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El samurai solitario que bombardeó América

Publicado: 21 Ene 2009, 00:26
por LordSpain
Probablemente ya se haya anunciado en el foro, pero me pareció tan curiosa esta anécdota del bando japonés comentada por Daniel/Bandura por msn, que poco menos que me dediqué a investigar un poco por internet. Aquí está la historia ...
El samurái solitario que bombardeó América

El aviador japonés Nobuo Fujita atacó Oregón durante la II Guerra Mundial


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Entre las más extravagantes aventuras de la II Guerra Mundial está la del aviador japonés Nobuo Fujita, que, despegando desde un submarino, trató de incendiar a bombazos los bosques de Oregón en el único ataque aéreo que ha sufrido el territorio continental de EE UU hasta el 11-S. Los resultados no fueron lo que se dice espectaculares.

Cuando aquella mañana del 9 de septiembre de 1942 el sargento especialista y aviador de la Armada Imperial japonesa Nobuo Fujita, de 31 años, trepaba a la carlinga de su aeroplano, con cierta dificultad, pues ceñía espada de samurái, era muy consciente de que estaba haciendo historia. Fujita estaba a punto de despegar para bombardear por primera vez desde un avión territorio continental de Estados Unidos. En concreto, los bosques de Oregón.

El ataque aéreo de Fujita -en puridad dos, pues lo repitió días más tarde- es el único de su clase que se ha realizado contra EE UU (descartando el cometido contra Pearl Harbor, en la isla Oahu, en Hawai) hasta que los terroristas del 11-S estrellaron aviones contra las Torres Gemelas y el Pentágono. La de Fujita, Faetón [hijo del Sol en la mitología griega] de ojos rasgados, fue una agresión mucho menos luctuosa -de hecho, no murió ni fue herido nadie-, más audaz, e incluso estamos tentados de calificarla de romántica. Fue además un fracaso: el objetivo era provocar grandes incendios forestales con sus bombas, pero había llovido y los bosques estaban húmedos.

Era una operación arriesgada: hacer despegar un avión desde la cubierta de un submarino tras haber navegado desde Japón hasta la costa oeste de EE UU y sobrevolar en solitario 80 kilómetros de territorio enemigo hasta los grandes bosques del parque nacional del monte Emily. Iba a ser una respuesta al osado bombardeo de Tokio por los B-25 de Jimmy Doolittle en abril. El plan, basado en el uso agresivo de la aviación embarcada en submarinos (los japoneses eran los únicos que disponían de esa innovación: un total de 41 de sus sumergibles portaban hidroaviones desmontados y estibados en un hangar a tal efecto), lo había ideado el propio Fujita en su tiempo libre, aunque su proyecto original era atacar el canal de Panamá. El veterano aviador se quedó de una pieza cuando en julio de 1942 fue requerido por el cuartel general de la Armada para una reunión secreta en torno a su plan en la que estaba presente nada menos que el príncipe Takamatsu, el hermano pequeño de la Sagrada Grulla, el emperador Hiro Hito (véase el libro de referencia de la aventura, The Fujita Plan, de Mark Felton, Pen & Sword, 2006). "Fujita, vamos a enviarle a bombardear el continente americano", le dijeron. A lo que el piloto contestó doblándose por la cintura con un lacónico y marcial: "¡Hai!".

Nacido en 1911, Nobuo Fujita, pequeño y nervudo, se alistó en la Armada Imperial en 1932 y, prendado de los aeroplanos y de la mística del vuelo como muchos otros jóvenes de la época, consiguió hacerse aviador de la marina, un destino entonces exclusivísimo, una pequeña hermandad de pilotos de élite que por un tiempo reinaron en los cielos de Asia. Fujita fue piloto de pruebas, y parece que excelente, todo un natural flyer, y luego lo enviaron no a portaaviones, sino a submarinos -un destino extravagante para un aviador en cualquier otra armada-. Embarcado en el I-25 durante la II Guerra Mundial, vivió aventuras sin cuento realizando atrevidos vuelos de reconocimiento desde el sumergible con su aparato, en puro estilo vol de nuit, orientándose por la luz de los faros costeros (incluso voló sobre los puertos de Sidney, Melbourne y Auckland). Su aeroplano era el pequeño hidroavión Yokosuka E14Y (denominado Glenn por los aliados), que se lanzaba desde una rampa en cubierta y que los operarios montaban en una hora. Su velocidad de crucero era de 135 kilómetros por hora, tenía una autonomía de cinco horas y, por toda defensa, una ametralladora de 7,7 milímetros.

