[AAR Minecraft] Las crónicas de "Japlo"
Publicado: 11 Jul 2011, 13:41

Si no habéis oido hablar del Minecraft o lo habéis probado y no os ha gustado, lo comprendo. Minecraft no es de paladar fácil, los gráficos tiran para atrás y los tiempos no están para ir jugando a ser minero y más cuando tenemos tarjetas gráficas de 500 euros que nos permiten disfrutar de lo más de lo más y jugar a juegos con tecnología punta. Me costaría más entender que no hubierais oído hablar de Minecraft, más que nada porque es un juego que está en boca de muchos, en Youtube hay miles de vídeos/guías/tutoriales en todos los idiomas y el juego ha ganado muchos premios. Minecraft es un ejemplo de éxito empresarial basándose en una idea simple y muy sencilla: dar rienda suelta a la imaginación del jugador.
Minecraft se vende a unos 15 dólares que al cambio en euros quedan por, ¿cuánto? Unos 10-12 euros, ¿no? Multiplicar eso por las ventas diarias del juego (entre 9.000 y 12.000 unidades vendidas al día). Eso da mucho dinero para una única persona, aunque hace unos meses que la “empresa” Minecraft es más numerosa y tiene algunos programadores bajo sueldo para apoyar a Nortch, el artífice y creador de de este juego. Con esas ventas y números no me extraña. Actualmente el juego ha vendido más de 2,7 millones de copias (en 1 día y medio, que es lo que he tardado en escribir esta introducción, el juego ha vendido unas 16.000 unidades) y cada día son más los que lo adquieren por el efecto Youtube, Facebook y el boca a boca. Minecraft está en todas partes y hasta las grandes empresas de distribución como Steam o los productores de videojuegos hacen referencia a Minecraft como un icono donde fijarse y sacar ideas innovadoras.
El juego ocupa unos 250 Kb en su archivo de instalación, se tarda en comprar y bajar unos 2 o 3 minutos como mucho. El juego no es intensivo en gráficos sí que lo es en RAM y procesado puesto que Minecraft recrea un mundo 3D (generado de cero cada vez que empezamos una partida nueva) donde se suceden los días/noches, con cientos y cientos de seres que habitan y se mueven por él y donde la física puede cambiar el entorno natural. El agua y la lava se mueven y su curso puede cambiarse.

