Momentos claves de la historia: el cruce del rio Delaware.
Publicado: 30 Mar 2006, 17:42

Este cuadro (famoso en Estados Unidos especialmente) cuenta una historia que tuvo lugar durante el invierno de 1776, en New Jersey (EUA). Los que tienen o han tenido la oportunidad de ver esta gigantesca pintura personalmente se sorprenden de sus dimensiones y de la fuerza que desprende. El cuadro se llama "Washington cruzando el Delaware" y fue pintado por Emanuel Leutze en 1851, 75 años después de los hechos que narra la pintura. Gustó tanto en EUA que hoy en día la pintura se vende impresa en vasos, platos, vajilla y en multitud de otros objetos comerciales.
El Cruce del río Delaware por George Washington en 1776 se estudia en colegios y forma parte de la historia de Estados Unidos por lo que significó y por lo que significa. La gente que acude a ver el cuadro o ve la escena representada en algún objeto lo reconoce rápidamente pero algunos juntan las cejas y arrugan la frente pensativos: "¿ocurrió realmente así, como se ve en el cuadro?".
Los cuadros, si se miran con detenimiento, revelan mucha información y a veces sólo hace falta saber ver los detalles y conocer el trasfondo histórico que rodea los hechos representados para sacarle el jugo. Una mirada rápida y superficial al cuadro nos revela que en la barca hay 12 soldados y que es una de muchas cruzando un río congelado. Son americanos y la bandera estrellada nos facilita ese dato. Esa es la información que obtenemos echando un vistazo, poco más. Pero una mirada más atenta y estudiada nos revela muchos más datos, algunos muy curiosos. Por ejemplo, no hay 12 soldados en la barca, sino 13. El decimotercer pasajero está escondido y sólo se ve el arma que porta saliendo de entre el resto de soldados que hay a la derecha. Es un pasajero “desconocido” y representa a todos aquellos hombres que pasan desapercibidos en cualquier lucha defendiendo unos ideales de forma anónima. Los 12 hombres que sí podemos ver visten ropajes muy diversos, son de diferentes regiones del país y uno de ellos es negro (a la izquierda). Los 13 soldados están juntos en esa barca, cruzando un río que arrastra grandes bloques de hielo. Trece hombres, uno por cada una de las 13 colonias americanas.
Arriba, a la izquierda, en el cielo, una estrella solitaria y luminosa marca el camino de la esperanza, como una señal. El lado izquierdo del cuadro es luminoso, hay esperanza, es el futuro que ha de venir. El lado derecho es más oscuro y es un reflejo del período gris y negro de los meses anteriores al cruce del río, el pasado que queda atrás. De los 12 tripulantes que vemos sólo uno transmite quietud, altivez, imperturbable: George Washington.
El cuadro fue pintado en un momento de gran agitación social en Europa y el pintor intentaba provocar con él una activación del espíritu revolucionario entre las clases medias. La pintura es inexacta históricamente en algunos aspectos. La bandera americana con las estrellas no existía todavía; el cruce del río Delaware se hizo totalmente de noche en plena tormenta invernal y no de día; en el cruce tampoco participó ningún soldado de color y el río Delaware estaba tan congelado que cruzarlo fue una tarea muy complicada. Pero lo importante, el trasfondo histórico, es exacto y lo que narra el cuadro, la historia principal, es cierta.
Y, señores, la historia que cuenta el cuadro tuvo lugar el día 25 de diciembre de 1776 en pleno invierno y durante el transcurso de una fortísima tormenta de aguanieve. Con unas temperaturas cercanas a la temperatura de congelación las tropas bajo mando del cuestionado y criticado General George Washington (2.400 hombres), mermadas, mal pertrechadas y equipadas, desgastadas y acobardadas hasta cierto punto por medio año de derrotas ininterrumpidas ante los temibles Hessian alemanes y los regulares británicos, cruzaron el congelado río Delaware en una acción al más puro estilo "comandos" contraviniendo toda lógica militar, para atacar al enemigo por sorpresa e intentar dar un giro a las dolorosas derrotas de los meses anteriores. Lo que ocurrió aquel día tuvo unos efectos para la moral y el espíritu de la Revolución tan increíbles que el cruce del río pasó a considerarse como uno de los aspectos clave de la independencia de las Colonias americanas, un punto de inflexión decisivo.
Os animo a que me sigáis en este viaje para intentar explicaros de forma amena qué ocurrió antes, durante y después del 25 de diciembre de 1776. Esta es una historia que parece un cuento. De cómo un ejército a punto de su extinción completa fue capaz de dar un giro a los acontecimientos en el momento más terrible y oscuro de su existencia, cuando ni el propio George Washington estaba seguro de que la causa fuera a sobrevivir a ese invierno. Esta es la increíble historia que hay detrás del Cruce del río Delaware.
Y para empezar debemos remontarnos brevemente a la batalla de Bunker Hill, el 17 de junio de 1775 y centrarnos en las consecuencias que esa batalla tuvo para el británico Mayor General Howe, uno de los grandes protagonistas de esta historia…
BUNKER HILL

