Re: Lo que hay que leer: "Hitler era afectuoso".
Publicado: 08 Nov 2009, 11:27
Algunos "monstruos" diciendo "salvajadas"...
Platón:
-Es preciso, según nuestros principios, que las relaciones de los individuos más sobresalientes de uno u otro sexo sean muy frecuentes, y las de los individuos inferiores muy raras. Además, debemos criar los hijos de los primeros y no de los segundos, si se quiere que el rebaño no degenere.
-En base a lo convenido, es necesario que los mejores hombres se unan a las mejores mujeres lo más frecuentemente que se pueda, y al contrario, los peores con las peores; y se debe elevar la prole de los mejores y no la de los peores, así nuestra comunidad llegará a ser excelente.
-El criador de bueyes y el seleccionador de caballos e incluso cualquiera que actúe sobre un grupo de animales similares, de ningún modo empezará a cuidarlo sin haberlo depurado con el método de purificación conveniente a cada grupo y sin haber separado a los sanos de los enfermos y a los puros de los bastardos. Y a estos enfermos y bastardos los enviará a cualquier otro grupo, a los otros los mandará a su cuidado, pensando acertadamente que sería vana inútil la fatiga de cuidar los cuerpos y de educar a los animales que, corruptos por naturaleza y de mala cría, arruinan en cualquier grupo el conjunto de los que están dotados de pureza en las costumbres y en los cuerpos, si nadie se preocupa de poner orden mediante la selección.
Séneca:
Exterminamos a los perros hidrófobos; matamos a los toros indomables; degollamos las ovejas enfermas por temor a que infesten al rebaño; asfixiamos los fetos monstruosos y hasta ahogamos los niños si son débiles y deformes. No es pasión, sino razón, el separar las partes sanas de las que pueden corromperlas.
Malthus:
No parece imposible que pueda ocurrir entre los hombres cierto grado de mejora, similar a la de los animales, si se presta atención a la reproducción. Es dudoso que el intelecto se pueda transmitir [NOTA, en realidad, sí], pero el tamaño, la fuerza, la belleza, la tez, y quizás aún la longevidad son transmisibles en algún grado. La raza humana no podría ser mejorada de este modo sin condenar a todos los malos especímenes al celibato.
Schopenhauer:
Con nuestro conocimiento de la completa inalterabilidad tanto de carácter como de facultades mentales, se nos lleva a la opinión de que un mejoramiento verdadero y esmerado de la raza humana puede ser alcanzado, no tanto desde fuera como desde dentro, no tanto mediante teoría e instrucción como por el camino de la generación. Platón tenía algo similar en mente cuando, en el quinto libro de su "República", explicó su plan para incrementar y mejorar su casta guerrera. Si pudiésemos castrar a todos los canallas y meter a todas las gansas estúpidas en conventos, y dar a hombres de un temple noble un harén entero, y procurar hombres, y por supuesto hombres íntegros, a todas las muchachas inteligentes y de buen espíritu, entonces surgiría en breve una generación capaz de producir una era mejor que la de Pericles.
Darwin:
Entre los salvajes, los cuerpos o las mentes enfermas son rápidamente eliminados, los hombres civilizados, en cambio, construyen asilos para los imbéciles, los discapacitados y los enfermos y nuestros médicos ponen lo mejor de su talento en conservar la vida de todos y cada uno hasta último momento, permitiendo así que se propague la estirpe de los miembros más débiles de nuestras sociedades civilizadas. Nadie que haya trabajado en la reproducción de animales domésticos, dudará de que esto es sumamente perjudicial para la raza humana. Es sorprendente lo pronto que una necesidad de cuidados, o de cuidados mal dirigidos, lleva a la degeneración de una raza doméstica; pero exceptuando el caso del mismo ser humano, nadie es tan ignorante como para permitir que sus peores animales se reproduzcan.
La ayuda que nos sentimos compelidos a brindar a los necesitados es principalmente un resultado incidental del instinto de la simpatía, que fue adquirido originariamente como parte de los instintos sociales, pero subsiguientemente vuelto, de la manera previamente indicada, más tierno y más ampliamente difundido.
