kalvera escribió:Muad DId, Langsdorff antes de refugiarse en Montevideo destruyo 9 mercantes aliados, y dañó seriamente dos cruceros ingleses, el Ajax y el Exeter. No obstante nadie duda ni cuestiona su error al hundir su barco en la creencia de que fuerzas muy superiores le esperaban en la salida del puerto. Posiblemnete, al percatarse después de su error, decidió suicidarse como modo de asumir su responsabilidad. Ningún autor sostiene que el Capitan del Graf Spee obrase acertadamente. En cambio, ningún autor español osaría cuestionar públivamente la conducta de Cervera.
Patxi, que se hubiese podido hacer? Pues no tirar la tohalla antes de pensar seriamente en las opciones tácticas que la situación permitia.
A mi se me ocurren varias:
1º Como Matador y algún autor apunta, podrían haberse emplazado los cañones de los buques como artilleria de costa y ostigar a la flota americana mientras los buques españoles trataban de forzar el bloqueo.
No, los fuertes se encontraban ya en muy mal estado:
"El Diario da cuenta de las noticias que van generando las fuentes más próximas a la guerra y que por su lógico interés estratégico, es importante confrontar. Así, por ejemplo, se informa que en EEUU se anunció oficialmente un nuevo bombardeo a Santiago, el 7 de junio, que perjudicó seriamente a los fuertes y ocasionó muchas muertes. Fue demolido el crucero español Reina Mercedes, matando al segundo comandante y a cinco marineros e hiriendo a un teniente y diez marineros. Por su parte en Madrid, un despacho oficial de La Habana anuncia que los norteamericanos empezaron a bombardear ayer los fuertes de Santiago, pero no da detalles. Más tarde, otro despacho dice que los españoles han vuelto a rechazar el nuevo ataque de los navíos norteamericanos a Santiago, aunque murieron varios españoles entre los cuales se hallan el Coronel Ordoñez y el Capitán Sánchez (8 de Junio)."
2º La salida nocturna como apuntó entre otros el Capitan Bustamante. El uso nocturno de los torpedos era una posibilidad mejor que la de la salida a plena luz del dia.
3º Aprovechar un dia de nuves bajas, niebla o lloviznas que facilitasen el aocultamiento de la flota al reducir la visibilidad.
No, se le había ordenado la salida inmediata de la bahía de Santiago para evitar ser capturada
4º Salir antes de que el bloqueo fuese ya definitivo. cervera dispuso de casi 2 semanas para salir de Santiago y atacar el bloqueo americano que hasta esa fecha era ejercitado por buques menores.
No, No tenía combustible mas que para el combate.
Ninguna de esas opciones garantizaban la victoria ni mucho menos, pero si que ofrecian una mínima posibilidad de salvar parte de la flota o bien de causar algún daño en los buques enemigos.
Una curiosidad:
Penoso estado de la Flota en 1898
Cuando España entró en guerra con los Estados Unidos de Norteamérica, la situación de la marina de guerra era precaria, tanto por la cantidad de buques, como por la calidad del conjunto y por el excesivo optimismo en la clasificación de los navíos.
Mientras a finales del Siglo XIX, todas las potencias grandes y medianas se lanzaban a una frenética carrera de armamentos navales, España sólo dedicaba el 4 % del presupuesto a la Marina de Guerra. En otros países medios como Austria-Hungría o Italia, el presupuesto naval era cercano al 10 % generando un ritmo de construcciones bastante superior al español. Ni que decir tiene que Inglaterra (primera potencia naval de la época ), Rusia, Francia, Alemania o Estados Unidos dedicaban un porcentaje muy superior a conseguir, en unos casos, o mantener, en otros, una flota de guerra capaz de soportar conflictos a distancia, base del colonialismo e imperialismo. Sin ese instrumento naval, poco o nada podría hacer una potencia que quisiera mantener o aumentar sus provincias de ultramar.
