TURNO 8
Semana del 7 de agosto. Los últimos días han sido muy duros para todos los que combatimos en el Ostfront. Los soviets, bajo el mando de Bletchkov, han lanzado un buen número de contraataques en todos los sectores del frente.
Han sabido combinar una sucesión de repliegues calculados con ofensivas localizadas destinadas a aislar a nuestras puntas de lanza. Por lo que nuestras operaciones más inmediatas estaban destinadas a liberar a nuestros kameraden. Todos y cada uno de nosotros habíamos perdido ese optimismo irreal de los primeros días de la ofensiva y nos centrábamos de la manera más profesional posible en nuestro cometido, luchar.
Una vez la infantería del 17º Armee eliminó las pequeñas bolsas de tropas rusas que quedaron tras nuestras líneas, von Runstedt ordenó al 1º Panzergruppe que penetrara en cuña las defensas rusas al este de Kirovograd, el objetivo era amenazar lo antes posible los accesos a la importantísima ciudad de Dnepropetrovsk, lo que obligaría a Bletchkov a abrir paso al 11º Armee. Como ya dije en mi diario la semana pasada esa no era la mejor de las opciones, pero era la única que nos permitía nuestra escuálida logística.
Mientras dichas operaciones se llevaba a cabo el potente 6º Armee de von Reichenau continuaría su victorioso avance sin oposición a través del Dniéper.
Las operaciones que llevaría a cabo nuestra brigada, irían de la mano de la 13ª Panzer División y nuestro objetivo en esta ocasión, la localidad de Petrovo. Según inteligencia había una enorme concentración de tropas soviéticas. Todo debería estar dispuesto para el ataque, sería la primera vez desde que comenzó la ofensiva que íbamos a lanzar un asalto preparado y en masa a una línea fortificada soviética.
Nuestros vehículos se pusieron en marcha, los primeros en avanzar, como siempre, el SS Aufklarungsabteilung de Kurt Meyer, al que muchos llamaban cariñosamente Panzermeyer, no nos cabía duda que ese hombre estaba llamado a hacer grandes cosas en esta guerra.
En lo que a mí me correspondía, ordené a los hombres de la 12 kompanie que marcharan junto a los panzers de la 13ª Pz. Aquellos tanquistas se sentían agradecidos de encontrarse protegidos por unos soldados como nosotros, juntos marcharíamos de nuevo hacia la victoria.
El dispositivo para el asalto era del todo impresionante, durante dos horas el II/54 Nebelwerfer Bn dejó caer una lluvia de cohetes sobre las posiciones de la 199 Div de rifles soviética, mientras nuestro apoyo aéreo hacía lo propio, rápidamente fueron silenciadas muchas de sus bocas de fuego.
Pero lejos de amedrentarse, los rusos lanzaron contra nosotros sus reservas acorazadas, se trataba de la 11ª Div acorazada, más de 70 carros con apoyo de infantería se abalanzaron sobre nuestro flanco derecho, momento en el que el 670 Jagdpanzer Battalion hizo acto de presencia junto a los “88” del II/43 de la Luftwaffe. En poco tiempo 26 carros rusos fueron destruidos y su infantería masacrada por nuestras ametralladoras, la batalla continuó durante toda la noche.
El peor enemigo con el que nos enfrentamos fueron los densos campos minados que debíamos atravesar, buena parte de las bajas que tuvieron nuestros vehículos venían de esos malditos artefactos. Pero nada podía detenernos. Al amanecer cuando reiniciamos nuestro avance, las dos divisiones rusas se habían replegado en orden. Sobre el campo dejaron 1756 bajas. Nosotros apenas tuvimos 345, de las cuales 116 fueron muertos.
Estábamos agotados, pero el comandante del III Pzkorps nos pidió un último esfuerzo con el fin de alcanzar la localidad de Petrovo. Era una locura, muchos de nuestros vehículos se encontraban averiados, nuestras unidades sin munición ni combustible por no hablar del agotamiento. Aun nos encontrábamos recogiendo a nuestros heridos por el amor de Dios.
La batalla frontal contra las dos divisiones rusas había limitado mucho nuestras fuerzas y atacar de nuevo implicaba muchos peligros. La 13ª Pz para colmo de males apenas podría reunir 65 panzers.
Las líneas enemigas se encontraban defendidas por los aguerridos paracaidistas de la 5ª Bgda. Y por unos viejos conocidos, los montañeros de la 60ª Div. Su protección acorazada correspondía a la castigada 11ª Div blindada, cuyo parque móvil habíamos adelgazado ostensiblemente.