Nietzsche:
Un hombre que llevaba en brazos a un niño recién nacido se acercó a un santo y le dijo: "¿Qué haré con este niño? Es raquítico, nació antes de tiempo y no tiene fuerza ni para morirse." "Mátalo" dijo el santo con voz terrible, "mátalo y tenlo en brazos tres días y tres noches para que te acuerdes; así no volverás a engendrar un hijo hasta que no llegue para ti el instante de engendrar". Al oír esto el hombre se marchó disgustado, y muchos censuraron al santo por haber aconsejado una crueldad, puesto que había aconsejado matar al niño. "¿No es más cruel dejarle vivir?" contestó el santo.
Que los enfermos no pongan enfermos a los sanos —y esto es lo que significaría tal reblandecimiento— debería ser el supremo punto de vista en la Tierra: mas para ello se necesita, antes que nada, que los sanos permanezcan separados de los enfermos, para que no se confundan con éstos.
H. G. Wells.:
El sistema ético de estos hombres de la Nueva República, el sistema ético que dominará al Estado mundial, se formará primariamente para favorecer la procreación de cuanto sea bueno, eficiente y bello en la Humanidad —cuerpos hermosos y fuertes, mentes claras y poderosas, y un creciente depósito de conocimiento— y limitar la procreación de tipos básicos y serviles, de almas cobardes y poseídas por el miedo, de todo lo que es mezquino y feo y bestial en las almas, los cuerpos o los hábitos de los hombres.
Yo creo que si se agrupase a todo el mundo civilizado para votar sobre este asunto, la proposición de que es deseable que el mejor tipo de personas deberían casarse entre ellos y tener muchos hijos, y que las personas de tipo inferior deberían abstenerse de la multiplicación, sería aprobada por una mayoría abrumadora. Tal vez estén en desacuerdo con los métodos de Platón, pero sin duda estarían de acuerdo con sus principios…
Leonard Darwin:
Los efectos de la reforma eugenésica, de tener éxito ésta, bajarían los impuestos, subirían los sueldos, facilitarían la competición comercial e incrementarían la seguridad del país en tiempos de guerra. En las cosas inmateriales, se sentirían además grandes beneficios; pues una disminución en el número de locos, débiles mentales, criminales y los gandules anualmente traídos al mundo, significaría la eliminación de un terrible lastre de miseria inmerecida; mientras que un aumento en la creación de hombres y mujeres de carácter y habilidad no sólo añadiría más a la reputación de nuestro país, sino que también añadirían más a su felicidad en muchos sentidos.
Graham Bell:
Es preciso instaurar la esterilización obligatoria para las personas que son una variedad defectuosa de la raza humana.
Winston Chruchill:
El crecimiento antinatural y progresivamente rápido de las clases de débiles mentales y enfermizos, combinado como está con una restricción de todas las estirpes prósperas, enérgicas y superiores, constituye un peligro nacional y de raza que no puede ser exagerado… Creo que la fuente de la que se alimentan todos los arrollos de la locura, debería ser cortada y sellada antes de que pase un año. Esta simple operación quirúrgica [la esterilización] permitirá a estos individuos vivir en el mundo sin causar demasiada inconveniencia a otros.
Theodore Roosevelt:
Me gustaría muchísimo que se impidiera por completo reproducirse a la gente defectuosa; y cuando la mala naturaleza de esta gente es lo bastante flagrante, se debería hacer eso. Los criminales deberían ser esterilizados y a los débiles mentales se les debería prohibir dejar descendientes detrás de ellos… El énfasis se debería poner en conseguir gente deseable para reproducirse.
Alexis Carrel:
Es necesario hacer una elección. La inutilidad de nuestros esfuerzos para mejorar los individuos de mala calidad es evidente. Vale más acrecentar aquellos que son de buena calidad. Las masas se aprovechan siempre de las ideas y de las invenciones de la élite y de las instituciones creadas por ésta. Es preciso abandonar la peligrosa idea de restringir a los fuertes, acrecentar a los débiles y hacer populares a los mediocres… La eugenesia voluntaria conducirla no solamente a la producción de individuos más fuertes, sino también a la de familias en las que la resistencia, la inteligencia y el coraje fueran hereditarias. Estas familias constituirían una aristocracia, de donde saldrían probablemente hombres de élite. Y el establecimiento por la eugenesia, de una aristocracia biológica hereditaria sería una etapa importante hacia la solución de los problemas actuales.
