TURNO 3
Operación Nibelungen, ese iba ser el nombre en clave sobre el que se conocería nuestro bautismo de fuego en la campaña de Rusia. El plan era meticuloso, pues comprendía a más de un millón de hombres entre alemanes, eslovacos y rumanos.
Como ya he dejado plasmado en mi diario días atrás. El motivo por el que nuestro Heeresgruppe Sud no había avanzado al mismo ritmo que los otros grupos de ejército era muy sencillo. Nos enfrentábamos a casi dos tercios del total del ejército rojo. El Abwerh había subestimado sin duda el dispositivo soviético. Cuando el general Halder y el Führer diseñaron el plan de invasión, tan solo destinaron un panzergruppe como puño acorazado en toda Ukrania, evidentemente fue a todas luces…insuficiente.
La ruptura creó dos enormes cercos de tropas soviéticas entorno a dos ciudades Lvov y Rovno. Dos semanas después, los rusos en el interior de esos kessel se negaban obstinadamente a rendirse. La operación Nibelungen debía iniciarse con la aniquilación de esas fuerzas.
Nuestro objetivo era abrir un boquete en las sólidas líneas de defensa soviéticas y en dos semanas a lo sumo, cerrar un inmenso kessel en el que se encontraría un tercio de todo el ejército rojo en Ukrania, muchas de las unidades mejor instruidas del enemigo se encontrarían dentro. Lamentablemente nos enteramos que al mando del Stavka (alto mando soviético se encontraba un general que había escapado milagrosamente a las purgas Stalininstas, un tal
Bletchakov 
el cual se encontraba muy por encima de los botarates que habían hecho el ridículo en la guerra que tuvieron un año y medio antes contra los Finlandeses.
De nuevo, la Leibstandarte no iniciaría el asalto, serían los panzers del XLVIII y III Panzerkors, los que tendrían ese honor. Nuestra infantería se encontraba muy atrás o bien limpiando los Kessel antes mencionados.
Los ataques aéreos, y el estruendo de la artillería se oían desde kilómetros de distancia, aquella noche antes de nuestro asalto nadie durmió. Mis hombres preferían repasar una y otra vez nuestro plan de marcha.
El día siguiente no fue mejor, pues nos enteramos que el asalto del XIV panzerkorps se retrasaría……una vez más….. al parecer la profundidad de las defensas rusas eran enormes, nuestras bajas se contaban por cientos. Fue esa misma noche, cuando nuestro comandante, Sepp Ditrich nos dio una de sus famosas arengas, se montó en su vehículo de mando y con la mano derecha, señalando al frente nos mandó ¡adelante!.
El terreno se encontraba repleto de restos humeantes de vehículos destruidos, rebasamos a las unidades que nos habían precedido en el ataque y nos lanzamos a la conquista de una pequeña aldea llamada Staros…. Bah, a quien le importa, lo que si sabíamos es que nos íbamos a enfrentar a una división acorazada soviética entera.
Habíamos avanzado tanto que nuestras unidades de apoyo no podían seguirnos, por lo que solicitamos ayuda urgente a la luftwaffe, la cual acudió fiel como en nuestras anteriores campañas en Francia y los Balcanes. Mis hombres se quedaron atónitos ante tal espectáculo de fuerza.
Cerca de 80 aparatos entre He-111 y Ju-88 comenzaron a machacar las posiciones de la 49ª Division acorazada rusa

Fuego y explosiones nos aturdían a nuestro alrededor, a la 12 Kompanie se le encomendó la tarea de destruir un reducto soviético. En nuestro decidido asalto la batería antitanque nos protegió nuestro flanco derecho. 9 carros rusos fueron destruidos en un santiamén, mientras nosotros mandábamos al infierno a los defensores del acceso norte de la localidad, tan solo tuvimos que lamentar una baja leve. Rochus, a pesar de su misión de enlace de la compañía de armas pesadas, se hizo merecedor de la cruz de hierro de segunda clase al destruir, el solo un reducto de ametralladoras pesadas .
Tras la batalla las cifras hablaban por si solas, 2532 rusos fueron muertos heridos o prisioneros y 50 de sus tanques no volverán a rodar contra el Reich.

