
De vez en cuando sale al mercado un juego que, a pesar de no tener una gran campaña de publicidad, se desvela como uno de los mejores del momento y acaba teniendo muy buenas ventas y críticas. Alpha Procol, el juego que quiero reseñar, no es uno de esos juegos. Lo han puesto a parir en cantidad de páginas especializadas, y las críticas de los usuarios no son en general buenas. Lo que sí he visto es que estas críticas están totalmente polarizadas: unos piensan que el juego es una mierda, y otros que es una maravilla. Yo soy de los segundos.
AP es un juego de rol de espías. Aunque se incluye en otros tipos de juego como de acción y sigilo. De todas formas, como destaca es siendo un juego de rol; el mejor al que he jugado nunca. Ha sido programado por Obsidian, el mismo equipo de Neverwinter Nights 2 y Caballeros de la Antigua república 2.

En el juego manezamos a un agente secreto de una organización gubernamental estadounidense muy oscura. Operamos desde una serie de pisos francos que son los lugares donde nos comunicaremos con el exterior. En los pisos organizamos el equipo que llevamos en las misiones, contactamos con nuestro coordinador y otros personajes, compramos equipo e información, y es donde elegiremos las misiones que llevaremos a cabo.
Nuestro personaje tiene una serie de estadísticas que iremos subiendo a medida que completemos misiones y superemos retos dentro de ellas (como reventar cerraduras, hackear ordenadores y derivar circuitos). También se ganan puntos de experiencia realizando misiones secundarias.
Las estadísticas incluyen sigilo, cuatro tipos de armas (que funcionan de manera muy diferente entre sí), artes marciales, habilidad técnica, resistencia física, y sabotaje.

Al empezar el juego se elige una de las tres clases disponibles. Se puede ser soldado, técnico o agente de campo. Los primeros puntos se reparten automáticamente en función de la clase al seleccionarla. El soldado será bueno con las armas, el operativo confiará en el sigilo y el cuerpo a cuerpo, y el técnico será el personaje que más rendimiento le sacará a los gadgets amén de ser el mejor reventando cerraduras y metiéndose en los ordenadores.
Más adelante hay una segunda especialización que permitirá desbloquear los mayores niveles de experiencia posibles en tres aptitudes diferentes. Por lo tanto es imposible llevar las estadísticas al 100%. Hay que elegir cómo jugar. Y la verdad es que la cosa cambia totalmente en función de cómo se afrontan las misiones.
Cada habilidad cuesta una cantidad de puntos variable, de modo que aumentar el sigilo es caro, y el sabotaje barato. De esta manera la infiltración exige sacrificar otros atributos.
Cada punto que aumentemos nos dará una habilidad especial o mejorará otra que ya tengamos. por ejemplo, el sigilo nos da la habilidad "agente sombra", que al activarse nos permite pasar inadvertidos de la visión de los enemigos (no de las cámaras de seguridad) unos instantes si vamos en cuclillas. A medida que se dan más puntos al sigilo, esta habilidad se puede usar durante más tiempo y se recarga antes. Más puntos en las armas nos da habilidades de puntería y nos permite hacer más daño. Y así con todo.

Durante las misiones manejamos al personaje en tercera persona, de manera muy parecida a Sam Fisher en el juego Splinter Cell. Los escenarios no son exageradamente grandes, pero es que no están hechos para ir corriendo. Los enemigos tienen diferentes estados de alerta. Pueden ser ignorantes de nuestra presencia, y se dedicarán a patrullar una zona o se estarán quietos. Pueden estar mosqueados porque nos hayan oído o les haya parecido ver algo sospechoso. Entonces se dirigirán a investigar. Si nos ven empezarán a dispararnos y además darán la alarma. Mientras suene la alarma los enemigos seguirán viniendo, y además nos será mucho más difícil camuflarnos; así que lo mejor será hackear su panel de control para que todo se calme.
Nos podemos equipar con cuatro tipos de armas, un traje de combate, mejoras de arma y armadura, y varios artefactos. Lo interesante de los objetos es que tienen muchas estadísticas diferentes, y que unos no son necesariamente mejores que otros, sino simplemente diferentes. Las armaduras resistentes dan mucha protección pero hacen ruido al movernos, una mejora de cañón de rifle puede dar más potencia de disparo pero al mismo tiempo reducir la estabilidad del arma, etc. O sea, que no buscamos el mejor equipo sino el que se adapta mejor a nuestra forma de jugar.

