Bueno, caballeros, hasta aquí lo que ha dado de sí el Santísima.
Snifssss, en contra de todos los pronósticos...

juas, juas, juas ***risotada cibernética de las gordas*** el Santa ha sido capturado y su oficialidad (el arrojo del camarada Iosef, las indicaciones del señor Willow y el mercenario de la oreja colgando) va camino de la sentina del Victory.
Es más, y por seguir con algo de comentario acerca del partido:
Dentro de un momento, hasta le meterán por donde amargan los pepinos al Atlante un trallazo con todos los cañones del Santa (cachissss, que no pudimos cuando escupían fuego español esos pobrecicos)... y eso que por esa borda no podíamos disparar, jejeje, pues ya la disparamos toda ella esquiná contra el SuperNamur, el puñetero, hace un ratillo.
El Principe de Asturias se bate como un jabato contra una pandilla de lobos de la pérfida que lo acosan, el Oriente sigue dejando el también a solanas el pabellón bien alto, y el resto, San Isidro mediante, se rinden a la primera tralla dado el "alto grado de realismo" ***otra de esas risotadas*** alcanzado por el escenario.
Cachissssss.... ay, uy, oinch. "Españolito que a tu gente quisiste defender y de paso unos cuartos ganar, ay, rang, ragn, que todas en el jeró te las van a clavar", que cantaba Idiáquez, arrancando gruñídos de guitarrilla y patillas de palmo en ristre en aquel su jeró, allá en lo alto, un rato antes, justico y cabal afianzado junto a la cofa de mayor.
Por lo demás, la timba sigue... aunque la cosa pinta peor que en la Trafalgareña, cachissssss.