”No disparéis hasta que les veáis el blanco de los ojos”- Israel Putnam en Bunker Hill.
El 17 de junio de 1775 la guerra de Independencia seguía su curso. El General británico Gage estaba bloqueado en Boston por el ejército Continental Americano que ocupaban las colinas al oeste de la ciudad. Gage, resuelto a salir del embotellamiento en el que se encontraba decidió tomar la península de Charlestown con un desembarco a través del puerto de Boston.
El 16 de junio, no obstante, 1.500 soldados americanos del regimiento de Massachussets y del regimiento de Connecticut bajo el mando de Israel Putnam se avanzaron a los planes británicos y ocuparon las colinas Breed Hill y Bunker Hill en la península de Charlestown, atrincherándose fuertemente en ellas y obstaculizando gravemente los planes del Comandante británico.
El Mayor General Howe, uno de los 3 generales enviados por Inglaterra para asistir al General Gage recibió la orden de tomar la colina y echar de ella a los rebeldes.

El ataque a la colina Breed Hill y la mal llamada batalla de Bunker Hill fue una carnicería. Los británicos avanzaron en formación de combate (en fila) subiendo la pendiente hacia las posiciones defensivas americanas, los cuales esperaron hasta el final (“no disparéis hasta que les veáis el blanco de los ojos” es la frase que se considera pronunció el General americano Israel Putnam durante la batalla y que se convirtió en un grito de guerra a partir de entonces) antes de disparar a bocajarro atrincherándose detrás de unas posiciones fuertemente defendidas.

Hasta 3 ataques sucesivos en oleada tuvieron que realizar los británicos antes de tomar la colina de Breed Hill a la bayoneta. El resultado fue una carnicería: 1.150 soldados regulares británicos murieron o resultaron heridos (la mitad de la fuerza atacante) y 450 americanos perdieron la vida o fueron heridos.

Más allá del número de fuerzas involucradas en la batalla el resultado y las lecciones aprendidas en Bunker Hill por ambos contendientes fueron claves para la historia que tendría lugar posteriormente y por eso es importante detenernos en ellas y hacer un resumen claro.
1. El efecto más importante fue el prestigio que el Mayor General Howe adquirió después de la batalla convirtiéndole en un héroe y, de paso, llevándole a ser nombrado como Comandante en Jefe del Ejército británico de invasión en las colonias.
2. La carnicería de Bunker Hill tuvo un efecto devastador para la moral y los conceptos militares del general Howe, que quedó horrorizado del alto coste de la batalla. Su concepción militar de la guerra cambió completamente llevándole a renunciar a cualquier otro ataque frontal contra tropas bien atrincheradas. A partir de entonces el general Howe usaría los ataques de flanqueo como principal concepto táctico y obligaría a los americanos a luchar bajo las condiciones que estableciera el ejército británico.
3. El coste de la batalla en hombres supuso para los británicos chocar duramente con la realidad. Empezaron a surgir voces de los altos mandos sugiriendo imperiosamente la necesidad de buscar tropas mercenarias en el extranjero para poder afrontar una campaña decisiva en las colonias. Pertrechar y entrenar un soldado regular británico era arduo y costoso como para perder tropas tan valiosas contra milicias
rebeldes sin experiencia en combate. Había que buscar ayuda externa.
4. Quedó claro que las tropas británicas eran mejores que las milicias y el ejército continental americano. Los rebeldes no disponían de tropas ni de mandos con experiencia comparables a las tropas regulares británicas pero si aquéllos luchaban una guerra defensiva en posiciones ventajosas la supuesta superioridad militar quedaba relegada a un segundo plano.
Casi un año después de la batalla de Bunker Hill los británicos evacuaban Boston por mar gracias a la siempre eficiente y prestigiosa Armada Británica. Los americanos rodeaban la ciudad y dominaban las alturas. Los cañones americanos eran una amenaza para el ejército británico así que se dio la orden partir. Después de que el último barco británico hubiera partido se desató la euforia en las colonias. Aquel día fue un día de gran felicidad para el ejército continental y para la revolución. En gran parte de las ciudades sonaron las campanas de victoria mientras la gente se echaba a las calles para festejar la derrota del invasor.
Pocos se iban a imaginar que muy pronto un desastre de proporciones inimaginables se iba a desatar sobre el ejército Continental y que una gran flota de invasión, una de las más grandes jamás vistas, se dirigía hacia las colonias para destruir la Rebelión. El día de la retirada de las tropas británicas de Boston fue el último día en el que un general americano volvería a sonreír en mucho tiempo.
PD: Continuará...