Como me fastidian los historiadores revisionistas :evil2: que pretenden dar la vuelta a la tortilla completamente, basándose en reinterpretaciones más que dudosas y juzgando a los personajes históricos desde una absurda perspectiva actual.
En algunos casos, estas revisiones históricas son valiosísimas porque se basan en descubrimientos de nuevos documentos y otros hallazgos que resultan decisivos como prueba. Por ejemplo, los nuevos datos e información hallados sobre el "presunto desastre" de las divisiones SS en la batalla de Prokhorovka, donde se habían sido destruidos 300! tanques alemanes incluidos numerosos tigers frente a un número similar, o tan solo un poco más elevado de soviéticos. Sin embargo se ha demostrado que los alemanes no disponían en total en ese sector, ni siquiera esa cantidad de carros de combate operativos y las estimaciones más rigurosas hablan de unos 50 tanques destruidos en dos días en las tres divisiones, frente a las 300 y pico del bando soviético. Cuyos ejércitos de carros quedaron diezmados, eso sí, consiguiendo en el proceso detener la ofensiva alemana en el sector sur.
Pero estos son casos peculiares, que afectan muy especialmente a las informaciones que atañen la Unión Soviética, cuya propaganda de guerra se mezclaba con la historia oficial, y con sus documentos menos secretos, y los informes negativos eran retocados y falseados habitualmente, aunque todas estas practicas se entienden dentro del "cainismo Stalinista".
Sin embargo volvamos al tema, actualmente la gigantesca avalancha de publicaciones históricas en todos estos años, obliga a los nuevos escritores y especialmente a los editores, a buscar nuevas formas dudosamente éticas de vender sus libros, ejemplo:
¿porque me he de comprar el 20º libro sobre Rommel?.- Porque en él te descubrimos ¡en exclusiva! que Rommel fue un producto de la propaganda. Los Británicos se la vieron y desearon para echarlo de África porque, o bien solo querían hacer gastar recursos al III Reich, o bien eran aún más incompetentes. Así que ya sabes: ¡¡¡Cómpralo y descubre la verdadera naturaleza del general!!
Actualmente, y en todos los ámbitos, es tal la labor de desinformación y manipulación que nunca ha sido tan necesario tener un criterio propio, conocimientos densos y sentido común, para cribar BASURA que nos lanzan constantemente "los medios" en general.
En esta manipulación lamentable existen muchos motivos, incluido la constante “politización” de absolutamente todas la áreas del conocimiento, aunque la mayoría son como ya expuesto, simplemente económicos, hay que vender el producto el escritor al editor, y el editor al público, por eso se buscan “nuevas aportaciones”.
En los dos últimos años he podido observar perplejo, diferentes “obras desmitificadoras” algunas con gran alcance mediático, por ejemplo:
.-La habilidad militar de Napoleón, de Rommel, Patton, Montgomery, en entredicho (y probablemente muchísimos más, de los que no tengo constancia).
.- O bien cosas como “ El imperio Español nunca existió” “la relativa eficacia de la Blitzkrieg”, no digamos todas las publicaciones que atañen a la “Guerra Civil Española”
y en fin en muchas más que consigo recordar en este momento.
¿ Y que es lo que se esconde realmente detrás de todo esto?
Pues bien, por orden de más cochambroso a menos, podemos distinguir tres grandes grupos:
Existen no pocos que simplemente hacen una aberrante relectura de la historia y de los personajes desde una obtusa óptica actual (generalmente se disfraza como “puesta en día”) que omite deliberadamente “zonas grises”, y se ensaña en aquellos apartados más sangrantes para el público moderno, esta clase de libros-escoria , hay que colocarlos en una zona próxima el W.C. o bien colocarlos en la sección “propaganda política para idiotas” para aquellos que dispongan de un amplio espacio en sus viviendas.
Nos encontramos con obras en las que detrás de sugerentes títulos, después se matiza hasta tal punto la espectacular frase inicial, para acabar encontrándonos con otro libro más, generalmente mediocre, que sencillamente pone el acento en un determinado punto que resulta más negativo para “el mito” en cuestión y se acabó. Estos libros solo resultan recomendables para aquellos “viciados” con el tema en cuestión, y con suficientes billetes para malgastar.
Dentro de un tercera “sección desmitificadora”. Estaría la “oferta seria”, son aquellos libro muy sesudos, mucho de ellos plagados de referencias hasta resultar ilegibles ( estos libros muchas veces son transcripciones de literales trabajos para Cátedra ). En los que se enumera de manera sistemática y detallada, todos los errores que cometieron el personaje, o el gobierno en cuestión. Para llegar a la obvia conclusión; la desmitificación (seguramente absoluta, que para eso le ha costado hacer el librito) de dicho personaje o institución. Curiosamente esta tipo de libro suele tener lo mismos “errores de base” que en la sección más cochambrosa, a la que se le une, la absoluta arrogancia del autor. Estos libros pueden resultar interesantes, por detallar apartados que otras obras al contrario, “mitificadoras”, han pasado por alto. Pero al lector inteligente no debe pasar por alto el hecho, que estos libros, por el motivo que sea, han sido creados ex profeso para “desmitificar” y ser considerados en su justa manera, o sea como un complemento a la historia oficial, en aquellos puntos más acertados.
Los personajes históricos son en su mayoría excepcionales ( Quitaremos aquí a los que ha sido execepcionales por su incompetencia

), por haber conseguido “afectar o alterar” el curso de la historia por sus propias cualidades igualmente excepcionales, sobre el resto de sus coetáneos (esto es lo fundamental). Cuando nos encontramos con un general o monarca, que ha derrotado de forma humillante, sucesivamente a sus contrincantes, demuestra que nos hayamos ante una figura de destacada relevancia. Porque todos nosotros sabemos como jugadores de wargames, que una vez alcanzado un cierto nivel de veterania, la diferencia entre el éxito y la derrota, es muy sutil, y que la diferencia en cantidad y calidad de los ejércitos enfrentados, se hace muy difícil de superar, si aún así, nos encontramos como un figura, que no solo machaca a sus adversarios en igualdad de condiciones, sino también con clara desventaja, es sin duda un personaje excepcional.
En cuanto a Rommel, como general, en el contexto de la segunda guerra mundial, resulta excelente, no hay lugar a dudas, los hechos son tozudos; logró poner en jaque a toda el ejército británico, en el único frente terrestre que tuvo el Imperio contra los alemanes durante casi dos años, con unos recursos más que justos. Lo que constituye toda una proeza, alabada sin disimulo por sus contrincantes. A mi parecer su intervención fue menos brillante que algunos otros generales alemanes, que tuvieron más fuerzas y se situaron en zonas más conflictivas, y vitales como el frente ruso. Pero está en el “Top Ten” seguro.
Por último, al problema de mitificar, estos personajes históricos excepcionales, les sigue la réplica de la desmitificación la mayor parte de las veces excesiva, aún así, resulta paradójico pero muy ilustrativo , que estas “desmitificaciones basura” siempre cogen el relevo de la más estúpida de las mitificaciones, un ejemplo simple “¿ Napoleón resultaba invencible?. En nuestro libro demostraremos lo contrario”, se pone una premisa absurda o literalmente falsa, para que a continuación resulte más creíble su razonamiento en contra. En fin, patéticas manipulaciones dialécticas, que vistas así resultan evidentes, aunque no tanto en la realidad, al juzgar el éxito conseguido por algunas de estas publicaciones.
Eso es todo
