El gran salto de esta serie respecto a los antiguos BiI y BiN es sobre todo la escala del juego, que ha pasado a centrarse a
nivel de batallón-regimiento. Otro cambio importante es lo que está explicando
Constan: el fuego directo de artillería para causar daños directos a las unidades enemigas, así como la posibilidad de recibir daños automáticos en cualquier ataque a defensas fijas. Eso está muy bien a priori porque antes, en el BiI y en el BiN, una buena aglomeración de fuerzas podría destruir una fortificación sin provocar bajas en el atacante pero ahora es más difícil salir de rositas.
El
fuego directo de la artillería también es un avance lógico porque antes, en el BiI y BiN, sólo servían para mejorar la tabla en la que finalmente se decidía el combate, como un bonus (+1,+2...etc) en la tirada pero no podía causar daños directos. En la guerra moderna del siglo XX la artillería ha sido siempre un factor importante en los daños causados en las unidades enemigas y era normal que la serie de SSG diera ese salto.
En general son mejoras importantes y hasta cierto punto lógicas, pero hace que el factor "suerte" esté algo más presente. Suerte porque cada tirada de artillería y cada ataque a una posición fija depende de una tirada. Siempre ha sido así pero antes era más importante el conseguir situar bien a la artillería para lograr un bonus o conseguir buenas posiciones tácticas con tus tropas para lograr sacar ventaja en la tirada final. Ahora hay un componente más de suerte que no acaba de hacerme el peso.
Por eso los juegos BiI y BiN siguen jugándose mucho y de momento los prefiero al Kharkov y al Battlefront. Tienen un componente más estratégico y la suerte es menos relevante. Siempre han sido dos factores importantes para mi relación con un wargame. Cierto es que lo que aporta el nuevo Kharkov son mejoras sustanciales pero prefiero el componente estratégico de los antiguos. Manías de un wargamero.
Ojo, eso no quita que el nuevo Kharkov esté muy bien pero todo cambio siempre implica adaptarse a las nuevas opciones y hay gente, como a mí, que nos está costando.
Saludos