Aunque no suelo compartir o hablar de mis viajes, en esta ocasión voy a hacer una pequeña excepción, y voy a poner algunas de las fotos que he tirado y algunos comentarios del país que he visitado estos días atrás.
La India, mi primer destino en Asia.
Desde Madrid salimos el 16 de Enero tres amigos en dirección a Nueva Delhi para visitar a una amiga que tenemos trabajando allí y de paso poder visitar algunos sitios cercanos a la capital.
Allí estaban terminando el invierno y la primavera de calendario había empezado solo unos días antes de nuestra llegada. Al principio las temperaturas eran de unos 20ºC por el día y de solo 5º por la noche, por lo que en las maletas llevabamos ropa de abrigo. Luego los días mejoraron y podíamos ir en manga corta por la calle.
Nunca he leído nada de la India y lo poco que sabía era que la gente suele volver flipada de allí. Yo me mantenía reticente ante ese pensamiento, pero decidí viajar con la mente y el corazón abiertos y sobre todo, la cámara de fotos preparada. Me encanta la fotografía, de la que solo soy un mero aficionado que nunca ha ido a ningun curso y al que le cuesta aprenderse las diferencias entre las efes.
Solo me dejo guiar por la intuición a la hora de fotografiar.
Así que allá iba yo con mi cámara, libre de prejuicios y dispuesto a tener los ojos abiertos ante cualquier eventualidad.
He de decir que el haber tenido a mis amigos a mi lado durante el viaje ha sido algo muy importante. He disfrutado como un enano, me he sentido acompañado y querido y reconfortado cuando la situación lo requería. Muchas cosas duras son las que se ven allí en la India.
Una de las cosas que más deseaba era hacer fotografías a los rostros de las personas. Es una de las materias o temas que más me atrae, pero aquí es dificil ir por la calle y fotografiar los rostros de la gente y la mayoría somos feos de cojones, así que no podía desaprovechar esa ocasión, aunque al principio me sentía muy cohibido y me costaba. Pero enseguida me lancé a pedir permiso y todas las personas respondieron siempre con amabilidad y se dejaron.
Ya en Nueva Delhi, en el fuerte rojo pude hacer mis primeras fotos:
Y luego les enseñaba las fotos para que se vieran en el visor. Es una cosa que suelen hacer con mucha ilusión.
Y luego los colores, que están por todos lados y sobre todo en las mujeres.
Los niños... Que son los que más ilusión tienen por verse fotográfiados. Te lo piden, te tocan, te sonríen, se acercan y se alejan sin atreverse a abordarte... Esas sonrisas de los niños y las ganas que tienen de estrecharte la mano, de tener algun tipo de contacto es una de las cosas que más me ha impresionado de allí. Es imposible no ir con una sonrisa en los labios y en el corazón cuando estás rodeado de ellos y todos requieren tu atención. Sus ojos y sus sonrisas.
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