Aquel 9-S en la costa de Estados Unidos, tras colocarse las antiparras típicas de los pilotos japoneses en forma de ojos de gato, despegar con el buen augurio del sol naciente que se espejeaba en sus alas y escuchar los "¡banzai!" de rigor de la tripulación del I-25, Fujita y su observador, Shoji Okuda (que moriría luego durante la guerra), volaron entre neblina y lanzaron sobre un denso bosque la primera de las seis bombas de 76 kilos, que dispersaban al detonar 520 bolitas incendiarias en un área de 90 metros cuadrados. Vieron el brillo de la explosión y llamas. Vecinos del pueblecito de Brookings y guardabosques siguieron con lógica preocupación las evoluciones del avioncito japonés, y se dio la alarma, incluso al FBI. Los fuegos se extinguieron por sí mismos. Fujita volvió a atacar el día 29, esta vez de noche, con el mismo resultado. De regreso al sumergible, salieron por piernas convencidos de que habían montado una buena.

La parte bonita de la historia de Fujita viene después de la guerra (en la que continuó volando desde submarinos hasta que en 1944 le transfirieron al adiestramiento de kamikazes, un destino sin mucho futuro). En 1962, el viejo piloto reconvertido en comerciante de metales recibió una invitación para viajar a Brookings. Temiendo que fuera para juzgarle por crímenes de guerra, se llevó su espada, por si había que hacerse el haraquiri. Con gran sorpresa por su parte, le recibieron con simpatía. Tanta, que decidió regalar al pueblo el sable de su familia -el que llevó en sus vuelos-, que se exhibe en el Ayuntamiento de la localidad. Fujita regresó varias veces al pueblo, del que fue nombrado ciudadano honorario, e incluso volvió a volar sobre los parajes de su ataque y plantó un árbol -un retoño de secuoya- en el lugar exacto donde cayó una de sus bombas. En 1997, cuando Fujita murió de cáncer de pulmón, su hija Yoriko enterró parte de sus cenizas entre los bosques que el samurái aviador quiso un día incendiar.


Submarino tipo I-25 japonés ...

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Hidroavión Yokosuka E14Y (denominado Glenn por los aliados) ...

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Nobuo Fujita ...

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Anuncio de su fallecimiento y su historia en el New York Times ...

Nobuo Fujita, 85, Is Dead; Only Foe to Bomb America

By NICHOLAS D. KRISTOF
Published: October 3, 1997

Nobuo Fujita, a Japanese pilot who flew bombing runs over Oregon in 1942, apparently the only time that an enemy aircraft has ever bombed the American mainland, died on Tuesday at a hospital near Tokyo. He was 85.

The cause was lung cancer, family members said.

Mr. Fujita, whose incendiary bombs set off forest fires in Oregon's coastal range, played the key role in a quixotic plan by Japanese military commanders to put pressure on America's home turf in World War II. The idea was that the United States Navy would then be obliged to retreat from the Pacific to protect the West Coast.

A quiet, humble man who in his later years was deeply ashamed of his air raids on the United States, Mr. Fujita eventually forged a remarkable bond of friendship with the people of Brookings, the small logging town whose surrounding forests he had bombed. Last week, as he lay dying, the town council of Brookings hailed Mr. Fujita an ''ambassador of good will'' and proclaimed him an ''honorary citizen'' of the town.

On his first postwar visit to Brookings in 1962, Mr. Fujita carried with him a 400-year-old samurai sword that had been handed down in his family from generation to generation. He presented the sword, which he had carried with him throughout the war, to Brookings as a symbol of his regret, and it now hangs in the local library.

Mr. Fujita's daughter, Yoriko Asakura, said today that there was a bit more to the story. She recalled that her father had been very anxious before that visit, fretting about whether Oregonians would be angry at him for the bombing, and so he had decided to carry the sword so that if necessary he could appease their fury by committing ritual suicide, disemboweling himself with the sword in the traditional Japanese method known as seppuku.

''He thought perhaps people would still be angry and would throw eggs at him,'' Mrs. Asakura recalled, adding that ''if that happened, as a Japanese, he wanted to take responsibility for what he had done'' by committing seppuku.

Mr. Fujita's grandson, Fumihiro Asakura, said his grandfather had been deeply moved that the people of Brookings treated him hospitably, showering him with affection and respect that he felt he did not deserve. From this remarkable mutual magnanimity, Mr. Fujita began the metamorphosis from an enemy bomber of Brookings to its honorary citizen.

Brookings is a remote town of 5,400 on the southern Oregon coast, focused on logging and farming, but it now has an excellent selection of Japan books in its local library.

''He gave $1,000 to the library to purchase books about Japan for children, so that there wouldn't be another war between the United States and Japan,'' Nancy Brendlinger, the Mayor of Brookings, said by telephone. ''He was always very humble and always promoting the idea of peace between the United States and Japan.''

