Kal escribió:Ayer tuve un intercambio de correos con Rommel al respecto, creo que la pregunta original de Ingtar24 busca como respuesta la que ha dado Rommel; pero...
... no deja de ser cierto, según la fuente que cito a continuación que....
Historia Militar de España. Volúmen 7, página 291. Autor Ricardo de la Cierva, cito textualmente:
..." Bien atrincherados, los soldados de Marruecos hacían fuego a discreción disciplinadamente. Los regimientos de León y de Saboya, codo con codo con los Voluntarios Catalanes, avanzaban a pecho descubierto, con muchas bajas. el fuego enemigo los detuvo en las charcas alimentadas por la corriente del río Martín. Prim saltó a caballo en medio de los Voluntarios Catalanes, les arengó en su lengua y les sacó de los pantanos, aunque jefe de los Voluntarios, Sugrañés, con varios jefes y oficiales, murió en el empeño...."
Ahora es cuando viene alguien y dice que Ricardo de la Cierva es tal y cual, me limito a dejar constancia de lo que leo, nada más.
Gracias por citar tu fuente.
Bueno, como tu bien dices, Ricardo de la Cierva ya es bien conocido entre los aficionados a la historia, no es necesario presentarle
Ahora, "googleando" sobre el tema he encontrado un interesante articulo del Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejercito Español, que algo entendido en el tema será :evil2:
El articulo es muy extenso y se centra en las convulsas decadas de mitad del siglo XIX con sus pronunciamientos, movimientos republicanos, carlismo, etc ... es muy recomendable:
http://www.ejercito.mde.es/ihycm/revist ... m#_ftnref8
El artículo en cuestión aporta "matices" a lo que se ha comentado anteriormente, y ordena cronologicamente, a mi parecer, muy correctamente los hechos y las "arengas"... Extracto lo que creo más interesante:
O´Donnell ordenó abrir el camino de Tetuán por la costa ceutí (26-12-1859) y decidió la fecha para el avance general:01-01-1860.
Aquel día memorable, por la mañana, una combinación de mandos situó en vanguardia al conde de Reus[7]. Dos fortines enemigos -los Castillejos- cerraban el paso a las tropas y contra ellos se lanzó Prim, mas al observar cierta vacilación en sus tropas por el certero fuego enemigo, tomó la bandera de un alférez herido y se arrojó sobre los adversarios en medio de una lluvia de plomo, seguido por sus hombres en tromba[8]. Los flancos del avance de Prim fueron cubiertos con acierto por Zabala, ya restablecido, y rota toda resistencia organizada, el ejército continuó avanzando hasta la desembocadura del río Martín (Guad-el-Jelú), donde acampó bajo la eficaz cobertura de la escuadra[9]. Allí, Prim dirigió una encendida arenga en catalán a los voluntarios catalanes, que estaban al mando del comandante Victoriano Sugranyes, también de Reus.
La línea española pudo resistir un duro contraataque de Muley Abbas (31-01-1860), que se quedó muy sorprendido cuando de pronto, sin esperar a rehacerse, O´Donnell ordenó avanzar por el ancho valle del río Martín hacia Tetuán. Los voluntarios catalanes iban en vanguardia y no se arredraron al caer muerto su jefe, sustituido por el capitán más veterano. Prim mandaba el ala derecha y Ros de Olano la izquierda, y la artillería en el centro, bien cubierta por los escuadrones. Pronto, el fuego intenso y certero de la artillería española acalló a las baterías enemigas, y treinta batallones de Infantería se lanzaron contra las desorganizadas líneas moras. Sin réplica alguna, la artillería volvió a avanzar y ametralló las unidades del sultán, mientras Prim dirigía en vanguardia la progresión de los regimientos de León y de Saboya y sacaba a sus voluntarios de Cataluña de un terreno cenagoso, desde donde cayeron sobre el campamento de Muley Abbas y estuvieron a punto de capturarle. Los restos del ejército moro intentaron inútilmente defender la plaza de Tetuán, que se entregó (06-02-1860).
la nota [8] pone literalmente:
La actuación de Prim en la batalla de los Castillejos fue magnificada por la propaganda del Gobierno, deseoso de crear héroes en la campaña de África. Según la opinión de muchos, el mérito fue de Zabala.
Asi que no es extraño que hayan varias versiones de un mismo hecho...
Las conclusiones de la campaña tambiéns "tienen miga":
Ante el retraso de las conversaciones de paz solicitadas por el mando enemigo, la escuadra bombardeó las ciudades costeras de Arcila y Larache y se produjo la llegada del general Latorre con compañías vascas, alcanzando el ejército la cifra de cuarenta y cinco mil hombres. Prosiguió luego el avance sobre Tánger (11-03-1860) por el escarpado camino del Fondak, donde se produjo la victoria de Wad-Ras (23-03-1860) que despejó los accesos a la ciudad del Estrecho. Entonces, Muley Abbas pidió y obtuvo un armisticio que terminó con la firma del tratado de paz en Tetuán (26-04-1860)[10]. Un tratado muy recortado por las presiones británicas, ya que Inglaterra quería mantener sus intereses en Tánger. España tuvo que devolver Tetuán y renunció a la posesión de Tánger, logrando sólo ampliar los límites de Ceuta y Melilla y el reconocimiento de la antigua pesquería de Santa Cruz de la Mar Pequeña en la costa africana frente a Canarias.
En definitiva, lo que mal había dispuesto la política en un conflicto estéril, porque cualquier posible anexión territorial contaba de antemano con el veto de Inglaterra -interesada por mantener su dominio en el Estrecho-, tuvo que resolverlo el Ejército con enorme sacrificio en una campaña militar muy gloriosa de cinco meses pero que costó la vida de hombres, de los que dos mil ciento veintiuno murieron en el campo de batalla o por heridas sufridas en combate y cuatro mil ochocientos noventa y nueve a consecuencia de enfermedades, además de un coste de doscientos treinta y seis millones[11]. La Armada realizó también algunas acciones brillantes, aunque siempre observada por cinco navíos de guerra franceses y siete británicos. El intervencionismo británico quedó probado al capturarse armas de reciente fabricación al enemigo y hallarse en Tetuán grandes depósitos de pólvora también de fabricación inglesa[12].
Heroica fue la conducta del ejército expedicionario y apoteósico el recibimiento popular. Sin embargo, al término de la campaña, las consecuencias en el orden interno del Ejército fueron muy discutibles, pues si bien unió durante unos meses a toda la Nación (salvo la intentona carlista de San Carlos de la Rápita), las quejas al sistema y a los ascensos fueron inmensas. Se criticó que se dieran recompensas a bastantes que no las habían merecido y que quedaran en el olvido otros que las tenían bien ganadas.