Historias de España. Sacado de
Somos muchos los que no tenemos ni un euro de deuda. Somos muchos los que nos negamos a pagar 300.000 leuros por cuchitriles, los que nos parecía inmoral sacar 20.000 leuritos de la nada firmando una opción de compra de un piso en planos y vendiéndolo un año más tarde a algún incauto. Los que seguíamos con nuestros coches de ocho años porque funcionaban estupendamente con las mismas prestaciones de otro que costaba 20.000 más del ala. Los que no queríamos ninguna tarjeta de crédito. Los que colgábamos el teléfono a los pesados del banco rojo, azul, naranja..., cuando nos llamaban a las diez de la noche para ofertarnos como buen cliente un préstamo preconcedido de 30.000 leuritos para hacer "realidad sus sueños" (sic), en fin los que alucinábamos lo bien que vivían muchos de nuestros amigos, como nuevos ricos, cuando nos sentíamos de clase media, y pensábamos, ¡¿cómo nos vamos a meter en estos berenjenales, si a una mal dada no podremos pagar esto ni de coña!?
La banca en los años que había que crecer como fuera y ese como fuera era debido porque si perdían cuota de mercado otros se los merendaban. La forma de crecer en una sociedad que se vendía todo era prestando dinero, un dinero muy, muy barato que venía de fuera, que nos dejaban esos paises que ahora están a cara de perro con nosotros... Quizás como dice don SNB, o se crecía así, o no se crecía de ninguna manera y te ibas al traste...
El problema de las economías domésticas (y de muchas pymes) es que el dinero, según en qué manos cayera, era como el alcohol. Si tu eres propenso al alcoholismo, una copa siempre te parecerá poco hasta que no te bajes la botella, no puedes parar, bebes ahora, sin pensar en las consecuencias de mañana: las más leves el pedo simpático o una borrechera algo más sería, las más graves la pérdida del control de tu vida. Algo así pasó con el dinero...
Conozco una chica de treinta y pocos, que su ilusión depués de vivir de alquiler años, fue comprarse ese ático maravilloso con vistas sobre un parque, en años no había ahorrado un mísero euro, es más tenía deudillas: cofidis, tarjeta barclays..., para pagar su cochecillo, vacaciones en Londres,, Amsterdam (no todo el mundo tiraba para el Caribe oiga...).
Ella salía para adelante vendiendo cosméticos en las tiendas de barrio. En primavera de 2007, cayó deslumbrada ante la posibilidad de comprar esa vivienda de calidades inmejorables en las hiperafueras de la ciudad donde hacer realidad sus sueños. Sólo valía 220.000 € (IVA incluido), para 50 metros de piso y otro tanto de terraza..., y no tenía un duro. No te preocupes que te lo da todo el banco, además tienes un buen sueldo (!), tienes un fijo de 700 € y ganas otro tanto en b..., el banco que financia la obra te lo dará todo... le insistía el comercial que le enjaretó el pisitio con terraza, de una promotora que ya veía como no se vendía al ritmo de 2005-2006...
El piso se lo dieron un año más tarde, cuando la economía Champions ejpañola había gripado ya meses atrás. La banca ya no daba préstamos con tanta alegría (pero se seguían dando, eh...) El que financiaba la obra y estudió la subrogación de su hipoteca puso la lupa sobre la chica, que había dado una señal de 10.000 leuritos gracias a un préstamo en otro banco. Solo le darían 155.000 €, resultado de darle el 80% del valor de tasación ya de 2008, poco más de 190.000 leuritos... Yo le insistí que no firmara que perdiera los 10.000 euros de señal que no merecía la pena, que mejor perder ese dinero ahora que no comprar algo que ya valía 30.000 euros menos de lo que pagaba, que aún valdría menos el año siguiente. Pero era el piso soñado de esa chica, con ese pedazo terraza... Su sentencia de muerte quedó firmada. Consiguió el resto gracias a financieras, a tarjetas de crédito, a uno de sus hermanos. Podía de sobra pagar esas cómodas cuotas mensuales gracias a su trabajo, y haría horas extras, y trabajaría en el bar de un amigo los fines de semana y....
A finales de 2008, la echaron del trabajo. Cobraba poco más de 600 euros. El préstamo no se pudo pagar ni la tercera cuota, embargado y subastado, aún debe al banco unos 20.000 euritos, más toda la retaila de préstamos personales y tarjetas imapagadas. En primavera de 2009, la encontré por la calle muy, muy desmejorada, se había intentado suicidar, vivía de nuevo con sus padres ya mayores, sin vida, sin esperanza... Una triunfadora del pisito... ¿quién fue culpable el sistema que la guió a ello o ella misma ambiciosa sentía lo fácil que era alcanzar sus sueños sin saber usar una calculadora???
Esta chica, joven es una proscrita del sistema. Insolvente, con RAI, CIRBE, jamás le darán la tarjeta de El Corte Inglés, no podrá tener un móvil, posiblemente hasta ningún banco le abrirá una cuenta, ni darán ya ni una simple tarjeta de débito.