
Domingo Batet fue un general catalán de corte liberal de familia sin tradición militar alguna, resultaba un un oficial atípico, completamente ajeno al espíritu de casta que anidaba en buena parte de la oficialidad española a raíz, sobre todo, del desastre del 98.
Amigo de Azaña y Tarradellas, se enemistó con el catalanismo de Companys a raiz del levantamiento-pronunciamiento separatista del 34, en el que se proclamó l' Estat Català. Nunca le fue perdonado por el nacionalismo de Esquerra Republicana que acabase con el movimiento siendo el mismo catalàn. A su vez se enemistó con Franco y los sectores más derechistas castrenses por haber sofocado la rebelión sin un reguero de sangre a sus espaldas. La comparación con la revuelta de Asturias inspirada por Franco fue muy sintomàtica del modo de proceder de ambos mandos militares. Pese a las órdenes recibidas por parte del ministro de la guerra Diego Hidalgo cuyo asesor militar era Franco, prefirió la moderación y el tacto para resolver la crisis. Franco jamás se lo perdonó.

Batet era un Militar en el sentido estricto de la palabra. Siempre antepuso su deber como militar a su propia postura personal o política. No olvidemos que siendo amigo íntimo de Tarradellas, no dudo sin embargo en desvaratar el movimiento nacionalista catalàn.
Pero vallamos un poco antes y estudiemos los antecedentes de la relación entre Franco y Batet. En 1922, le es ordenado a Batet que como juez instructor, investigue la actuación de los mandos en el desastre de Anual. Según se conserva de sus notas personales ( Expediente Picasso) , la conducta de varios militares africanistas queda en tela de juicio en muchos pàrrafos de aquèllos:
«El Comandante Franco, del Tercio, tan traído y llevado por su valor, tiene poco de militar, no siente satisfacción de estar con sus soldados, pues se pasó cuatro meses en la plaza para curarse enfermedad voluntaria, que muy bien pudiera haberlo hecho en el campo, explotando vergonzosa y descaradamente una enfermedad que no le impedía estar todo el día en bares y círculos. Oficial como éste que pide la laureada y no se le concede, cuando con tanta facilidad se ha dado, porque sólo realizó el cumplimiento de su deber, ya está militarmente calificado».
« Algunos oficiales de Regulares y del Tercio se sienten valientes a fuerza de morfina, cocaína o alcohol; se baten, sobre todo los primeros, en camelo: mucha teatralidad, mucho ponderar los hechos y mucho echarse para atrás y a la desbandada cuando encuentran verdadera resistencia»
«El teatral y payaso Millán, que tiembla cuando oye el silbido de las balas y rehuye su puesto y explota de la manera más inicua una herida que en cualquier otro hubiera sido leve, y por condescendencia de un médico, llega a ser grave».
Tras el alzamiento del 18 de julio, Batet es detenido al oponerse a la sublevación militar contra el Gobierno Republicano. El 18 de Febrero del 37 tras un proceso humillante es fusilado. Franco le condena por el delito de sublevación militar a dos penas de muerte, de modo que se impedia el efecto de todo indulto, vàlido sólo para una pena.
Generales como Cabanellas, Queipo de Llano y el propio Mola solicitaron el perdón, pero Franco no podia perdonar las ofensas de Batet, su Laureada ni sus comentarios sobre la campaña de Annual.
Realmente, su aspecto es imponente, su figura infunde respeto, dignidad y hasta un cierto aire prusiano. Las gafas le dan un toque de estudioso, de militar inteligente.
Realmente la comparación con el aspecto de Franco es atroz para éste último.

Batet es un caso peculiar de la idiosincrasia española. La tercera via, la moderada y liberal que sucumbió entre la casta militarista y la irresponsabilidad nacionalista. Batet tenia sentido común, y principios, lo que le costó la vida en 1937 a manos de sus compañeros de armas.
Un saludo a tan ilustre general. Sirva este escrito como expresión de respeto hacia su persona.