desplegado a un pelotón de la Legión Extranjera y hemos recibido autorización para disponer de sus instalaciones.
Nuestro objetivo es localizar el almacén de armas del gobierno de Duala, desde donde se distribuyen las armas a los terroristas. Debemos tomar fotos de el para presentar un informe completo a la ONU. Tomaremos también fotografías de las bases de la ONU en el sector. Y para una futura incursión buscaremos un lugar seguro para inserción y extracción.
No queremos que nos pase como en la primera misión, donde por falta de información un helicóptero hizo estragos entre nuestros hombres. Cualquier información sobre tropas hostiles en el sur debe ser recabada por nuestros hombres y aportadas al informe.

DETALLES DE MISIÓN

Día: 25 Octubre.
Hora: A determinar por Centro de Mando.
Pelotones: A determinar por Centro de Mando.
Vehículos disponibles: A determinar por Centro de Mando.
Objetivos: Localizar almacén de armas del gobierno de Duala. Informe sobre fuerzas hostiles al sur de la isla. Informe sobre tropas de la ONU en el sector.
Información adicional:
Anochece sobre las 18:30 aprox.
Primeras luces del día a las 5:30 aprox.

INFORMACIÓN DE FUERZAS HOSTILES

El ejército de Duala está formado por tropas regulares y mantienen un fuerte control de acceso a la zona sur. La presencia de blindados está asegurada, así como capacidad de respuesta aérea. En la parte norte de la isla el control de las fuerzas hostiles es menos numeroso, limitándose a controles en carreteras y poblaciones.

MAPAS DE SITUACIÓN