Churches and businesses in Brookings contributed $3,000 to pay for Mr. Fujita's trip to Oregon in 1962, and when he could afford to, he responded by paying for several local people to visit Japan. He also made three more visits to Brookings over the years, planting trees to mark the spot where he dropped the bombs and taking part in a 1994 ceremony to dedicate a state historical marker near the site.

In the war, Japan bombed Pearl Harbor in Hawaii, of course, and even bombed some islands off Alaska. But the air raids on Oregon were the only attacks by Japanese airplanes on what were states at that time.

A submarine carrying a crew of about 100 and a small plane with folded wings slipped across the Pacific to the unprotected waters off the Oregon coast. In the predawn darkness of Sept. 9, 1942, the crew assembled the plane and shot it into the air with a catapult. Mr. Fujita, who was a warrant officer, oriented himself with the Cape Bianco lighthouse and flew over the coastal range, dropping two 168-pound fire bombs over the forests in the hope of setting terrible forest fires.

Mr. Fujita's plane had been spotted from the ground, but no one had anything better to shoot at it with than a deer rifle, and so he flew back to the submarine -- and was horrified to discover that it was not there. He feared that it had been discovered and forced to leave him behind, but he eventually found it and landed in the water on the plane's floats.

The submarine's crew members quickly stowed the plane and dived to 250 feet, where they stayed quietly -- listening to American depth charges -- as the United States Navy searched frantically for them.

Three weeks later, Mr. Fujita flew an almost identical mission and dropped two more bombs. None of the bombings, on either mission, caused much of a fire, but they did provoke alarm up and down the coast.

Although Mr. Fujita's were the only air raids on the American mainland, Japan did release thousands of balloons carrying bombs. The winds carried the balloons across the ocean to the western United States, where they landed and set small fires. The only fatalities were a group of people on a church outing in Oregon and perhaps a woman in Montana.

Mr. Fujita's air raid was regarded in Japan as heroic. The main front-page article in the Asahi newspaper's evening edition on Sept. 17, 1942, carried a headline: ''Incendiary Bomb Dropped on Oregon State. First Air Raid on Mainland America. Big Shock to Americans.''

After the war, Mr. Fujita started a hardware store in Ibaraki Prefecture, near Tokyo, but it eventually went bankrupt. He later worked at a company making wire, and he rarely talked of the war or of his younger brother, who was killed in the fighting. Mr. Fujita's survivors -- in addition to his daughter, six grandchildren and one great-grandchild -- do not even know where the brother was killed.

His family members did not even know that he had bombed Oregon until he abruptly announced in 1962 that he had been invited to Brookings and would be going for a return visit -- with his sword, just in case.
Donación de su espada samurai al pueblo americano en la zona de lanzamiento de sus bombas, en Oregón ...

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Re: El samurai solitario que bombardeó América

Publicado: 21 Ene 2009, 09:23
por george patton
Muy interesante, como se suele decir una historia de final feliz, incluso algun guionista podria hacer una peli. :aplauso:
Saludos.

Re: El samurai solitario que bombardeó América

Publicado: 21 Ene 2009, 09:34
por Patxi
Curiosa historia... :Ok: :Ok:

No sabria como describirla.... Curiosa. Triste. Con cierto espiritu romantico. Pacifista. Belicosa... Muy buena.

Re: El samurai solitario que bombardeó América

Publicado: 21 Ene 2009, 09:35
por Erwin
¿De esto no se habló hace un tiempo en PdL ya?

Creo que sí.

Saludos

Re: El samurai solitario que bombardeó América

Publicado: 21 Ene 2009, 16:11
por LordSpain
Pues sería un buen argumento para una película sin duda, con el trasfondo de la 2ª Guerra Mundial, las relaciones humanas de la época, ....
Erwin escribió:¿De esto no se habló hace un tiempo en PdL ya?

Creo que sí.

Saludos
De ahí mis primeras palabras en el hilo :mrgreen: No lo se, pero parece lógico que así sea dado el carácter erudito de este foro :D

Re: El samurai solitario que bombardeó América

Publicado: 21 Ene 2009, 17:14
por Erwin
Mis disculpas Lord.

La historia la he leido con atención.

Interesante y curioso.

La máxima aproximación yankee en cine a la visión japo en la IIGM creo que ha sido Cartas desde Hiroshima.

Saludos, amigo.

Re: El samurai solitario que bombardeó América

Publicado: 21 Ene 2009, 18:49
por LordSpain
Y estoy seguro que a la mayoría nos gustó mucho más Cartas desde Iwo Jima que Banderas de nuestros padres. En el fondo somos unos románticos :roll:
Erwin escribió:Mis disculpas Lord.
Para nada señor :wink: Si encuentras/an el link estoy interesado en ver si se manejaron más datos :Ok: