CAPÍTULO X: El Emjambre
La primera noticia de una amenaza seria llega en un punto del Imperio impensable. Justo en la parte más “inferior” del Imperio Hiver, los sensores de la base espacial del sistema
Shandor reciben una señal FTL de que una
Reina Enjambre está avanzando hacia el sistema abandonado de
Paran Tar. Este sistema no tiene planeta habitable alguno y es un denso cinturón de asteroides sin ningún interés particular. En él hay construida una PE para permitir un rápido desplazamiento pero no hay nada más de valor en él. No obstante, es el lugar ideal para la Reina Enjambre.
Es la primera vez que el Imperio Hiver recibe una amenaza seria, amenaza además que los Hiver no pueden obviar sólo por el hecho de que el destino de esa amenaza sea un sistema que no está habitado. La
Reina Enjambre viene a ser una Reina
ponedora de huevos que busca un sistema con un cinturón de asteroides para crear un nido. Cuando el nido está maduro, otra Reina sale de él y se desplaza hasta otro sistema para poner un huevo más y crear otro nido. Es una progresión aritmética demoledora pero no es la peor que hay en el juego, todavía hay amenazas peores, no adelanto acontecimientos.
¿Un nido de qué? Pues del Swarm, un
Enjambre. Nos podemos hacer a la idea si pensamos en una Reina abeja o una Reina hormiga. El nido que crea es una plaga, una horda de “bichos” que infestan el sistema. La idea de una plaga viene que ni pintado.
En la imagen podéis ver que el sistema
Paran Tar no tiene nada de valor, es un sistema cuyo valor reside en su cinturón masivo de asteroides, un lugar ideal para levantar un nido oculto a las demás especies sapientes. Es la madriguera perfecta.
La amenaza, que no es tan directa como indirecta (por la plaga que puede generar a partir de ahora si se reproducen los Swarm), provoca una reacción dramática en la Armada Hiver. Se empiezan a crear nuevos diseños en base a las tecnologías recién descubiertas.
El
Reflective Coating y los
cañones de francotirador son aplicados a un nuevo diseño de nave, en este caso a la de Suministros. Pero no es la única nave que experimentará una mejora de diseño. Esto es sólo un reflejo de la mejora que experimentan el resto de naves, especialmente las centradas en el combate.
Una lluvia de meteoritos afecta a uno de mis sistemas, rompiendo la tensión que la presencia de una Reina en la periferia del Imperio Hiver ha generado.
Como siempre la dificultad en estos casos es la presencia tan masiva de objetivos y la falta de instrumentos suficientes para acabar con todos ellos rápidamente.
No sólo eso, algunos de los meteoritos son tan grandes que ni los misiles pueden hacer nada contra ellos en los impactos iniciales, a no ser que estallen varios a la vez.
La lluvia de meteoritos es tan impresionante que la colonia Hiver queda totalmente destruida.
Pasados unos turnos se recibe la noticia de que la Reina Enjambre ha llegado finalmente al sistema
Paran Tar. Los Hiver han tenido unos cuantos turnos para prepararse y aunque no es una amenaza directa sí que lo es a medio y largo plazo. Hay que saber qué se cuece allí y qué es lo que ha llegado exactamente al sistema. Así que es momento de enviar una Flota de Combate para que averigüe qué hay en
Paran Tar.
Cuando la Flota llega al sistema las alarmas se encienden en la nave de mando de la Flota cuando empiezan a aparecer múltiples señales de naves enemigas. Es una horda de naves enemigas que se mueven a una velocidad endiablada en dirección a la Flota Hiver, que apenas puede reaccionar ante tal ataque, ni siquiera huir.
¿Qué es el Swarm? Es un enjambre de “bichos”, drones realmente, pero drones con una tecnología muy avanzada. Armados con armas láser de precisión quirúrgica (dirían que es un arma pháser) pueden lidiar contra los misiles que lance la Flota hiver y además el Swarm golpea con unos cañones de plasma que también tienen en el morro.
