daniel escribió:La guerra no forma parte de nosotros como algo innato, es una pesima construcción cultural de la misma forma que pegar a las mujeres no es algo innato, de hecho nuestra especie lleva un tiempo sobre el planeta y lo de la guerra podriamos decir que es una cosa de unos años para aca, en terminos relativos claro, en concreto desde que se crea el estado (aunque este punto es debatible) La guerra es un hecho cultural, por eso evoluciona y cambia al igual que la sociedad construyendo asi una historia propia.
Correcto pero incorrecto en la escala.
Si conoces los trabajos de estudio en la organización social de nuestros parientes más cercanos, los chimpancés y los bonobos, verás que la vida de un joven chimpancé es muy similar a la de un joven guerrero de una tribu humana. Salen de patrulla, atacan otras 'tribus' de chimpancés, raptan a sus hembras y hasta practican canibalismo en ciertas circunstancias (un buen libro de divulgación sobre el tema es "Sombra de antepasados distantes" de Sagan y su mujer, que es antropóloga).
Por suspuesto, si miras la estructura social lo que ves es que los jóvenes, potenciales competidores del macho alfa en la reproducción, son enviados a desfogar sus furores contra otras tribus mientras el macho alfa se dedica a enviarlos y usufructar sus derechos reproductivos mientras tanto... Cualquier semejanza con quienes mueren y quienes mandan a morir en una guerra humana debe ser pura coincidencia, por supuesto.
En el caso específico de lo que uno haría o dejaría de hacer en situaciones límite, creo que no tiene niguna relación con lo que en realidad ocurre con los militares y el 'atractivo' de la guerra.
Vivimos en una cultura que idolatra la guerra, donde a pesar de una evolución que nos lleva a ver cuan absurda es la guerra y cuan absurdo es usar la violencia para resolver problemas (salvo que realmente no haya otra solución), seguimos haciendo un culto al héroe, tal como se hacía en sociedades mucho más primitivas, en las que la violencia significaba la diferencia entre la supervivencia o la desaparición. No hace falta que violen a la hermana para que un chico desée ser un héroe. La guerra, dónde el crío seguramente peleará del lado de los justos, es el ideal para hacerlo.
Ahora, entrando en el tema de la milicia, es un hecho que el entrenamiento básico consiste en convertir un civil, que trae el tabú social de no matar y la conciencia de la independencia individual, en un engranaje de una máquina de matar otros humanos, con la conciencia individual aplicada sólo como iniciatia para ser mejor en eso.
Uno es sometido a un indoctrinamiento que hace que se produzca una reacción automática ante ciertos estímulos (órdenes, por ejemplo) y que se cuestione la validez de esto después. Esto es, básicamente, la deshumanización de uno por la deshumanización del otro (enemigo).
Para esto se usan técnicas psicológicas que resultan de la praxis del sistema y no de una teoría. No hay otra explicación, por ejemplo, para el mantenimiento del 'orden cerrado', donde se practica hasta el hartazgo la reacción pavloviana ante las órdenes.
En definitiva, uno está en las fuerzas armadas porque sabe que puede matar. Si no, no sirve para el trabajo.
Aquellos que se niegan a seguir este juego son gente que pone sus ideales, o incluso su individualismo o su comodidad, por sobre un pensamiento de colmena que ha llevado hasta ahora a la humanidad a sus peores momentos. Pueden ser cobardes o valientes, pero también lo pueden ser los que deciden seguir la corriente. Y a eso se suman los que tienen un cierto gustillo por la autoridad fácil o matar gente.