
EFEMERIDES (Otoño 431 a.C.)
¡LA LIGA DE DELOS CLAVA SU LANZA EN EL PELOPONESO!
La alegría desborda el ágora de Atenas. Las noticias del verano son un regalo de los dioses a la causa ateniense. Los vendedores de vino, pasteles e higos se enriquecen con tanta celebración en las casas de los ciudadanos. Los templos se inundan de ofrendas de gracias, porque la bella Hermione y la sagrada Nemea se han anotado a la Liga de Delos, después de sufrir los ataques fallidos de peloponesios y espartanos.
La Liga se expande en el centro del territorio enemigo. Hazaña impensable hace unos meses y que produce un rumor de admiración en toda Grecia. Además, Naupacto sigue firme y Platea continua en la Liga, gracias a un nuevo héroe ateniense.
ESTRENOS EN EL TEATRO DE ATENAS
Los dramaturgos inundan el teatro de Dionisios con grandes comedias, donde se burlan de los rivales vencidos:
Aristófanes presenta con gran éxito “Me escuece ahí detrás”, una descarnada parodia de la derrota de los tebanos en Platea.
Por otra parte, Eurípides abandona por un rato sus tragedias para presentar dos comedias satíricas: “¡Me lio con el ariete!” sobre la derrota del general Nihil en Hermione y “Naupacto Parálisis” sobre la derrota del corintio JuanManuel en dicha ciudad.
El ciudadano Tucídides, que se dedica a historiar de vez en cuando, también ha publicado con notable acogida la obra “Sobre las hetairas y los celtas macarras”, un estudio pormenorizado de la influencia de las mujeres en los líderes de origen celta, que algunos tachan de descarado ataque a Breogán del Peloponeso.
HONORES A LOS HÉROES
Al estratego Haplo los ciudadanos de la aliada Platea le han dado el título de “Plataias Alexeter” (Protector de Platea) por su devastadora victoria frente a sus murallas y han erigido, en medio de su ágora, una estatua de mármol en su honor; donde se representa a Haplo en pose heroica, pisando con sus sandalias los traseros de un par de tebanos derribados. También le han concedido, en una ceremonia solemne, la ciudadanía de su polis, además de prometerle ayuda siempre que combata cerca de la ciudad.
El general Haplo, muy conmovido, ha abrazado a todos los magistrados platenses y saludado a los ciudadanos pronunciando un discurso de agradecimiento que quedará grabado en sus mentes y en una placa de bronce de dos por tres metros (sí, fue un discurso largo). Haplo recomendó a los platenses que practicasen con el juego Troyanitos Fortress para aprender estrategia y mando: “yo le debo mi pericia marcial a las enseñanzas de esos enanos troyanos. No hay nada como que te aparezca un Aquiles cabreado en un túnel para conocer tus límites.”
Los otros generales de la Liga, aunque no han recibido tantos honores, tienen el aprecio creciente de la opinión pública general y el cariño respetuoso de sus respectivas ciudades. Rubeus es aclamado en Jonia como “divino líder”, Boores ha recibido los elogios del mismísimo Pericles durante un extenuante discurso de cinco horas en la asamblea de Atenas y a Constan se lo rifan en las islas para hacerle banquetes homenaje.
TRISTEZA EN EL PELOPONESO
Otro mundo es la Liga del Peloponeso.
La noticia más destacada en el otro bando es el suicidio del estratego Lecrop tras su humillante derrota en Platea. Para asegurarse la muerte, primero se tomó un chupito de cicuta, luego se cortó las venas y finalmente se colgó de un pino. Desgraciadamente, la cicuta estaba pasada y solo le dio diarrea, las venas se le cerraron con el estrés de la situación y la rama del pino se quebró con el peso. Por lo que, llevado por la desesperación y la rabia descontrolada, se tiró de cabeza al pozo negro del barracón de la Banda Sagrada... y bueno, ahí sí que la palmó en pocos segundos, en medio de terribles olores.
Su sustituto es otro general con el aprecio de los suyos, el sin par y majo Pijus Magnificus, que promete vengar las ofensas recibidas a la ilustre Tebas.
En Corinto se empieza a rumorear sobre el estratego JuanManuel, pero todavía tiene el aprecio ciudadano. Su fallida toma de Naupacto no ha sido tan desastrosa como la de Platea. Aunque el que se limitara a contemplar junto a sus tropas de élite como el resto del ejército la pifiaba no ha favorecido que se hable bien de su arrojo.
En el Peloponeso la derrota de Breogán escuece, pero su rápida decisión de invitar a banquetes erótico-festivos a los magistrados más influyentes de las polis del lugar ha calmado un poco los ánimos en la península.
En Esparta, los éforos echan pestes de Nihil, pero los ciudadanos guerreros le apoyan, pues consideran que la derrota en Hermione se debió más a las circunstancias que a la negligencia.
Se presume un Otoño caliente.
Mientras, en el oráculo de Delfos...

La pitonisa profetiza: “ARINGSFGR.... RUBBEUSS...MACIZZZZORRROO... ARG”
Los sacerdotes interpretan: “El estratega Rubeus, que destaca por su maestría bélica, es muy querido por los dioses.” (Aumenta su iniciativa en 2 puntos)
Y vuelve a profetizar:
“AUPAAAZS... LIGAAAH... DEELOSS... RA-RA-RAAA”
Los sacerdotes interpretan: “Bendita Liga de Delos. Los dioses respetan sus decisiones.” (la opinión de su asamblea aumenta un 4%)