Filkins es corresponsal de The New York Times y está considerado como uno de los mejores reporteros de guerra de la actualidad. Ha estado 9 años en Irak y Afganistán y conoce esos países muy bien. Fue uno de los pocos periodistas occidentales que se quedaron en Kabul cuando cayó en manos de los talibanes y ha permanecido en Irak desde el primer momento de la invasión.

El libro es un grandísimo ejercicio de reporterismo de guerra. Pero no solo es eso. A medida que avanzas en la lectura Filkins pasa de ser un mero observador a involucrarse en la guerra que está viendo pasar ante sus ojos. Sus opiniones acerca del conflicto van ocupando cada vez más las páginas del libro y coloca al lector ante sus propias dudas. La verdad, creo que el libro es muy, pero que muy bueno. Me lo regalaron el viernes y el domingo ya me lo había acabado. No podía dejarlo.

Filkins fue finalista del Pulitzer por sus crónicas desde Afganistán. Altamente recomendable.
