
Rumanía llega al 100% de alineamiento con la Entente y en el turno que viene entrará en guerra oficial. Italia lo hará también con un turno de diferencia, está al 99%.

La siguiente imagen muestra la situación más controlada que se vive en el frente occidental después de mi retirada estratégica. Me he retirado más rápido de lo que los británicos pueden avanzar.

Mientras el enemigo captura el territorio abandonado, las fuerzas alemanas se van distribuyendo por el frente cubriendo las potenciales zonas todavía amenazadas. A esto hay que sumar la llegada de los primeros refuerzos reclutados en turnos anteriores que empiezan a reforzar los Cuerpos más endebles y a crear una defensa más sólida.
Con el frente occidental estabilizado, el frente ruso cobra protagonismo. Mis movimientos previstos en ese frente podían haber generado algún combate pero los rusos se han retirado al ver que mi trasvase de tropas los dejaba en inferioridad, supongo que para evitar pérdidas innecesarias.

Los rusos están trasvasando a su vez las tropas de los Cárpatos para contrarrestar mi movimiento mientras asedio una de sus ciudades, Zamosc. También preveo un ataque por los Cárpatos a ver si la marcha de tropas rusas de ese sector me permite obtener una victoria pero sinceramente es más un ataque de prueba que un ataque en toda regla.
En Polonia decido realizar varios ataques para presionar a los rusos aprovechando la concentración de fuerzas y para obligar a mi rival a preocuparse por más de un sector de frente a la vez. La idea es fijar a los rusos en algunas posiciones y llamar la atención de sus fuerzas para evitar que tengo clara mis intenciones.

Los rusos se concentran alrededor de Varsovia, un objetivo que sin duda será muy complicado de tomar vista la enorme cantidad de fuerzas enemigas presentes. De momento me limito a avanzar posiciones y capturar carreteras y vías férreas para asegurar el suministro hacia territorio alemán.
En Serbia he conseguido una victoria que me permite tomar un depósito enemigo, el enemigo se retira hacia el peor sitio posible.

La retirada de los serbios es horrorosa porque lo hacen hacia la peor posición posible (corregido en los parches recientes). El problema de mi ataque es que he dejado la región que cubre mi retirada hacia el lado del río austrohúngaro sin defender, un error de novato. Hubiera sido mejor mover un Cuerpo o dos para el ataque y dejar algo en la región de partida para cubrir una posible retirada, pero en cambio se han movido todas las fuerzas hacia el lugar del ataque. Ahora retrocederé con un Cuerpo para corregir la situación si es que antes no se aprovecha de ello mi rival.
Aquí vemos detalles del combate.

Una victoria que he pagado con el doble de bajas, el terreno es complicado al ser montañoso y se nota.
Otro combate que termina en derrota tiene lugar en Palestina, donde los británicos abren espacios.

Es una batalla hecha para ganar algo de espacio en el flanco y hacer más grande el perímetro defensivo, sin mayores consecuencias.

En este turno y como he usado muchos puntos de reclutamiento y el pool de reclutas empieza a disminuir sensiblemente, decido gastar dinero en el evento de Fokker.

Esto me dará un fuerte empujón en tecnología aérea, mucho más que la inversión habitual en esa tecnología.
Recluto artillería y poco más.

En los próximos turnos me van a llegar gran cantidad de tropas austrohúngaras que me permitirán reforzar todos los frentes, tantos los nuevos que se abran en los Balcanes como en el frente ruso.
Puntuación.

Las bajas han aumentado bastante en este año, sobre todo a raíz del ataque de franceses y británicos de los turnos anteriores.
Bien, con el frente occidental estabilizado mi intención es volver de nuevo mi interés hacia el frente ruso. Voy a dejar el frente serbio con lo que tengo, avanzando si es posible pero sin mayores ambiciones, no veo que vaya a sacar mucho provecho de eliminar a los serbios y más con el terreno tan bueno que les favorece. Me centraré en Rusia, intentando avanzar y jugar con movimientos de fuerzas para golpear localmente con ventaja donde sea posible. Mis avances recientes, más fruto de la maniobrabilidad que de la fuerza bruta, son un ejemplo de cómo puedo afrontar el frente oriental a partir de ahora. Mi idea ya no pasa por recuperar las ciudades perdidas en los Cárpatos durante 1914, sino en avanzar por Polonia y capturar a corto plazo la ciudad de Varsovia. Voy a intentar, adicionalmente, provocar retiradas parciales de los rusos maniobrando más que usando la fuerza bruta y recurriré a los ataques concentrados con superioridad cuando quiera romper el frente. Ya está bien de ataques de tanteo en situaciones de 1vs1 que no me llevan a nada.
Se puede decir que en este punto me encuentro ya bastante más a gusto con el sistema de juego y que he empezado a entender algunas cuestiones que pueden parecer muy evidentes pero que cambian mucho dependiendo del juego de AGEOD que uno tenga entre manos. Por ejemplo, es muy importante el uso del ferrocarril y aunque haya una paridad de fuerzas a lo largo de un largo frente, se puede conseguir de forma puntual y masiva una gran concentración de fuerzas para golpear en puntos concretos, lo que implica pensar bien los turnos y realizar muchos movimientos que no siempre son observables para el bando rival. Esto hace que la exploración sea fundamental, tanto la aérea como la que proviene de los espías (todos en manos de la Entente Occidental) y que poder prever los movimientos enemigos es casi tener media batalla ganada. Por lo mismo, intentar conseguir un efecto sorpresa puntual puede ser igual de importante y esto lo demuestra el hecho de que apenas sin batallas haya conseguido sorprender al ruso en un sector donde tenía menos tropas y le haya obligado a recular.
Aunque este juego, cuando uno piensa en él, le vienen a la cabeza las trincheras y un frente estático, en realidad es todo lo contrario. Como vais a poder ver en los próximos turnos, el movimiento de fuerzas para lograr sorpresas locales va a ser una constante y se van a producir movimientos masivos de fuerzas y ataques locales que van a “revolucionar” (relativamente) algunos frentes y provocar fuertes ajustes. Pero este juego de movimientos sorpresas para localizar/concentrar fuerzas implica dejar otros desprotegidos, lo que provocará a su vez un movimiento para contrarrestar y reaccionar a las acciones enemigas/propias que harán de cada turno una especie de partida de ajedrez emocionante con un intenso intercambio de piezas y de ubicaciones en el que el mínimo error se pagará caro. Pero es mejor contarlo poco a poco, ya lo veremos.
AGEOD se ha superado.