Platón:
-Es preciso, según nuestros principios, que las relaciones de los individuos más sobresalientes de uno u otro sexo sean muy frecuentes, y las de los individuos inferiores muy raras. Además, debemos criar los hijos de los primeros y no de los segundos, si se quiere que el rebaño no degenere.
-En base a lo convenido, es necesario que los mejores hombres se unan a las mejores mujeres lo más frecuentemente que se pueda, y al contrario, los peores con las peores; y se debe elevar la prole de los mejores y no la de los peores, así nuestra comunidad llegará a ser excelente.
-El criador de bueyes y el seleccionador de caballos e incluso cualquiera que actúe sobre un grupo de animales similares, de ningún modo empezará a cuidarlo sin haberlo depurado con el método de purificación conveniente a cada grupo y sin haber separado a los sanos de los enfermos y a los puros de los bastardos. Y a estos enfermos y bastardos los enviará a cualquier otro grupo, a los otros los mandará a su cuidado, pensando acertadamente que sería vana inútil la fatiga de cuidar los cuerpos y de educar a los animales que, corruptos por naturaleza y de mala cría, arruinan en cualquier grupo el conjunto de los que están dotados de pureza en las costumbres y en los cuerpos, si nadie se preocupa de poner orden mediante la selección.
Séneca:
Exterminamos a los perros hidrófobos; matamos a los toros indomables; degollamos las ovejas enfermas por temor a que infesten al rebaño; asfixiamos los fetos monstruosos y hasta ahogamos los niños si son débiles y deformes. No es pasión, sino razón, el separar las partes sanas de las que pueden corromperlas.
Malthus:
No parece imposible que pueda ocurrir entre los hombres cierto grado de mejora, similar a la de los animales, si se presta atención a la reproducción. Es dudoso que el intelecto se pueda transmitir [NOTA, en realidad, sí], pero el tamaño, la fuerza, la belleza, la tez, y quizás aún la longevidad son transmisibles en algún grado. La raza humana no podría ser mejorada de este modo sin condenar a todos los malos especímenes al celibato.
Schopenhauer:
Con nuestro conocimiento de la completa inalterabilidad tanto de carácter como de facultades mentales, se nos lleva a la opinión de que un mejoramiento verdadero y esmerado de la raza humana puede ser alcanzado, no tanto desde fuera como desde dentro, no tanto mediante teoría e instrucción como por el camino de la generación. Platón tenía algo similar en mente cuando, en el quinto libro de su "República", explicó su plan para incrementar y mejorar su casta guerrera. Si pudiésemos castrar a todos los canallas y meter a todas las gansas estúpidas en conventos, y dar a hombres de un temple noble un harén entero, y procurar hombres, y por supuesto hombres íntegros, a todas las muchachas inteligentes y de buen espíritu, entonces surgiría en breve una generación capaz de producir una era mejor que la de Pericles.
Darwin:
Entre los salvajes, los cuerpos o las mentes enfermas son rápidamente eliminados, los hombres civilizados, en cambio, construyen asilos para los imbéciles, los discapacitados y los enfermos y nuestros médicos ponen lo mejor de su talento en conservar la vida de todos y cada uno hasta último momento, permitiendo así que se propague la estirpe de los miembros más débiles de nuestras sociedades civilizadas. Nadie que haya trabajado en la reproducción de animales domésticos, dudará de que esto es sumamente perjudicial para la raza humana. Es sorprendente lo pronto que una necesidad de cuidados, o de cuidados mal dirigidos, lleva a la degeneración de una raza doméstica; pero exceptuando el caso del mismo ser humano, nadie es tan ignorante como para permitir que sus peores animales se reproduzcan.
La ayuda que nos sentimos compelidos a brindar a los necesitados es principalmente un resultado incidental del instinto de la simpatía, que fue adquirido originariamente como parte de los instintos sociales, pero subsiguientemente vuelto, de la manera previamente indicada, más tierno y más ampliamente difundido.
