Muy buenas a todos.
Pues muy interesantes todas las reflexiones versadas en este perdido hilo. Yo llevo relativamente poco tiempo con un PC en casa, el primero me lo compré a finales de 1.999. Empecé jugando al Rainbow-6, al SWAT-3, al Alfa Ceantauri de Sid Meier etc, y la mayor evolución que ha habido desde entonces ha sido en el tema gráfico.
En ocasiones al probar un juego nuevo, no llegas a entender como a pesar de las mejoras gráficas y de otros mejorados aspectos técnicos, alberga fallos "tontos" que desde la opinión de un profano en programación, habrían sido de fácil solución.
Creo que la respuesta está en que nosotros tenemos el punto de vista del aficionado idealista, y los que componen y editan los juegos los miran bajo el prisma del empresario. Hace ahora una década que diseñé un juego de figuras en tablero, reminiscencia del ajedrez pero con una mecánica y objetivos diferentes. Estuve en tratos con varias empresas del ramo y pude comprobar la mentalidad que tienen. Mi juego fracasó porque intentar hacer un juego mejor que el ajedrez es algo del todo descabellado, y como me dijo un responsable de la casa Borrás "Si no existiese el ajedrez, y alguien lo inventase hoy, con los adelantos actuales fracasaría como juego comercialmente".
Hablé por telefono con un jefazo de la Diset, y la impresión que tuve es que a este hombre tanto le daba estar en una empresa de juegos educativos como en una multinacional farmacéutica, la cuestión era ser ejecutivo y tener un buen sueldo y beneficios.
Imagino por mera lógica humana que en el ramo del ocio informático sucede lo mismo, los accionistas quieren grandes beneficios y en el más corto espacio de tiempo posible, el resto de características que nosotros apreciamos les resulta muy secundario.
Después está el grave problema de la piratería; en fin no es sencillo el tema. Lo ideal sería que un buen grupo de programadores montasen su propia empresa y fuesen a la vez empresarios, pero esto es complicado, pues normalmente las personas geniales como creativos, no son buenas empresarias, y viceversa; cada uno vale para lo que vale.
De momento, pienso que debemos apoyar a los buenos juegos con nuestra legal adquisición y manejo, y darles el mayor apoyo posible a las firmas serias. Veremos que depara el futuro.
Un saludo.