El juego de rol.
Esto es lo mejor de Alpha Protocol. En este juego todo lo que hagamos, TODO, tiene trascendencia para la historia y para nuestro personaje. Incluso variará jugablemente dependiendo de las decisiones que tomemos. Y el caso es que las tomamos continuamente. Esta variedad convierte al juego en algo muy rejugable. De hecho tiene 32 finales posibles.
En el juego hay muchos personajes y muchas organizaciones. El caso es que la línea que separa a los buenos de los malos es muy difusa. Continuamente interactuaremos con estos personajes. Podemos darles nuestro apoyo, de manera que nos ayudarán más adelante; podremos traicionarlos, matarlos, detenerlos, ignorarlos, etc. Pero siempre hayq ue tener en cuenta que esto traerá repercusiones. Por ejemplo: hemos detenido a un traficante de armas. Tenemos la opción de detenerlo. Pero él nos dice que lo que sabemos de él no es la verdad e intenta convencernos de que lo soltemos. Entonces decidimos: ¿lo mato y fin del problema? En este caso el personaje desaparece. La información que nos podía dar ha desaparecido, las armas disponibles para comprar disminuyen, y además nuestro coordiandor pierde confianza con el personaje y se enemista, aunque ganamos un rasgo de personaje (perk), relacionado con la crueldad, que lo mejora. Si lo detenemos, nuestros enemigos de la zona estarán peor equipados porque no le pueden comprar armas. Además, tras ser interrogado conseguimos información y obtendremos un perk relacionado con la nuestra correcta ética profesional. El coordinador se impresiona con nosotros por lo bien que lo hemos hecho. Si lo dejamos libre, en el futuro nos hará descuentos en nuestras compras, aunque los enemigos también estarán mejor equipados.
Situaciones como ésta son constantes en el juego. ¿Ayudamos a nuestro aliado, que va a ser ejecutado, o vamos rápido a por la información que hemos venido a buscar? ¿Colaboramos con un grupo terrorista o intentamos detener/matar a su jefe? ¿Qué hago con la información que he obtenido sobre las actividades ilegales que lleva a cabo cierta empresa de armamento?, ¿la vendo al mejor postor, chantajeo a la empresa o le paso la información a un periodista para que destape el asunto?
Se haga lo que se haga, todo tiene consecuencias que tarde o temprano serán visibles. Incluso nuestra manera de afrontar las conversaciones. Cuando hablamos con un personaje tenemos un tiempo límite para elegir una respuesta, así que hemos de estar preparados. ¿Qué debemos responder? Eso depende: podemos ir consiguiendo información de nuestro interlocutor. Esta información nos permite saber qué le gusta y qué no. Es posible que se amilane si somos rudos con él, o todo lo contrario. Puede que admire la profesionalidad y que unas respuestas burlonas le molesten.
Podemos ir ganándonos la lealtad de los personajes o perderla. Tanto una cosa como la otra tienen consecuencias. Si nuestro coordinador es nuestro amigo, ganaremos un rasgo durante las misiones que nos dará una ventaja. Si le caemos bien a otro, pondrá sus recursos a nuestro servicio. Hasta se pueden tener romances en el juego.
Las posibilidades y variables son gigantescas.

Antes he mencionado los perks. Estos rasgos modifican los atributos del personaje. Dependen totalmente de cómo juguemos y van creando una personalidad determinada. Se pueden ganar por casi todo: si incapacitamos a los enemigos en vez de matarlos, si somos leales o desleales con los aliados, si usamos mucho una determinada arma, si somos sigilosos,si somos crueles o magnánimos, si nos ceñimos a una actitud determinada en las conversaciones, si mantenemos la sangre fría en situaciones complicadas, etc.
Creo que es el mejor juego que he probado años. Y como RPG, es absolutamente increíble. Ha salido para PS3, Xbox360 y PC. Y es una lástima el vapuleo que se ha llevado en la prensa del sector mientras otros juegos que son mucho peores son ensalzados como maravillas. Si piensas que Mass Effect 2 o Dragon Age Origins son buenos juegos de rol, entonces prueba éste, porque los deja a la altura del betún.