Publicado: 14 Ene 2004, 18:08
Gepeto,
Esto da para mucho, pero realmente hubo un desarrollo operacional soviético que los dejó a los alemanes totalmente desfasados, más allá de una relativa superioridad numérica. Es una línea de doctrina que empezó en los 20/30s con el análisis de la Guerra Civil Rusa (las explotaciones de Budenin, por ejemplo) y se detuvo por las purgas, para ser continuado de la peor manera posible con los alemanes golpeando a la puerta de la victoria.
También existe un mito de la 'blitzkrieg', que ni siquiera es un término inventado por los alemanes, ni describe una doctrina específica. Fue puesto por un periodista inglés, creo, para describir las rápidas victorias alemanas. Los alemanes no hacían nada diferente de lo que habían hecho antes a nivel doctrinal, sólo que lo hacían con un más sólido entendimiento del concepto de armas combinadas a nivel táctico que ningún rival que tuvieran.
Sólo te comentaré un par de puntos sobre lo que dices.
Volviendo al tema del personal, salvo las unidades de la Guardia, las divisiones de infantería eran afortunadas si tenían el 40% del personal oficial.
Casi en el punto de inflexión de Stalingrado, la curva de población disponible para el Ejército Rojo empezó a disminuir también, sólo que habían provocado unas pérdidas suficientes a los alemanes como para mantener un pequeño margen de ventaja.
Y de todas maneras, el arte operacional soviético fue evolucionando hasta convertirse tal vez en el más avanzado del mundo en ese momento, dándoles victoria tras victoria a pesar de la superioridad táctico/técnica que los alemanes conservaron hasta el fin de la guerra (salvo en casos puntuales).
Esto da para mucho, pero realmente hubo un desarrollo operacional soviético que los dejó a los alemanes totalmente desfasados, más allá de una relativa superioridad numérica. Es una línea de doctrina que empezó en los 20/30s con el análisis de la Guerra Civil Rusa (las explotaciones de Budenin, por ejemplo) y se detuvo por las purgas, para ser continuado de la peor manera posible con los alemanes golpeando a la puerta de la victoria.
También existe un mito de la 'blitzkrieg', que ni siquiera es un término inventado por los alemanes, ni describe una doctrina específica. Fue puesto por un periodista inglés, creo, para describir las rápidas victorias alemanas. Los alemanes no hacían nada diferente de lo que habían hecho antes a nivel doctrinal, sólo que lo hacían con un más sólido entendimiento del concepto de armas combinadas a nivel táctico que ningún rival que tuvieran.
Sólo te comentaré un par de puntos sobre lo que dices.
Si bien es cierto que no escatimaban hombres en determinadas circunstancias, desde fines del 44, sino antes, los rusos tenían un serio problema de personal. No te olvides que la guerra significó para ellos entre 20 y 30 millones de muertos, sin contar unos cuantos millones de prisioneros hasta ese momento. Lo de Berlín fue un caso atípico y particularmente brutal. Zhukov tenía que obtener esa victoria porque era el Rommel de la propaganda rusa. Hizo lo que le dijeron sin siquiera pensar en el costo.Gepeto escribió:Lo de que los oficiales soviéticos no solían escatimar hombres en tomar zonas, no creo en absoluto que sea un mito. Mira como ejemplo de muertes inútiles las que se produjeron en los Altos de Seelöw. Berlín ya estaba cercado por lo que iba a ser ocupado por la URSS sin duda, la guerra estaba ya ganada... sin embargo, el hecho de presentarle a Stalin la victoria antes del 1 mayo y la pugna por convertirse en Gobernador de Berlín por parte de Zhukov (en pugna con Konev por el honor) provocó la muerte de decenas de miles de sus hombres por culpa de la precipitación.
Volviendo al tema del personal, salvo las unidades de la Guardia, las divisiones de infantería eran afortunadas si tenían el 40% del personal oficial.
Verdad hasta cierto punto. Zhukov, como caballito de batalla de la propaganda soviética, zafó de un montón de errores, algunos de los cuales fueron fallas catastróficas y fue presentado al público como 'el general que jamás perdió una batalla'.Gepeto escribió:También es verdad que esta precipitación se provocaba también por la política estalinista (en este sentido igual que la hitleriana) de que el que no cumplía los objetivos caía en desgracia y esto siginificaba, a menudo, la muerte del oficial al mando.
Creo que ya te contesté a esto, pero fíjate que las pérdidas de hombres rusos no incluyen las pérdidas civiles a manos de los alemanes, que fueron catastróficas y hacían que cada vez hubiera menos población capaz de llenar las filas, ni los prisioneros, que sumaban varios millones. A eso debes sumar una terrible hambruna, ya que todo el territorio agrícola soviético estaba en disputa y bajo políticas de tierra quemada (un dato curioso es que Alemania obtenía más cereales de Ucrania antes de la invasión que durante la ocupación). El hambre hace que la gente que la sufre se enferme, incluso con algunas enfermedades crónicas, lo que les impedía entrar a filas también. Lo que mandaban los Aliados les alcanzaba a duras penas para alimentar a la gente en armas y en algunas de las regiones el ejército tenía que vivir de lo que pudiera sacar de la tierra y los pobladores.Gepeto escribió:De todos modos, los números a nivel estratégico son bastante sintomáticos de la capacidad de la URSS respecto a personal humano: Alemania perdió entre 2'5 y 3 millones de hombres en la guerra y acabó exhausta sin hombres que reforzasen las líneas, acudiendo a viejos y niños. La URSS se calcula que perdió 6 millones de hombres, y al acabar la guerra era la 2ª potencia bélica mundial, no acudiendo nunca a medidas extraordinarias salvo eventualidades puntuales...
Casi en el punto de inflexión de Stalingrado, la curva de población disponible para el Ejército Rojo empezó a disminuir también, sólo que habían provocado unas pérdidas suficientes a los alemanes como para mantener un pequeño margen de ventaja.
Y de todas maneras, el arte operacional soviético fue evolucionando hasta convertirse tal vez en el más avanzado del mundo en ese momento, dándoles victoria tras victoria a pesar de la superioridad táctico/técnica que los alemanes conservaron hasta el fin de la guerra (salvo en casos puntuales).