Minecraft tiene una comunidad de mods/fans muy activa e implicada y no falta ni una semana sin que salga algún mod gráfico que aporte o cambie texturas o que se abran reseñas en blogs, webs y foros. Tampoco está falto de mejoras oficiales, puesto que se vende todavía en estado Alpha y en cada mejora/actualización el juego se enriquece con nuevos ítems, mejoras del entorno con añadidos, nuevas funcionalidades, nuevos seres/monstruos/animales (la siguiente actualización aportará muchas cosas, entre ellas ruinas y ciudades abandonadas).
Los fallos/bugs que he tenido con el juego son problemas con el renderizado a máxima distancia, así que poniéndola en normal la cosa funciona perfectamente.
Estoy jugando con un mod gráfico de alta resolución 32x32 y que parece que es uno de lo más valorados por la comunidad. Lo cierto es que el cambio se nota bastante y a mí personalmente me gusta. También juego, cómo no, con el último parche oficial que añade pistones y varias cosas más. Voy a jugar al modo supervivencia donde un mal paso significa la muerte. A nivel online multijugador el juego es muy parecido a un “lego” de grandes proporciones donde decenas de jugadores se unen para construir y levantar edificios, monumentos, ciudades, etc. Pero a nivel offline de un único jugador (singleplayer) el juego pasa a ser de supervivencia donde la cosa se complica bastante y morir es algo a tener muy en cuenta.
Su parecido con el Dwarf Fortress (DF) es muy evidente, son casi parientes hermanos con la diferencia de que a nivel gráfico el Minecraft es en 3D y que en éste sólo llevamos un personaje humano y no gestionamos una fortaleza repleta de enanos como aquél. Pero la filosofía es muy parecida en ambos ya que los objetivos no están predefinidos y de lo que se trata es que el jugador experimente y decida qué quiere hacer por sí mismo, sin limitaciones a la imaginación.
Lo cierto es que el juego tiene algo que envicia una mala cosa y no es hasta que te pones que no entiendes qué puede tener este juego para gustar tanto. Te pones a picar o a explorar y cuando te das cuenta han pasado las horas volando y estás soñando en cubos, cuadrados y la cabeza fluye con ideas, una detrás de otra. Seguramente una de las cosas por las que el juego gusta tanto es porque cualquier cosa que hagas, tu refugio, cualquier edificio, cualquier monumento, etc, te la has currado desde cero y eso otorga a la labor mucho mérito. Le coges cariño a lo que has construido porque no ha sido fácil, requiere dedicación y esfuerzo, además de ilusión por llevar a cabo tus ideas y planes. Supongo que esa vinculación con lo que construyes es uno de los motivos del éxito del Minecraft.
Otro de los puntos que juega a favor del Minecraft es que puedes jugar sin el modo aventura, simplemente porque te gusta construir y punto. O, en cambio, puedes construir sabiendo que el mundo donde estás es hostil y que el juego te dará ciertos toques de rol que todavía van a mejorar más con las siguientes actualizaciones (el siguiente parche 1.8 parece que será un gran cambio en el modo aventura).
Sin más dilación, sumerjámonos en el juego.
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Capítulo 1: El primer día
Pues bien, aquí estamos. Minecraft. El mundo 3D cúbico por excelencia. A partir de ahora hay que pensar en cuadrados y en leyes físicas. El mundo que nos rodea está inexplorado, es salvaje y no sé qué me espera en cada valle, colina o zona boscosa. Mi primera decisión es encontrar una ruta de avance que me lleve a algún lugar elevado, rocoso si puede ser para poder excavar, y que no esté rodeado de agua. El mar se extiende detrás de mí y alrededor pero lo que yo quiero es suelo llano, extensiones de verde y elevaciones montañosas.
Sin nada más que mis brazos como “herramienta” y mi capacidad de improvisación, debo agenciarme con lo que pueda y sobrevivir durante mi primer día en Minecraft. El primer día es tenso y algo estresante. El sol acaba de salir pero al llegar la noche mi vida no valdrá ni un miserable cubito de arena de playa. Debo encontrar un lugar donde cobijarme y aislarme del exterior, aunque sea un agujero de mala muerte temporal e improvisado.
Al echar un vistazo a mi alrededor observo mucha agua, estoy en una playa pero en la dirección de la imagen veo tierra verde, árboles, algo de nieve en la zona más elevada…parece un buen sitio para dirigirse. Lo que me llama la atención son unos puntitos negros que se observan en algunas de las rocas de enfrente. Es una veta de carbón. He tenido suerte, a veces hay que buscar bastante pero esa elevación montañosa está cortada por la erosión del agua y cae en picado hacia el mar, dejando parte del lateral de la montaña al descubierto.

Salto hacia el agua, me hundo un momento pero me mantengo a flote y accedo a la zona. Con esfuerzo llego arriba de todo y miro de encontrar algún árbol. Si quiero picar el carbón debo encontrar algo puntiaguado, con las manos no se puede extraer el mineral. En la imagen se aprecia el terreno que tengo a la vista.

Con un cuadrado de tierra que he conseguido arañando con las manos pico el tronco del árbol y arranco varios trozos de madera. Con la madera sin tratar consigo varios “cuadrados” de madera que uniéndolos de la forma que veréis más tarde me permite conseguir unos cuantos palos alargados (sticks) que pueden usarse para construir objetos muy diversos haciendo de mango (por ejemplo de una pica o un hacha).

Al talar el árbol han caído algunas cosas interesantes, además de la madera.

Usando la madera como veis en la imagen consigo tablas de madera tratadas.

Con 4 de esas tablas de madera consigo una mesa de trabajo que me permitirá empezar a realizar “crafting”, es decir, el montaje de objetos avanzados como herramientas.

Instalo la mesa de trabajo cerca de la veta de carbón que encontré al principio.

Y ahora me pongo a hacer palos, que me servirán de mango para las herramientas.