Bajo este presupuesto limitado es fácil concluir que la construcción de nuevas unidades o la modernización de otras existentes fuera penosa en España. Además los avances tecnológicos en maquinaria, diseño y armamento había dejado anticuada la otrora poderosa flota española del final del reinado de Isabel II. La última guerra carlista y las insurrecciones cantonales del periodo de la Primera República Española, habían arruinado la Hacienda Pública y retrasado aún más la precaria industrialización española. Durante los primeros años de la Restauración de la Monarquía, la mayoría de los esfuerzos se encaminaron a poner orden en el caos y no había grandes recursos para otras cosas.
España contaba, sin embargo, con un ambicioso plan de construcciones navales, la Ley de 1887, que en diez años preveía la construcción de más de doscientos buques, tanto pesados como ligeros acudiendo tanto a los astilleros nacionales como a los extranjeros. Pero tal proyecto requería dinero y el disponible se quemaba en las sangrientas guerras intermitentes contra los insurrectos del Caribe y el Pacífico. A medida que el previsible conflicto con los EE.UU. se acercaba, se echó mano a todo lo imaginable para reforzar la exigua flota, empréstitos públicos, colectas populares, etc ., pero la improvisación, las prisas y el estallido de la guerra las hicieron inútiles.
Flota Española en 1898
En 1898, sólo se habían construido algunos barcos modernos, de los cuales unos estaban a medio armar, otros tenían problemas en las máquinas y en los viejos y anticuados cañones "José Hontoria". Aunque se había aprobado una partida presupuestaria para sustituir estos cañones y las máquinas de algunos buques, por cañones Krupp de tiro rápido y máquinas inglesas, tanto Alemania como Inglaterra impusieron el embargo militar, impidiendo que los buques españoles fueran al combate con alguna mínima posibilidad de victoria. Por eso, cuando la flota española de operaciones salió de Santiago de Cuba, partió a la gloria y a la muerte.
Buques:
Infanta María Teresa (Acorazado protegido de segunda clase)
Gemelos: Almirante Oquendo y Vizcaya
Infanta María Teresa: Capitán de Navío Víctor Concas
Vizcaya: Capitán de Navío Eulate
Almirante Oquendo: Capitán de Navío Lazaga
Año de Construcción: 1890
Eslora: 103 m
Manga: 19,8 m
Desplazamiento: 6.890 toneladas
Velocidad: 20 nudos
Blindaje: 305 mm
Artillería: 2 de 280 mm, 10 de 140 mm, 8 de 57 mm, 8 de 37 mm.
Tubos lanzatorpedos: 8
Tripulación: 497
Fueron clasificados como acorazados protegidos de segunda clase cuando en realidad eran cruceros acorazados. Se construyeron en Bilbao siendo botados el María Teresa en 1890 y el Oquendo y Vizcaya en 1891. Constituyeron el grueso de la Flota de Cervera, que izó su Insignia en el Infanta María Teresa. Sucumbió toda la Clase en aguas de Santiago de Cuba el día 3 de Julio de 1898.
Cristóbal Colon (Acorazado de segunda clase)
Capitán de Navío Emilio Díaz Moreu
Año de Construcción: 1896
Eslora: 111,8 m
Manga: 18,8 m
Desplazamiento: 7.350 toneladas
Velocidad: 19,7 nudos
Blindaje: 150 mm
Artillería (prevista ): 1 de 254 mm, 2 de 203 mm
Artillería: 14 de 152 mm, 10 de 76 mm, 6 de 47 mm
Tubos lanzatorpedos: 4
Tripulación: 555
Se construyó en los Astilleros Ansaldo (Génova) y vendido a España antes de completarse. Se esperaba montar el armamento principal en agosto de 1898, pero ante los hechos salió para combatir en Santiago de Cuba sin él. Se enfrentó con sus piezas de 152 mm al Iowa (4 de 305), Brooklyn (8 de 203) y Oregon (4 de 330). Tocó en dos ocasiones al Iowa. Fue el último buque en sucumbir.
Todo ésto lo sabía Cervera de primerísima mano