CAPÍTULO 6: la pérdida de la inocencia
Quizás escocidos por lo ocurrido con los ladrones kobold, goblins y con la muerte del pescador, los enanos deciden dar un paso adelante reforzando el estatus de las barracas y el complejo defensivo de Swordshanks. Hay previsto mejorar las defensas de la entrada con unas cuantas trampas, poniendo algunas cuchillas cortantes en las cestas trampa. El resto serán cestas simples que capturan vivo a los que las hacen saltar.
El gato atado es la alarma de Swordshanks pero no sobrevivirá al primer ataque a conciencia del enemigo. No es ninguna defensa. Tampoco hay soldados reclutados para empezar a dar uso a las barracas.
En vista de la situación, se plantea abrir una salida hacia el exterior en la pared derecha de las barracas y crear un espacio amplio abierto al exterior defendido por un muro elevado de dos pisos. Habrá un puente levadizo y fortificaciones en dos de las esquinas.
La idea es que esta zona de barracas sea abierta y que la tropa pueda entrenarse tanto en interior como en exterior, para que se vayan familiarizando con la luz del sol. Hay más ideas en marcha, pero de momento se levantará el muro exterior para acordonar la zona alrededor de las barracas.
La migración esta temporada es fuerte. De 14 habitantes Swordshanks pasa a tener 33.
La mayoría son trabajadores de la piedra, la madera y granjeros o relacionados con el sistema productivo alimentario (carniceros, curtidores, peleteros, etc). Hay varios campesinos sin especialidad alguna y Edund tiene una cosa pensada para ellos.
Uno de los carpinteros recién llegados decide dar una fiesta, supongo que para celebrar la llegada a una Fortaleza tan próspera. Viendo el aspecto del Gran Salón, es normal que los enanos se reúnan aquí. El suelo y las paredes han sido pulidos y presenta un aspecto muy digno.
Ahora falta grabar dibujos y tallarlos en las paredes, para acabar de darle un aspecto imponente. El Gran Salón está repleto de los recién llegados pero pronto se les pone a cavar, crear muebles, ampliar las habitaciones, almacenes, etc. Hay que darles curro para que no estén ociosos.
Al aumentar tan drásticamente el número de enanos la situación cambia socialmente en Swordshanks. Edund sabe que no es lo mismo ser el líder de un grupo de 7 enanos que serlo de todo un grupo de 33, así que asciende en el cargo y pasa a ser el
Alcalde. Como Alcalde, necesita unas habitaciones más acordes con su nuevo cargo, un dormitorio más amplio y mejor, una oficina más surtida etc. Es decir, que es consciente de su nuevo estatus y pide mejores alojamientos y trato en la comunidad.
El problema es que también es el escriba y el broker, demasiados cargos para sólo un enano. El escriba tiene un papel importante y Edund tendrá que delegar en otros ese trabajo.
Hay una plaza vacante para el
Sheriff de Swordshanks. Al aumentar la población aumenta el riesgo de incidentes, peleas, robos y otros delitos, así que ese puesto queda abierto. De momento, no obstante, se decide dejarlo vacante hasta que no aumente todavía más la población. Tampoco hay cadenas, ni siquiera celdas para meter a los delincuentes, así que no es el momento todavía de mejorar la Justicia en Sowrdshanks.
Una de las prioridades más inmediatas es tener contento a Edund, así que una de las habitaciones reservada para los nobles se le asigna como oficina para que pueda realizar su trabajo con comodidad.
Se instala una silla en la espaciosa habitación para que pueda realizar su labor tranquilamente y de acuerdo con su nuevo estatus.
Bien, pues como Edund anda ya muy liado, se nombra a
Erush Stizashatir como el
escribano (contable o bookkeeper) de Swordshanks, liberando así al Alcalde de un trabajo que requiere plena dedicación.
Al convertirse en escribano, Erush solicita una oficina de trabajo acorde con sus necesidades, así que se le asigna una habitación noble con silla para que esté a gusto y trabaje con ahínco. Se le ordena dedicarse completamente a contabilizar todas las existencias habidas y por haber en la Fortaleza (armas, comida, bebidas, cajas, sacos, semillas, muebles, etc). Con el paso del tiempo nuestro amigo reportará con exactitud el número de elementos existentes en los almacenes y así se sabrá en todo momento qué hay en Swordshanks. Su único trabajo será contabilizarlo todo, así que es un trabajo exclusivo y más importante de lo que pudiera parecer en un principio. Saber exactamente qué hay en la fortaleza puede facilitar mucho el trabajo y con tantos enanos fabricando objetos es muy fácil perder de vista las cosas importantes.