Uniendo ahora dos mangos/palos de madera y tres cuadrados de madera como veis en la imagen y voilá, ¡una pica de madera! No me hago muchas ilusiones porque la madera se estropea en seguida y con el uso repetido la herramienta se rompe. Como veis hay que aplicar un poco la imaginación y la lógica: creando el “dibujo” en la mesa de trabajo el objeto se crea. En este caso los dos palos son el mango y los tres trozos de madera dibujan la forma de la pica.

La pica sirve de momento para mi propósito, que no es otro que extraer el carbón de la veta que encontré nada más empezar. Cada cuadrado de carbón me da un número indeterminado de trozos de carbón, un material que es fundamental para muchas cosas como ya veremos.

Una vez he picado todas las rocas donde hay carbón es momento de recoger la mesa de trabajo y explorar un poco a ver qué encuentro. Al poco la nieve desaparece y me encuentro en otra playa repleta de arena y más allá árboles y mucha hierba.

Mi siguiente objetivo es encontrar un lugar que me pueda servir de refugio para mi primera noche. Es bien entrada ya la mañana y a partir de ahora se irá oscureciendo paulatinamente. Una de las cosas que se aprende y que se repite a menudo mientras se juega al Minecraft es observar el cielo y la posición del sol para ver cuánto queda antes de que se haga oscuro.
Durante mi exploración, a contrareloj, recorro varias zonas arboladas con elevaciones montañosas bordeándolas.

Encuentro también un pequeño lago pero al atravesar una elevación salpicada de árboles y flores encuentro un lugar que parece muy bueno para establecerme, no sólo como algo puntual, si no de forma estable. Es una montaña enorme que se extiende por tres lados, muchos árboles, algunos animales aquí y allí…y además se aprecian vetas de carbón salpicando las rocas. Parece un buen sitio y además hay cuevas que se sumerjen en las profundidades (no me adentro en ellas, sólo echo un vistazo por encima ya que está todo muy oscuro). También aprecio la presencia de unos cortes naturales en la roca, en forma de pasadizos en la base de la montaña, que conectan valles repletos de vida animal y árboles.
Mi impresión es que el sitio acojona bastante, sobre todo porque la montaña cubre tres lados y deja sólo una ruta de entrada, haciendo que la zona parezca una “península”. La montaña es alta y en conjunción con los árboles del centro del valle se hace complicado ver el cielo y se oscurece todavía más el entorno. Hay bastantes grutas y cuevas que se adentran en las profundidades, parece muy emocionante como lugar para establecerse.
No me lo pienso más y empiezo a picar en la roca para hacer un agujero rápidamente. He escogido una pared rocosa ancha y bastante regular, en la base de la montaña. Cuando estoy a punto de finalizar el cielo se oscurece y resulta casi imposible ver nada. Es un momento crítico, así que instalo la mesa de trabajo y juntando mangos/palos de madera y con carbón creo una decena de antorchas.

Rápidamente y sin parar creo una pica de piedra que es más durarera que la de madera y como ahora estoy rodeado de rocas seguro que no me faltarán en el futuro.

También aprovecho para hacer una espada de piedra, que me vendrá bien porque la noche trae mala pinta.

Coloco un par de antorchas para poder ver dónde demonios estoy y lo que estoy haciendo, y cierro la entrada con la piedra que he recogido para evitar que “nadie” pueda entrar dentro. Dejo una pequeña “ventana” para ver cuándo se hace de día y para no sentirme totalmente aislado. Las antorchas dan una luz tranquilizadora y no puedo menos que agradecer el haber encontrado el carbón tan pronto. No me imagino pasando una noche a oscuras si saber qué me rodea.

Al poco de quedarme a cubierto y mientras intento ampliar el refugio creando un pasillo en dirección hacia el interior de la montaña, empiezo a oir ruidos extraños en el exterior. Algunos suenan por encima del refugio, otros algo más alejados e incluso otros parecen venir de la entrada misma. Algunos ruidos son quejidos lastimosos y prolongados, guturales; de vez en cuando oigo un siseo que me pone muy nervioso.
Mientras intento centrarme en abrir un pasillo hacia el interior de la montaña para ampliar el agujero donde estoy enclaustrado, no puedo dejar de pensar en lo que sería estar ahí afuera sin luz y sin una pared que me protegiera. Todo apunta a que veré mi primer amanecer en Minecraft.