Nietzsche:
Un hombre que llevaba en brazos a un niño recién nacido se acercó a un santo y le dijo: "¿Qué haré con este niño? Es raquítico, nació antes de tiempo y no tiene fuerza ni para morirse." "Mátalo" dijo el santo con voz terrible, "mátalo y tenlo en brazos tres días y tres noches para que te acuerdes; así no volverás a engendrar un hijo hasta que no llegue para ti el instante de engendrar". Al oír esto el hombre se marchó disgustado, y muchos censuraron al santo por haber aconsejado una crueldad, puesto que había aconsejado matar al niño. "¿No es más cruel dejarle vivir?" contestó el santo.
Que los enfermos no pongan enfermos a los sanos —y esto es lo que significaría tal reblandecimiento— debería ser el supremo punto de vista en la Tierra: mas para ello se necesita, antes que nada, que los sanos permanezcan separados de los enfermos, para que no se confundan con éstos.
H. G. Wells.:
El sistema ético de estos hombres de la Nueva República, el sistema ético que dominará al Estado mundial, se formará primariamente para favorecer la procreación de cuanto sea bueno, eficiente y bello en la Humanidad —cuerpos hermosos y fuertes, mentes claras y poderosas, y un creciente depósito de conocimiento— y limitar la procreación de tipos básicos y serviles, de almas cobardes y poseídas por el miedo, de todo lo que es mezquino y feo y bestial en las almas, los cuerpos o los hábitos de los hombres.
Yo creo que si se agrupase a todo el mundo civilizado para votar sobre este asunto, la proposición de que es deseable que el mejor tipo de personas deberían casarse entre ellos y tener muchos hijos, y que las personas de tipo inferior deberían abstenerse de la multiplicación, sería aprobada por una mayoría abrumadora. Tal vez estén en desacuerdo con los métodos de Platón, pero sin duda estarían de acuerdo con sus principios…
Leonard Darwin:
Los efectos de la reforma eugenésica, de tener éxito ésta, bajarían los impuestos, subirían los sueldos, facilitarían la competición comercial e incrementarían la seguridad del país en tiempos de guerra. En las cosas inmateriales, se sentirían además grandes beneficios; pues una disminución en el número de locos, débiles mentales, criminales y los gandules anualmente traídos al mundo, significaría la eliminación de un terrible lastre de miseria inmerecida; mientras que un aumento en la creación de hombres y mujeres de carácter y habilidad no sólo añadiría más a la reputación de nuestro país, sino que también añadirían más a su felicidad en muchos sentidos.
Graham Bell:
Es preciso instaurar la esterilización obligatoria para las personas que son una variedad defectuosa de la raza humana.
Winston Chruchill:
El crecimiento antinatural y progresivamente rápido de las clases de débiles mentales y enfermizos, combinado como está con una restricción de todas las estirpes prósperas, enérgicas y superiores, constituye un peligro nacional y de raza que no puede ser exagerado… Creo que la fuente de la que se alimentan todos los arrollos de la locura, debería ser cortada y sellada antes de que pase un año. Esta simple operación quirúrgica [la esterilización] permitirá a estos individuos vivir en el mundo sin causar demasiada inconveniencia a otros.
Theodore Roosevelt:
Me gustaría muchísimo que se impidiera por completo reproducirse a la gente defectuosa; y cuando la mala naturaleza de esta gente es lo bastante flagrante, se debería hacer eso. Los criminales deberían ser esterilizados y a los débiles mentales se les debería prohibir dejar descendientes detrás de ellos… El énfasis se debería poner en conseguir gente deseable para reproducirse.
Alexis Carrel:
Es necesario hacer una elección. La inutilidad de nuestros esfuerzos para mejorar los individuos de mala calidad es evidente. Vale más acrecentar aquellos que son de buena calidad. Las masas se aprovechan siempre de las ideas y de las invenciones de la élite y de las instituciones creadas por ésta. Es preciso abandonar la peligrosa idea de restringir a los fuertes, acrecentar a los débiles y hacer populares a los mediocres… La eugenesia voluntaria conducirla no solamente a la producción de individuos más fuertes, sino también a la de familias en las que la resistencia, la inteligencia y el coraje fueran hereditarias. Estas familias constituirían una aristocracia, de donde saldrían probablemente hombres de élite. Y el establecimiento por la eugenesia, de una aristocracia biológica hereditaria sería una etapa importante hacia la solución de los problemas actuales.