Es el momento de realizar la primera leva de soldados con algunos de los campesinos recién llegados. Serán el primer escuadrón de Swordshanks.
Reg Likotrul será el líder del escuadrón.
Rigoth y
Stakud serán los otros integrantes. El escuadrón recibe el nombre de
Tun Kirar, “Las puertas de la derecha”.
El nombre es penoso y puede inducir a error (que sólo defenderán las puertas de la derecha de la Fortaleza) pero sólo es un mote. Mejor acortarlo y dejarlo en escuadrón
Tun Kirar, queda mejor.
Deben cargar 2 raciones de comida y agua. Así no perderán tiempo en ir a comer y dejar el barracón. Cuantas más raciones y bebida lleven encima, más duro entrenarán y menos tiempo perderán yendo al comedor y el almacén.
Se les exige abandonar sus aposentos actuales y dormir en los barracones. Y se les ordena entrenarse. Como vestimenta se les ordena llevar armaduras de cuero y entrenarse desarmados, para evitar heridas fortuitas. Así se entrenarán con los puños, boxeando entre ellos, haciendo flexiones, abdominales y poniéndose cachas. Tiene que cojer mucho músculo porque cuanto más fuertes sean, mejor usarán los Warhammers (martillos de guerra), hachas de guerra, cimitarras y espadas varias. Si no estuvieran fuertes, los martillos podrían caérseles encima y joderles las piernas.
Y así las defensas de Swordshanks van perfilándose poco a poco. Algunas trampas, un escuadrón de enanos entrenándose con regularidad y un muro exterior que se está levantando para dar más cancha a las barracas.
Para ayudar a acabar de completar los barracones, el albañil diseña un soporte para armas que se instala en las barracas, aunque de momento los soldados se entrenan sin arma alguna. Más adelante, cuando haya metal para fabricar armaduras, se instalarán soportes para ellas.
Y aquí se ve la evolución de los trabajos defensivos. El muro levantado alrededor de las barracas con un puente levadizo conectado a una palanca justo en el exterior de las barracas, entre otras cosas.
Aunque no se aprecia en la imagen, falta cerrar el muro en el piso superior, ya que la colina donde está Swordshanks es empinada y el enemigo podría colarse en las barracas desde arriba. Una vez cerrada la plaza en la parte superior, este recinto estará sellado a los ojos indiscretos y podrá pasarse a la siguiente fase del proyecto: fortificar algunas partes del muro y levantar un edificio en el exterior (dentro de la muralla) para alojar un comedor, un almacén de comida y otras cosas. Así los soldados no tendrán necesidad de ir al Gran Salón para comer y podrán tener comida y mesas cerca de las barracas, su centro neurálgico.
Con la llegada de tantos enanos (33 ya) Swordshanks ha empezado a adquirir dimensiones considerables. Hay todo un sistema defensivo que está siendo levantado poco a poco, se ha reclutado el primer pelotón de soldados, surgen los primeros enanos nobles (Edund y el escribano) y la producción y las necesidades aumentan al mismo ritmo. Swordshanks ya es una fortaleza que ha pasado de ser discreta a ser conocida de oídas, la edad de la Inocencia ha quedado atrás.
Y una muestra de ello es que llega el primer
ataque del Humor enano.
Logem Shemmeb, el pescador (que no pesca, ya sabéis porqué), tiene de golpe un ataque de inspiración mental y empieza a comportarse de forma muy rara. Empieza a hablar y a pedir a gritos cosas sin sentido.
Exige tener acceso al taller de artesanías y saca de allí al artesano a base de gritos. ¡Rayos y truenos! ¡Y los soldados entrenándose todavía! ¿Y si
Logem se vuelve loco y provoca una reyerta? ¿Con qué podrán los enanos pararlo?
¡Mientras está en el taller empieza a gritar como loco que necesita madera y gemas! La madera no es problema pero no hay gemas cortadas en el almacén, así que se ordena abrir un almacén y construir una joyería. Al poco el joyero y sus secuaces baten toda la fortaleza en busca de las gemas encontradas anteriormente y las dejan en el almacén. ¡Logem consigue por fin sus ingredientes! Y empieza a trabajar en su proyecto misterioso.
A Edund casi le da un ataque al ver cómo gritaba el pescador desde el taller exigiendo gemas, así que cuando por fin deja de gritar para empezar la construcción, lanza un suspiro de alivio. Swordshanks ya no es un lugar fácil de gestionar y los peligros y las amenazas van surgiendo de todos lados. No sólo los goblins esperan su momento; los propios enanos pueden ser igual de peligrosos si no se les vigila. Quizás dejar vacante el puesto de Sheriff no haya sido una idea tan buena...
¡Swordshanks llega a la adolescencia!