

Moderador: Moderadores Wargames
dehm escribió:La lagartija azul de los gigantes de hielo intentando rushear a unas estatuas de piedra?![]()
Vamos a enseñar a esos tios de tres metros lo que puedan hacer unas docenas de lanzas clavadas en sus entrañas y unos cuantos golems de cuatro metros de altura. Rushear es malo malo... malo... y además los sordos de ellos no contestan mensajes así nada... vamos a cazar SCs.
jejeje--Man contra Ashdod....abusamos de las drogas y despues pasa lo que pasaSopita escribió:A El King, Pretendiente de Man:
Es de buena educación declarar la guerra antes de comenzarla. Pero no hay problema, mis gigantones están hambrientos y las vísceras de tus soldados podrán saciarlos.
Con cariño Ashko, Pretendiente de Ashdod.
y yo ..y yoCrujadoKid escribió:Anexo 1, sección 2
Si te propone el NAP, también estás en su lista, pero en posiciones más bajas que otro vecino al que no se lo ha propuesto.![]()
Dicho esto, a todos mis vecinos con los que tengo NAPs, y a los que les he enviado correos sin proponerlos, y a los que no se los he enviado... Voy de buen rollo, soy una nación pacífica.
Solo puede significar dos cosas, el principio de una bella amistad o el de una bella carnicería.
Cólera.
Canta, oh, Musa, la cólera de Aquiles, hijo de Peleo, asesino, ejecutor de hombres destinados a morir, canta la cólera que costó a los aqueos tantos buenos hombres y envió tantas almas vitales y valerosas a la temible Casa de la Muerte. Y de paso, oh, Musa, canta la cólera de los propios dioses, tan petulantes y poderosos aquí en su nuevo Olimpo, y la cólera de los posthumanos, muertos y desaparecidos como parecían, y la cólera de los pocos humanos auténticos que quedan, por ensimismados e inútiles que puedan haberse vuelto. Mientras estás cantando, oh, Musa, canta también la cólera de esos seres pensativos sintientes, serios pero no del todo humanos que soñaban bajo los hielos de Europa, morían en la ceniza sulfurosa de Io y nacían en los fríos pliegues de Ganímedes.
Oh, y cántame, oh, Musa, a mí el pobre Hockenberry, nacido contra su voluntad... el pobre y muerto Thomas Hockenberry, doctorado en clásicas, Hockenbush para los amigos, amigos convertidos en polvo en un mundo ya olvidado. Canta mi cólera, sí, mi cólera, oh, Musa, por pequeña e insignificante que pueda ser esa cólera en comparación con la furia de los dioses inmortales, o con la ira del aniquilador de dioses, Aquiles.
Pensándolo bien, oh, Musa, no cantes nada de mí. Te conozco. Te he servido, oh,
Musa, incomparable zorra. Y no me fío de ti, oh, Musa. Ni pizca.