En la siguiente imagen se aprecia cómo la PD del Swarm es quirúrgica, deteniendo un misil en pleno desplazamiento.
El desastre es palpable. La Flota Hiver no cuenta con armas rápidas ni capaces de enfrentarse a un enemigo tan rápido y con una tecnología tan moderna, son objetivos fáciles para una horda de “abejas” que revolotean alrededor esquivando el fuego Hiver a una velocidad endiablada. Son como cazas combatiendo contra un Crucero lento y pesado, la presencia masiva de tantos Drones es una pesadilla.
Puedo imaginarme a los artilleros de las naves Hiver intentando fijar sus armas lentas y pesadas como los Mass Drivers contra objetivos que se desplazan a una velocidad tan grande que apenas es posible mantener el punto de mira fijo en ellos más que unas décimas de segundo. Es de locos.
Es el típico combate entre un enemigo muy móvil y otro muy lento y pesado. Las naves del Enjambre se ceban en la Flota Hiver, que sólo aguanta porque son naves más pesadas y con mayor blindaje.
Los
Mass Drivers no son armas preparadas para lidiar contra este enemigo, es como intentar matar una mosca lanzando un objeto lento y pesado, las naves Hiver no están preparadas para hacer frente a un enemigo de este calibre. Sudores fríos sacuden al Almirante de la Flota, que no puede creer lo que está viendo.
Los misiles, que de por sí bastarían para eliminar a cualquier Drone Swarm, no sirven para nada contra la DP con que cuentan estas naves tan pequeñas.
Una imagen desde lejos muestra a una horda de Drones revoloteando sobre las naves de la Flota Hiver.
El Swarm ha salido directamente del cinturón de asteroides y sin duda están protegiendo algo, pero ese “algo” no se puede descubrir si antes no se puede lidiar con el Enjambre de forma rápida y eficiente, y ahora mismo eso es imposible.
La siguiente imagen muestra el daño que están recibiendo algunas de mis naves, concretamente la nave de Mando.
A pesar de estar en una situación “protegida” en la retaguardia, los Swarm se han centrado en ella porque es más lenta y está menos armada. Los impactos son continuos, los daños muy y muy grandes.
El juego de luces y explosiones que se aprecia por momentos es bastante hechizante, la siguiente imagen no hace justicia a la situación que se está viviendo.
Esas explosiones verdes corresponden al arma del cañón de plasma que usan los Swarm, que tiene mucha velocidad y mucha potencia.
A punto de finalizar el combate el Swarm sigue aguantando a pesar que la Flota Hiver ha logrado causar bastantes bajas (el ratio de fuego es elevado y por narices acaban produciéndose impactos exitosos con las armas más lentas).
Pero es insuficiente. Contra este objetivo tan móvil y masivo es imposible abrirse paso sin lograr antes hacer una limpieza a fondo, de forma rápida y drástica. Si el sistema ha de quedar limpio, es imperioso llegar al cinturón de asteroides y para ello primero hay que conseguir una Flota competitiva y que sea capaz de detener a los drones Swarm.
La Flota se ha salvado pero por los pelos. Algunas secciones de las naves han explotado y mientras unas están casi varadas otras han perdido sus sensores o la mitad de su capacidad combativa al estallar las secciones centrales.
Este es el resultado.
La Flota no ha sufrido bajas pero ha faltado muy poco para perderla toda. El Swarm, a pesar de haber perdido casi un 90% de sus efectivos, volverá estar al 100% en el siguiente turno ya que, sea lo que sea que haya en el cinturón de asteroides, creará otra horda de naves Enjambre.
Paran Tar está infectado, es un sistema “enfermo”.
Y limpiar este sistema no va a ser fácil visto como han ido las cosas. Se prevé un largo combate que va a requerir toda la imaginación posible por parte del Alto Mando Hiver.