L4D2: guía koala
Publicado: 21 Feb 2011, 15:38
El koala acostumbra a mostrarse mojigato y buena persona, se hace el inocente para ocultar el hecho de que es un cabrón en potencia.
El koala puede tener más de 300 horas que sigue cometiendo errores de noob, como ir directo al tank con pistolas.
El koala acostumbra a quedarse siempre el último y a retrasar el ritmo del grupo.
El koala pasa a lado de un compañero que está siendo comido por un zombi sin percatarse. Su frase de excusa es: “no te había visto”.
El koala no tiene visión periférica sino visión túnel. Puede tener un zombi detrás dándole por saco que no se percata.
El koala se come el escupinajo de la spitter entera, perdiendo el botiquín.
El koala tiende a moverse como robocop, a latigazos, y se pone a mirar alrededor como si estuviera en la pradera con Heidi o viendo un documental de National Geographic.
Al koala le gusta el desodorante de sus compañeros.
El koala cae siempre en las mismas trampas-combos.
El koala no piensa, se mueve tenso como si tuviera ganas de cagar y no hubiera una WC cerca.
El koala no sabe leer el entorno y estudiar posibles zonas de respaneo.
El koala cuando está babeado le entra el pánico como cuando la pareja le dice que el finde toca comida con los suegros.
El koalismo se contagia al resto de integrantes. Supera fronteras y nacionalismos.
El koala tiene un proceso de aprendizaje lento y tedioso.
Los koalas se detectan fácilmente cuando se ponen en fila india en pasos estrechos.
El koala no sabe moverse de espaldas porque se tropieza.
El koala siempre activa la alarma de los coches o se queda en los peores sitios atrapado.
El koala trata con un jockey (que cabalga a un compi a un palmo de distancia) con una ráfaga de disparos que no dan nunca en el blanco, dar codazos no le parece bien y es demasiado complicado para él.
El koala nunca sabe si ha matado a un zombi o no, todavía no sabe leer los mensajes indicativos que salen arriba en la pantalla.
El koala es el único animal que tropieza tres veces seguidas con el mismo hunter sin matarlo.
El koala nunca dice nada excepto para comentar: “jockey”, “smoker”, “hunter”, “me muero”. El tono de voz es de alguien tímido, de sobrecogimiento.
Al koala se le conoce porque se cura en pasillos, escaleras o en zonas de no retorno.
El koala pierde el botiquín entero que acaba de usar para curarse en los 15 segundos siguientes.
El koala es un yonqui que consume pastillas y adrenalina a manos llenas a un ritmo frenético. Bayern se hace de oro con esta peña.
El koala siempre está en el sitio justo para recibir un instant kill.
El koala es como una bomba de relojería, en cualquier momento el equilibrio del grupo se viene abajo gracias a sus intervenciones.
El koala propicia comentarios del resto del equipo del palo: “Dios Mío”, “increible”, “LOL”, “koalismo internacional al poder”, “madre mía”, “vaya tela”.
El equipo que tiene uno o varios koalas acostumbra a tener una caída paulatina en el uso del micro a medida que avanza la partida. El chat se vuelve más intenso con comentarios como “madre mía”, “increible” y “vaya tela”.
Se sabe que hay koalas cuando el equipo no llega nunca al refugio ni recuerda lo que es llegar a la meta.
El koalismo es capaz de propiciar el caos en situaciones idílicas.
Si vas con un koala y todos tienen todavía botiquín, no te fies ni un pelo porque las posibilidades de que te hagan un combo fulminante crece exponencialmente a medida que te crees que el efecto koala no será pernicioso y que todo va bien.
El koala puede tener más de 300 horas que sigue cometiendo errores de noob, como ir directo al tank con pistolas.
El koala acostumbra a quedarse siempre el último y a retrasar el ritmo del grupo.
El koala pasa a lado de un compañero que está siendo comido por un zombi sin percatarse. Su frase de excusa es: “no te había visto”.
El koala no tiene visión periférica sino visión túnel. Puede tener un zombi detrás dándole por saco que no se percata.
El koala se come el escupinajo de la spitter entera, perdiendo el botiquín.
El koala tiende a moverse como robocop, a latigazos, y se pone a mirar alrededor como si estuviera en la pradera con Heidi o viendo un documental de National Geographic.
Al koala le gusta el desodorante de sus compañeros.
El koala cae siempre en las mismas trampas-combos.
El koala no piensa, se mueve tenso como si tuviera ganas de cagar y no hubiera una WC cerca.
El koala no sabe leer el entorno y estudiar posibles zonas de respaneo.
El koala cuando está babeado le entra el pánico como cuando la pareja le dice que el finde toca comida con los suegros.
El koalismo se contagia al resto de integrantes. Supera fronteras y nacionalismos.
El koala tiene un proceso de aprendizaje lento y tedioso.
Los koalas se detectan fácilmente cuando se ponen en fila india en pasos estrechos.
El koala no sabe moverse de espaldas porque se tropieza.
El koala siempre activa la alarma de los coches o se queda en los peores sitios atrapado.
El koala trata con un jockey (que cabalga a un compi a un palmo de distancia) con una ráfaga de disparos que no dan nunca en el blanco, dar codazos no le parece bien y es demasiado complicado para él.
El koala nunca sabe si ha matado a un zombi o no, todavía no sabe leer los mensajes indicativos que salen arriba en la pantalla.
El koala es el único animal que tropieza tres veces seguidas con el mismo hunter sin matarlo.
El koala nunca dice nada excepto para comentar: “jockey”, “smoker”, “hunter”, “me muero”. El tono de voz es de alguien tímido, de sobrecogimiento.
Al koala se le conoce porque se cura en pasillos, escaleras o en zonas de no retorno.
El koala pierde el botiquín entero que acaba de usar para curarse en los 15 segundos siguientes.
El koala es un yonqui que consume pastillas y adrenalina a manos llenas a un ritmo frenético. Bayern se hace de oro con esta peña.
El koala siempre está en el sitio justo para recibir un instant kill.
El koala es como una bomba de relojería, en cualquier momento el equilibrio del grupo se viene abajo gracias a sus intervenciones.
El koala propicia comentarios del resto del equipo del palo: “Dios Mío”, “increible”, “LOL”, “koalismo internacional al poder”, “madre mía”, “vaya tela”.
El equipo que tiene uno o varios koalas acostumbra a tener una caída paulatina en el uso del micro a medida que avanza la partida. El chat se vuelve más intenso con comentarios como “madre mía”, “increible” y “vaya tela”.
Se sabe que hay koalas cuando el equipo no llega nunca al refugio ni recuerda lo que es llegar a la meta.
El koalismo es capaz de propiciar el caos en situaciones idílicas.
Si vas con un koala y todos tienen todavía botiquín, no te fies ni un pelo porque las posibilidades de que te hagan un combo fulminante crece exponencialmente a medida que te crees que el efecto koala no será pernicioso y que todo va bien.