Generalmente, se considera que la Directiva nº 33 (la que ordenaba la diversión del Grupo de Ejércitos del Centro hacia el norte y el sur en tanto no se terminaran de liquidar las bolsas de ejércitos rusos, sobre todo la de Kiev) fue uno de los mayores errores de Hitler en la guerra. Así lo asumen historiadores y militares, aunque he encontrado alguno que otro que matiza bastante este punto. En mi modesta opinión (que creo que compartían muchos generales alemanes), fue un acierto estratégico.
Ahora viene el “what if”: si Hitler no hubiera emitido la directiva, el Grupo de Ejércitos del Centro habría llegado a Moscú antes de que empezara el invierno, y casi con toda seguridad habría conquistado la ciudad.
En realidad, no tengo ningún problema con el planteamiento de este “what if”; pienso que así hubiera sido. Sin embargo, las dudas me asaltan cuando se entresaca la conclusión que parece obvia: la toma de Moscú en otoño del 41 hubiera supuesto el derrumbamiento total de la URSS y, por ende, el final de la guerra. Éste es el principal argumento de quienes defienden que la Directiva nº 33 fue un error gravísimo. Para mí no fue así.
En primer lugar, la creencia de que la toma de Moscú supondría el final de la guerra se me antoja el corolario de una suposición que se ha demostrado errónea. Hitler y su camarilla pensaban a pies juntillas que el edificio comunista estaba podrido, así que bastaba con derribar las puertas para que toda la casa se viniera abajo. Se trata de un error de concepto más político que militar, pero esta visión de la URSS, basada sólo y exclusivamente en lo que los nazis querían ver (aunque había informes del estado mayor alemán que indicaban lo contrario), marcó el planteamiento operacional de Barbarossa. Las puertas fueron derribadas, pero el país no se vino abajo, así que los alemanes, confiados ciegamente en su teoría, dedujeron que la resistencia no podía durar mucho tiempo más si se tomaba Moscú.
No veo ningún elemento objetivo que haga pensar que la toma de Moscú hubiera supuesto el final de la guerra. Evidentemente, la capital era una plaza importantísima, un nudo de comunicaciones y un destacado núcleo industrial, por no hablar de las repercusiones morales de una victoria como ésa. Peeeerooo... nada de eso, en mi opinión, hubiera servido para finalizar la guerra. Como centro de comunicaciones, no hubiera comunicado nada entre posiciones alemanes, puesto que, en el invierno de 1941, se hubiera tratado del puesto más avanzado de la Whermacht, con el resto de los ejércitos varios miles de kilómetros detrás, con lo que ello supone; como centro industrial, hay que recordar que para el invierno de 1941 el peso de la industria soviética ya había basculado hacia los Urales, lejos incluso de cualquier bombardero alemán que pudiera operar desde Moscú; y en cuanto al mazazo moral de la pérdida de Moscú... bueno, los rusos aguantaron varios golpes similares durante prácticamente dos años, y el país siguió adelante.
Admito por tanto que sin la Directiva nº 33 los alemanes tienen Moscú en el otoño de 1941 pero con ello no acaba la guerra... ¿A cambio de qué? Para conseguirlo, el Grupo de Ejércitos del Sur se hubiera tenido que quedar sin el apoyo de las tropas blindadas de Guderian que cerraron la bolsa de Kiev por el norte. O sea, hubieran tenido que cerrar una pinza de unos 400 kilómetros de longitud y varios cientos de profundidad con solo un brazo, el que atacó desde el sur. Las divisiones panzer estaban concentradas en el Grupo de Ejércitos del Centro, y para una maniobra de este tipo son absolutamente necesarias. Por lo tanto, pienso que los ejércitos de Rundstedt no hubiera podido terminar con el cerco de los 600.000 soldados de Kiev o, en el mejor de los casos, habrían tenido que batallar hasta bien entrado el otoño en lugar de hasta finales de septiembre. (Del flanco norte no hablaré, porque en este caso la Directiva nº 33 sí que creo que no sirvió para nada).
En este supuesto, las tropas de von Bock habrían tenido que avanzar hacia Moscú sin tener el flanco derecho asegurado. Estamos hablando de una penetración blindada de varios miles de kilómetros sin tener las líneas de suministro aseguradas; es más o menos lo que hizo Rommel en el desierto, pero contra un enemigo 100 veces superior que podía atacar casi desde cualquier sitio. Quedarse con el culo al aire hubiera sido una temeridad que sólo se justificaba por la creencia, errónea en mi opinión como ya he explicado, de que tomando Moscú se acababa la guerra (aunque pienso que también es posible que influyera el ánimo de generales como Guderian, ávidos de triunfos personales).
Un avance de esta magnitud sin asegurar los flancos estaba muy expuesto a cualquier contraataque desde el sur que podía aislar a las tropas blindadas en Moscú, con el invierno en ciernes, ahogando a los alemanes en su propia victoria. Incluso con los flancos asegurados, como ocurrió en la realidad, el avance de la Wermahct se demostró vulnerable.
Por todo ello, creo que la decisión de completar a toda costa el cerco por el sur fue acertada, en contra de lo que casi todo el mundo piensa. Creo que el verdadero error radicó en retomar la ofensiva por el centro cuando ya era demasiado tarde y no había tiempo de llegar a Moscú antes del invierno. Hitler prefería avanzar hasta posiciones razonables que permitieran atrincherarse en campamentos de invierno, pero Halder y Guderian, y algunos otros, le convencieron de lo contrario.
Todo esto es una opinión personal que creo que he razonado más o menos, pero espero que alguien me argumente lo contrario y defienda lo que casi todos dan por supuesto sin más explicaciones. No me déis mucha caña y perdón por la enorme parrafada, pero es que si no era imposible explicarme adecuadamente.


PD: hay una palabra en castellano para indicar lo mismo que “what if”, más bonita pero un poco pedante. Es “ucronía”.
