España es un país tercermundista.
Han pasado 48 horas desde la catástrofe y la gente está gritando desde las ventanas que necesitan agua y comida. No hay
NADA. Ni agua potable, ni suministro eléctrico, ni comida, ni teléfono, ni internet...
¿DÓNDE ESTÁ EL EJÉRCITO? Las fuerzas armadas tienen vehículos de zapadores, cocinas móviles, hospitales de campaña, grupos electrógenos, equipos de transmisiones... y todos en sus cuarteles.
Esto es el fracaso absoluto de España como estado. Que se enteren los habitantes del resto del país.
Nada más amanezca me acercaré con dos amigos hasta donde podamos llegar con el coche y a partir de ahí iremos andando a
Paiporta, una localidad de 27.000 habitantes pegada a Valencia, para llevar algunas garrafas de agua en carritos de la compra que hemos podido conseguir, porque el agua en estos momentos es oro líquido para esas personas.
Nos quitan la mitad de nuestro dinero en impuestos para que nos roben a manos llenas, se vayan de putas, le enseñen a una niña de 10 años a cómo comerse un nabo y luego, cuando vienen mal dadas, dejan a los ciudadanos desamparados.
Se me llevan los demonios.