La división rusa huyó como alma que lleva el diablo. Nos encontrábamos exultantes pero agotados, nuestro subsiguiente avance nos llevó a desbandar un cuartel general enemigo y dos bases aéreas, el botín fue jugoso, pero éramos soldados profesionales, sabíamos que los rusos volverían con fuerza ahora que amenazábamos una de sus rutas de escape. La siguiente semana sería decisiva para el buen desarrollo de la operación Nibelungen.
Había sido unas semana dura, Nibelungen se encontraba en marcha, pero no habíamos avanzado tan rápido como nos temíamos, las defensas rusas, le impedía a nuestro ejército hacer grandes maniobras en profundidad.

Como siempre durante los descansos tratábamos de enterarnos de lo que iba sucediendo en el frente.
En el norte von Leeb había sellado el cerco del Frente del noroeste soviético, la presa sin duda sería jugosa.

En el centro Hoth había consolidado la ribera norte del Dvina y Guderian había tomado la ciudad de Zhlobin. Su avance no había sido tan fulgurante, con el fin que la infantería consiguiera alcanzar las vanguardias acorarazas en el menor tiempo posible.

Con seguridad las bajas del enemigo habían sido mucho mayores que las nuestras sin embargo, nos llegaban rumores que las grandes distancias, los problemas mecánicos y por supuesto el encarnizado combate estaba haciendo mella en nuestras unidades panzer.

Afortunadamente teníamos a la Luftwaffe, debemos recordar que nuestro éxito tan rotundo contra la 49ª Div. Acorazada fue en parte debido a sus abnegados pilotos. Ellos, no obstante, también estaban pagando un peaje en la invasión.

Nuestro enlace de la Luftwaffe se lamentaba y con razón de la pérdida de tantos Ju-52 de transporte, su misión de abastecimiento a las vanguardias estaba saliendo caro a dicho tipo de unidad. Les debíamos todos mucho, sin lugar a dudas.

Eva, por fín hemos entrado en combate, como ves estoy perfectamente, me siento muy orgulloso de los hombres que mando, no me cansaré de decirlo, son los mejores del Reich.
Me imagino que ya lo sabrás por tu hermana, Rochus fue condecorado por su acción al norte de Proskhurov y le han trasladado a Berlín con el fin de hacer un curso de radiotransmisión, no me quepa duda que él hubiera preferido quedarse en el frente con nosotros, pero de esta manera, podréis verle más. Según parece la firma de traslado venía sellada con la rúbrica del Führer(
*)….. que mayor honor se puede tener ¿?.
Mis pensamientos siguen contigo, mi querida Eva. Aun llevo contigo em mechón de pelo que me enviaste.
Siempre tuyo Hubert
(
*)Rochus Mich nació en 1917 y participó en la invasión de polonia en 1939 donde fue herido de gravedad, tras un periodo de estancia en el Begleitkommando SS des Führers en 1940 fue devuelto al frente a petición suya justo antes del inicio de Barbarroja. Tras su primera acción de combate en este frente, en la cual fue condecorado, fue vuelto a llamar como telegrafista personal del Führer.
En dicho puesto permaneció hasta el fin del III Reich. Misch llegó a conocer muy bien la personalidad de Hitler, coincidiendo en muchas de sus apreciaciones con la que fue su secretaria, Traudl Junge. Fue capturado por los soviéticos y tras conmutársele la pena de muerte por colaboración con el régimen, fue de nuevo condenado a 25 años de cautiverio, de los cuales cumplió 9.
En 1955 regresó a Berlín junto a su familia y fundó una empresa de pinturas. Escribió un libro de memorias y actualmente, salvo nuevas noticias, a sus 94 años goza de buena salud.