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¡Reconducir el debate! ¡Se abren oportunidades de negocio!Porque si lo que triunfa –bien sea gracias a
la gestión estratégica de la comunicación
por parte de los movimientos antinucleares o
por una pobre gestión por parte del resto de
actores implicados–, es el cuestionamiento de
la energía nuclear en sí, entonces la industria
se encuentra comprometida. Pero si, dadas las
enormes implicaciones de la generación nuclear
en el modelo de desarrollo global, lo que triunfa
es “solamente” el cuestionamiento sobre la
longevidad y vida útil de las centrales con
tecnologías más antiguas, entonces la industria
puede avanzar en la consolidación de su
futuro.
Me encanta ese "solamente" entrecomillado
¡Cerremos las viejas oxidadas! ¡paguemos las nuevas con remaches dorados! ¡Saquen sus carteras señores! ¡MIL-MILLONARIAS! ¡Con grandes premios en el mercado de valores!Una industria que en algunos países se ha acostumbrado
a luchar por alargar algunos años la
vida de sus “viejas” centrales –obteniendo altas
rentabilidades cada año extra por haber amortizado
hace tiempo sus inversiones–, puede
ver de pronto renovadas sus ambiciones de
construcción –en el medio plazo– de nuevas
centrales, más modernas y, por tanto, preparadas
para desastres análogos al de Fukushima.
Inversiones mil-millonarias que darían solidez de
décadas a la estrategia de negocio de empresas
del sector y que –sin lugar a dudas– premiarían
el valor de sus acciones en los mercados
de valores.
¡Transmisión de la narrativa online hacia Stakeholders críticos! ¡hay que evitar que los políticos respondan a las demandas sociales!La industria energética necesita ajustar de
inmediato su narrativa sobre la legitimidad
del negocio, que debe adaptarse a las dramáticas
circunstancias actuales, y organizar una
transmisión de la misma por canales tradicionales
y online hacia sus Stakeholders críticos.
De no hacerlo, las emociones, el miedo,
la presión de los activistas y la natural
necesidad de los políticos de responder a
las demandas sociales podrán acabar por
fijarle un escenario de pesadilla para el
futuro de su negocio.
La señora Amor es todo un ejemplo a seguir de responsabilidad corporativa, si señor.