Después de ver ayer al Blast contra una anéctota muy buena de cierto incidente con unas botellas de champán voy a contar una ke está vinculada al pueblo marinero de Punta Umbría (Huelva), donde suelo veranear desde chinorri.

Introducción:
Por todos es conocida la operación Husky, el desembarco aliado en Sicilia en Julio del 43 con el propósito de sacar a la Italia fascista de Mussolini de la guerra y dar el primer golpe a la atrincherada Alemania de Hitler.
Los aliados inventaron un plan para confundir a los espías alemanes sobre el lugar del desembarco, y tuvieron la idea de soltar en las costas de Huelva a un marino inglés muerto junto a ciertos documentos sobre dicho desembarco, todo esto con el fin de confundir a los alemanes entre Sicilia y Cerdeña, lugar donde los americanos preferían desembarcar, pero la proximidad de Malta como aeródromo aliado descartó a esta útima en favor de Sicilia.
Esta es la historia de ese marino y de los hechos ocurridos en Abril de 1943.
" William Martin, "El hombre que nunca existió", un vagabundo muerto, al parecer por neumonía, por quien nadie iba a interesarse, quien ni siquiera pudo alistarse en el ejército a causa de su mala salud falleció el 28 de enero de 1.943 a los 34 años de edad en el hospital de Saint Pancrasss de Londres a causa de una dolencia hepática, fue a partir de ese momento cuando comienza su fulgurante "carrera de héroe de guerra" El forense del distrito al que pertenecía el hospital de Saint Pancrass W. Bantley Purchase, recibió un mensaje de Sir Bernard Spilbury, en aquel momento la mayor eminencia del reino Unido en patología forense. Sir Bernard le dijo a Purchase que los servicios de inteligencia estaban buscando el cuerpo de un hombre de unos 30 años para una "vital" misión de guerra. De este modo, "el hombre que nunca existió" pasó a ser el "capitán (habilitado a comandante) W.H.N. Martin de los Royal Marine", un hombre e incluso un rango lo suficientemente normales para que la "ABWEHR", el servicio militar alemán de espionaje pudiera tenerlo localizado en sus listas. Así mismo a "Martin" se le inventó una novia quien le había escrito dos cartas de amor, las cuales llevaba siempre consigo y que en realidad fueron redactadas por una funcionaria del servicio de contraespionaje británico, que estaba casada con un coronel de la caballería de la Guardia Real. Para que la farsa fuese real y completa, a "Martin" también se le proporcionó un carnet del servicio naval con su nombre y rango, una carta de su "padre", otra del director de su banco, un par de entradas de teatro, un paquete de cigarrillos y la foto de una chica, su supuesta novia "Pam", cuya auténtica identidad jamás se ha conocido y sigue envuelta en el misterio. Pero lo más importante que llevaba "Martin" consigo era una carta escrita por el General Sir Archivald Nye "número dos" del comando militar imperial británico, remitida al General Sir Harnold Alexander, comandante del XVIII cuerpo del ejército de Túnez. En la carta se hablaba de una operación ficticia para invadir Grecia, y sobre todo se mencionaba una maniobra para engañar a los alemanes consistente en un ataque de distracción sobre Sicilia. Con todos estos documentos en su poder "Martin" fue vestido de militar, introducido en un habitáculo especial cubierto de hielo para retrasar el proceso de descomposición y trasladado al submarino "Seraph" que puso proa hacia Gibraltar, en cuyas aguas fue soltado el cuerpo. La corriente predominante siempre de poniente a levante hace que el cuerpo llegue a las playas de Punta Umbría donde fue recogido por el pescador, vecino de Punta Umbría Antonio Rey María de 47 años, quien estaba a las 7 de la mañana del 13 de Abril en la playa de La Bota recogiendo coquinas, inmediatamente lo puso en conocimiento de las autoridades españolas. Éstas ordenaron el enterramiento de "Martin" en el cementerio de la Soledad de la capital onubense, pero los documentos que llevaba consigo se transcribió al pie de la letra y fueron remitidos a Madrid donde se informó de su existencia a la embajada alemana, la cual informó en Berlín y el mismo Führer fue enterado del hallazgo. De este modo, un importante contingente alemán fue trasladado de Sicilia a Cerdeña y al Peloponeso, en Grecia, donde Berlín pensaba que se iba a producir el desembarco. Había comenzado la operación "carne picada", una de las más colosales maniobras de engaño de la II Guerra Mundial y que posibilitó que el desembarco aliado en Sicilia se saldara con un número relativamente pequeño de bajas. Aún se ponen flores a la tumba de "Martin" todos los años por el día de los difuntos."
Saludos. Yurto.