Estando asi las cosas, como digo, era una locura volver a atacar, aun asi el mando nos lo ordenó. Afortunadamente se unió a la fiesta la 25 Div. motorizada y el magnífico 627 Pioneer Battalion que nos debería abrir paso.
Desde el principio, el cansancio y el escaso apoyo aéreo demostró que esta operación estaba condenada al fracaso, 10 panzers fueron destruidos por el fuego antitanque soviético antes que pudiéramos descubrir sus cañones. El fuego de artillería había sido del todo, inefectivo.
Seis de mis hombres cayeron en el asalto de una de esas baterías camufladas rusas, no hicimos prisioneros, estábamos muy enojados, y lo pagamos con aquellos desventurados rusos.
Finalmente conseguimos desalojar de ahí a los defensores, pero fue más por nuestra determinación que por la efectividad de nuestro ataque, por primera vez, las bajas alemanas superaban las soviéticas. Nunca se debío haber atacado en esas condiciones, espero que esto sirviera a nuestros mandos para el futuro.
Las bajas de todo el grupo panzer habían sido muy elevadas, era imperativo un descanso cuanto antes, pero como, cuando, donde… el frente no podría detenerse o Bletchkov haría imposible cualquier avance más allá del Dniéper.
En el sector rumano, nuestras tropas y las de nuestros aliados continuaban avanzando sin prácticamente oposición.
Odessa fue cercada sin problemas por el 4º ejército rumano, ahora veríamos de que pasta están hechos nuestros aliados, se enfrentarían a un ejército soviético perfectamente pertrechado y atrincherado.
El 11º Armee en un asalto magistral había cruzado el Ingul, por lo que la defensa de Nikolaev se tornaba imposible para el dispositivo soviético. Las posibilidades de esta unidad eran muchas ya que podrían servir de yunque para nuestro martillo acorazado o bien lanzarse a la vital península de Crimea….
Pero si en nuestro sector las batallas de la semana fueron a sangre, hierro y fuego, no menos intensas fueron en el resto de sectores de la invasión.
En el norte, el Heeresgruppe Nord continuaba su lento pero inexorable avance a Leningrado. Von Leeb ordenó a los panzers de Höpner detenerse y esperar a que la infantería pudiera asaltar con efectividad las posiciones soviéticas. La buena noticia es que el Luga había sido atravesado por el norte, la mala que se había descubierto un nuevo cinturón de defensa ruso entorno a Leningrado, aun más fuerte que el del Luga…. La batalla sería muy dura.
Sin embargo fue el sector del Heeresgruppe Mitte en el que se estaba decidiendo la campaña. Al fin el mariscal Bletchkov había cometido un error, hasta ahora sus repliegues y su renuncia al combate habían sido exasperantes, no había manera de hacer maniobras aniquiladoras y batallas de destrucción contra el ejército rojo. El cerco de Smolensk cambio todo eso, pues provocó una ofensiva generalizada contra el Heeresgruppe Mitte por parte del ejército rojo con el objetivo de liberar el gran número de unidades que habían sido cercadas, esa maniobra provocó una sucesión de batallas, con suerte, pueden demoler el frente oeste soviético.
La gran ciudad cayó ante la infantería del 9º Armee, pero el cerco no se cerró del todo…. Bien, si eso provoca la humanidad de Bletchkov y continua sacrificando unidades para evitar su destrucción puede alegrarnos el verano.
También nos llegaron noticias de la captura de Velikie Luki en una batalla en la que intervinieron dos cuerpos de ejército completos…. Las bajas soviéticas han sido enormes, la próxima semana será muy clarificadora…..
Las bajas de combate de la semana han sido muy altas, prueba inequívoca de los sangrientos combates en los que nos hemos visto envueltos.
En el aire, nada comparable con la semana pasada, en esta ocasión la VVS ha desgastado peligrosamente nuestros Geschwader…. Qué demonios ha podido pasar ¿??
Querida Eva
Apenas tengo fuerzas para sujetar la pluma que me regalaste y poder escribirte. Hemos salido victoriosos en todos los enfrentamientos en los que nos hemos visto envueltos, pero a un alto coste. El soldado ruso es un ser abnegado, no lucha por ideales, ni tan siquiera por su país, lucha por su vida ¡!!, teme más a los comisarios del NKVD que a morir frente a nosotros. Nadie de nosotros terminamos por comprender a estas gentes. Toda su historia siendo despreciados por los Zares y ahora, también despreciados y asesinados por el bolchevismo…. ¿Que les impulsa a luchar de esta manera?.
Tengo ganas de volver a estrecharte entre mis brazos, cada día me despierto con esa ilusión y ansia en mi cabeza y cada noche sueño con que se produzca pronto.
Te quiere tu Hubert