El primer paso es ocupar Agedabia. Y para ello antes debemos acabar con las tropas enemigas situadas al sureste. Se trata de una unidad de fusileros y otra de artillería de 25 libras.
Hay que tener en cuenta que la artillería, aparte de su función ofensiva, disfruta de otra defensiva. Cuando una unidad amiga cercana es atacada le proporciona fuego de apoyo automáticamente, disparando sobre el enemigo antes de que llegue a entablar contacto, y debilitando, y en ocasiones, hasta frustrando, el ataque. Aparte de la artillería prestan fuego de apoyo en “Panzer Corps” los antiaéreos y los cazas.
Por ese motivo lo primero es intentar neutralizarla. Y nada mejor para lograrlo que la aviación.
Desplazamos hacia el noreste la escuadrilla de caza, para que dé cobertura a los bombarderos y en función de reconocimiento.
A la vez los Bf 110D atacarán a la infantería, mientras que los Stuka se encargan de la artillería.
Los Macchi M.C. Saetta descubren dos unidades de carros de combate enemigas: una de Cruiser Mk I y otra de Fiat-Ansaldo M 13/40, capturados a los italianos.
Respecto a los bombardeos debilitan al enemigo, pero no acaban con él. La prioridad siguen siendo los 25 libras, así que ordenamos a la artillería italiana de 105 mm. localizada en las inmediaciones del aeropuerto la tarea.
Merece la pena detenerse un momento en la anterior imagen. Tenemos la artillería seleccionada. Los posibles objetivos se señalan con un punto de mira. En blanco aparecen los hexágonos a los que puede desplazarse; en los que figura un camión solo será posible utilizando el transporte atribuido a la unidad.
Las unidades con transporte propio pueden moverse con más rapidez que las que tienen que hacerlo a pie, pero si son sorprendidas por el enemigo viajando de esa manera sufrirán fuertes bajas, así que hay que tener mucho cuidado.
Este es el resultado del ataque artillero. Vemos que los 25 libras han perdido un elemento de fuerza y que los cuatro restantes se hallan en color rojo, indicando su estado de “supresión total”. En “Panzer Corps” un ataque puede generar muertos, supresión (parcial o total) o ambas cosas. Los suprimidos no pueden atacar ni defenderse durante uno o varios turnos.
Tras ablandar al adversario con el bombardeo llega el momento del mano a mano. Adelantamos nuestras fuerzas, rodeando en lo posible a los británicos, que sufrirán por ello penalizaciones en la defensa.
Nuestros bravos
bersaglieri encabezan el ataque. Se nos ofrece una estimación del resultado del mismo, para que decidamos si merece la pena o no.
Si lo deseamos podemos obtener una versión más detallada de la previsión del combate.
Todo indica que será culminado con éxito, así que lo efectuamos. La infantería enemiga retrocede y es atacada por los carros de combate alemanes. Logra sobrevivir, pero está en las últimas.
Avanzamos nuestros tanques italianos desde el sur para darle el golpe de gracia.
A la vez ordenamos a la unidad de reconocimiento alemana acabar con los 25 libras. He aquí la situación tras los últimos encuentros.
La infantería británica ha sucumbido, mientras que lo que queda de su artillería huye en desbandada hacia Agedabia.
Realizamos los últimos desplazamientos de tropas del primer turno.
Le toca a los británicos, y responden enérgicamente. La batería artillera de 25 libras se refugia en Agedabia y desde allí informa de nuestra posición. Inmediatamente aparece una escuadrilla de Hurricane y ataca a nuestros Stuka; por fortuna, y a pesar de sufrir bajas, logran sobrevivir.
No tienen tanta fortuna nuestro Sd.Kfz. 232 8-Rad. La unidad de Cruiser que habíamos descubierto, junto con otra más, avanzan y lo destruyen. ¡Y era una unidad núcleo, maldición!
Cumplieron con su deber hasta el final. Pronto serán vengados.