Subfusiles de la segunda guerra mundial

[Silverman]

No entiendo, yo jamás salgo por Hospitalet sin mi PPSH 41 de cargador redondo .

Humm, pues camarada balowski, tal como se están poniendo las cosas por nuestros tan hospitalarios barrios igual convendría llevar encima uno de esos cacharros; y es que menudea y no para de reproducirse la gente que sólo entiende el lenguaje del "as de bastos", pero mejor no seamos más cenizos de lo aconsejable.

yo no asociaría estos conceptos tan alegremente. Pudiera ser que su forma o composición los hiciera aptos para cocinar, esconder alcohol o intercambiar por tabaco. no sería la primera vez.

Hombre, ciertamente algunos de los elementos del equipamiento del infante pueden llegar a tener los más inverosímiles usos, nada acordes con la original función para la que fueron diseñados, pues el sufrido y citado infante echa mano de lo que sea para hacer lo que sea sin pararse en convencionalismos. Así que vete a saber el porqué se utilizaron mayormente esos complicados cargadores de caracol o tambor. Como por suerte para un servidor, nunca estuve en el frente ruso, no puedo contestar a tu requerimiento.

Lo dicho, esperemos que algún experto nos lo aclare, mientras tanto un nuevo saludo

[Kal]

Yo tenía entendido que esos cargadores eran populares porque caben más cartuchos.

[Silverman]

Pues sí Mein Oberts Kal, la única ventaja del cargador circular de tambor son los 71 cartuchos que podían alojar, pero según dice el coronel Weeks eran muy arduos de rellenar, siendo ello en la práctica imposible en medio de un combate. Resulta que había que desatornillar una de las tapas, darle a una especie de cuerda hasta su apretado final como en los antiguos y grandes despertadores de cuerda, y debía mantenerse ésta mientras con la otra mano debían introducirse cuidadosamente los 71 cartuchos uno a uno, y con sumo cuidado, pues si se te escapaba la cuerda el engendro se desenroscaba de golpe y si te pillaba un dedo te apañaba. Por suerte el soldado ruso era bravo y poco delicado.

Por cierto Kal, he quedado sorprendido con tu faceta de escritor, ya te comentaré en otro momento, ahora debo estudiar y salir de aquí.

un saludo

[Iosef]

Hacia el final de la guerra creo que se llevaban mas los peines curvos.