El ordenador de mi contrincante funciona de nuevo.
Así es que de vuelta a los asquerosos campos de batalla de la primera guerra mundial.
Ha sido duro regresar a arrastrarte por el barro, estos días he estado jugando partidas "normales" donde las unidades se movían decentemente y donde podías realizar maniobras con un mínimo de velocidad. Pero esto es lo que hay: barro, trincheras y alambradas. Y con esto habrá que urdir una victoria.
Estamos en el día M+15. O sea, quince días después de la movilización. Los alemanes ya tienen todo su ejército movilizado y comienzan a avanzar como una marea incontenible. Los franceses, con su característica organización, aún tienen un ejército sin terminar de movilizarse. Precisamente el 5º ejército, que debería oponerse en el Mosa al 1º, 2º y 3er ejércitos alemanes. Menos mal que mi caballería ha volado los puentes y eso me dará un poco de tiempo.
En Bélgica, las cosas siguen tranquilas. La caballería alemana hace un tanteo contra Lieja, rechazado. Y no pasa nada más. Mi artillería de Lieja responde bombardeando las concentraciones alemanas, con poco efecto, un 3% de bajas en cada ataque. Claro que no quiero gastar munición y no ataco a fondo: la misión de Lieja es resistir.
Siguen llegando los refuerzos ingleses. Y la unidad de caballería alemana atrapada en el Mosa, es obligada a rendirse.
Mi reconocimiento es muy pobre, como el alemán, por otra parte. Pero debería haber tenido alguna señal de la avalancha de tres ejércitos y el alemán debería estar atacando Lieja con todas sus fuerzas. ¿Y dónde está concentrada su artillería pesada? Solo tengo localizado un regimiento de artillería pesada, el resto o no dispara, o está en otro lugar. Todo esto me hace sospechar que el schewerpunkt de la ofensiva alemana no estará en Bélgica, sino en otra parte. Pero ¿dónde? Hasta que no lo sepa, no me podré lanzar al ataque, porque si ataco en el mismo lugar que los alemanes, mis fuerzas, más débiles, serán barridas.
En el centro, las cosas se ponen complicadas. La retirada de mi cuarto ejército, atrapado en un saliente indefendible, es como la de una babosa coja. El regimiento argelino ha sido dividido en tres batallones; uno lo he conseguido disolver y los otros dos están condenados, sobre todo uno que está rodeado. Y un batallón de caballería está perdido, mientras que otro casi ha conseguido volver a mis líneas después de una desesperada cabalgada tras el frente enemigo, que ha roto la línea férrea hacia Metz.
Pero estas complicaciones del cuarto ejército tienen su lado bueno: las guarniciones y reservas alemanas que custodiaban Metz se han dirigido hacia el norte, y no estarán allí cuando mi tercer ejército lance una ofensiva contra Metz desde el sur. Ofensiva planeada dentro de dos turnos (aunque tal vez la aplace hasta que vea claros los planes enemigos).
En el sur, en Alsacia, siguen las buenas noticias. El alemán no consigue formar un frente coherente y voy a procurar que siga sin formarlo. En otra guerra, esas unidades aisladas ya estarían envueltas. En esta, conseguirlo me costará varios días, si es que lo consigo. En fin. Yo elegí este escenario sabiendo dónde me metía, así es que mejor no me quejo tanto. Ataco un regimiento alemán (al que forzaré a retroceder) y voy preparando el envolvimiento. Mi ejército de Alsacia, al otro lado del Rhin, ya ha descansado suficiente y se mueve para ayudar al envolvimiento. Bueno, eso de que se mueve es un decir, claro. La infantería tiene 6 puntos de movimiento, eso significa que en condiciones ideales (descansada, por carretera y por territorio amigo) puede moverse un máximo de 6 hexes. Lo normal es que se mueva dos hexes y gracias. Así no hay quien maniobre. Pero a callar, que vuelvo a gruñir. Ahora comprendo la revolución que supuso la guerra motorizada.
La pregunta clave de este turno es: ¿Dónde atacará el alemán? Hasta que no lo sepa, he de ser muy prudente. Y la verdad es que no tengo ni idea de los planes alemanes. En fin, me enteraré muy pronto...
y tendremos que esperar unos días hasta que se lo reparen. 
