ÍdemEduhausser escribió:Shrike, es ante todo un placer conocer al hermano de mi implacable rival![]()

Como ya he dicho, Beevor me parece un autor irregular. Tiene obras correctas, malas - como Berlín o su edición de los Diarios de V. Grossman- y alguna interesante - como Stalingrado.Respecto a lo que comentas de Beevor. Yo no tengo ningún interés especial en defender a dicho autor, sin embargo me gusta ser justo cuando valoro o critico a un historiador o escritor.
Como también indiqué, sólo la conozco por referencias de segunda mano que la situaban como una obra bastante prescindible.En primer lugar, las críticas que comentas a Sartre y a la "intelectualidad" que como bien dices orbita en una rotación muy, muy proxima a la komintern (PCF), las documenta bastante bien, no obstante al no ser un tema que controle me abstengo de hacer juicios de valor.
En Stalingrado cae, por ejemplo, en un estereotipo cuando situa como una característica general y particular entre las filas del Ejército Rojo la amplia extensión del alcoholismo de los soldados rusos estando de servicio. Cosa que quizás sea cierta, pero resulta llamativo que Beevor soslaye el hecho que el alcoholismo también estaba ampliamente extendido entre las filas de la Wehrmacht destinadas al Ostfront. En todo caso, no se trató de un problema particular ruso, si no de una problemática común entre todos los combatientes en la Guerra Nazi- Soviética de 1941- 1945.En segundo lugar, cuando dices:Shrike escribió:¿Mi Valoración? Stalingrado está bastante bien, pues hace un correcto trabajo de fuentes, aunque de vez en cuando cae en estereotipos bastante burdos
En primer lugar, mi valoración no deviene de si Zhukov era un buen o mal tipo, si no de datos puros y duros. Si los muertos - o "bajas irrecuperables"- padecidas por el 1º Frente Bielorruso entre 16 de Abril y el 8 de Mayo de 1945 ascendieron a 37.610 (KRIVOSHEEV, 1997: 158), resulta descabellado asumir como cierta la cifra de "had lost over 30,000 men killed" (BEEVOR, 2002a: 244) que da Antony Beevor; otra cosa que la traducción española meta la pata y trate de enmendarle la plana al propio autor diciendo: "lo habían hecho perder a más de treinta mil hombres" (BEEVOR, 2002b: 265). Y en ambas ediciones, tal cifra no viene acompañada de ninguna referencia específica que indique de donde saca Beevor esa cifra - "30.000 killed".o tambien:Podrías explicarte un poco más?, es dificil encontrar algo en sus notas que no este mas o menos documentado en fuentes. Que esas fuentes sean o no fiables, puede ser objeto de otro debate, pero catalogarlo como; burdo, colección de despropósitos, invenciones.... me parece un poco grave.Shrike escribió:En cambio, Berlín, 1945 me parece nefasto, una colección de despropósitos detrás de otro. Cae en inexactitudes o invenciones continuamente e infla las pérdidas soviéticas hasta cifras asombrosasShrike escribió:siendo el caso más bestial el como se saca de la manga 30.000 muertos soviéticos entre las filas del Primer Frente Bielorruso comandado por Zhukov durante su cruce del Óder a inicios de Abril de 1945Si, me pareció muy interesante tu artículo en Mi diario de los libros.Shrike escribió:- incluídas las bajas en la toma de Berlín- fueron ¡38.000! Y su edición de su antología de los escritos periodísticos y notas de Vassili Grossman me pareció bastante floja![]()
Pero seamos claros, me asombra un poco que valores como pérdidas asombrosas las cifras que aporta Beevor y otros muchos autores sobre las pérdidas del 1er Frente Bielorruso de Zhukov, máxime cuando este general no era famoso por el cuidado de las bajas propias. Un general que valora una derrota sangrienta como fue la operación Marte, como una simple maniobra de distracción dice mucho de su percepción del campo de batalla. De hecho Glanz hace una dura crítica de sus memorias.
Por otra parte, y como bien cuestiona Mawdsley, también resulta asombrosa dicha cifra si se tiene en cuenta que las tropas alemanas apostadas en la defensa de la sierra de Seelowe estaban mal equipadas, tremendamente debilitadas y carecían de posiciones fortificadas de importancia (ver nota 56 en MAWDSLEY, 2007: 391 [481]). Esos factores objetivos cuestionan su hipotética capacidad que implica aceptar las cifras de Beevor para infligir un número tan abultado de muertos, más contra un enemigo infinamente superior en potencia de fuego en ese momento y lugar.
Pues me ha llamado la atención que afirme, sin tampoco citar su fuente - el subrayado es mío:Para aportar un poco mas de datos respecto al tema tengo en mi archivo un artículo muy interesante del que voy a poner un fragmento significativo:
Cifra aún más asombrosa que la de Beevor, pues las bajas totales - muertos, heridos y desaparecidos en combate- del 1º Frente Bielorruso en 23 días - entre el 16 de Abril y el 8 de Mayo de 1945- de lucha por Berlín fueron 179.490 (KRIVOSHEEV, 1997: 158), mientras que el mayor McGhee "estima" que en sólo cuatro días las tropas bajo el mando de Zhukov sufrieron 150.000 bajas, 33.000 de estas contabilizables como "muertos".Zhukov would win the race to Berlin, despite entering the city after Marshal Koniev's tanks. With two army fronts converging in the streets of Berlin, Stalin ordered Koniev back giving Zhukov the prize. The price in blood paid by the Soviet people to win Zhukov his place in history was enormous. During the breakout from the Oder, the Soviets had lost a reported 33,000 dead along with 743 tanks and self-propelled guns. Although we shall never know the final answer, it can be estimated that the total casualties sustained in killed and wounded may have exceeded 150,000 soldiers over four days in Zhukov's 1st Byelorussian Front alone.
No es cuestión de opiniones, si no de datos contrastables. Si en 23 días de dura lucha para aproximarse y conquistar Berlín supusieron 37.610 "bajas irrecuperables" -término que incluye a muertos y desaparecidos en combate- al 1º Frente Bielorruso, no resulta aceptable tratar de inducir al lector que, en sólo dos o cuatro días de combate, estas ascendiesen a la cifra de 30.000 o 33.000. Eso, o entonces es necesaria una reescritura total de la historia que se ha contado hasta hoy - por el propio Beevor incluído- sobre los combates para la toma de Berlín, en la que se nos cuenta que la lucha fué especialmente dura y sangrienta en la misma ciudad. Cosa que no cuadra que, para su toma, al Primer Frente Bielorruso le supusiera la cifra, que podriamos considerar baja en relación a la escaladel Ostfront, de 4.000 o 7.000 muertos y menos de 30.000 heridos en combate.Como ves no todos opinán que las cifras que hemos comentado sean tan infladas.
Bastante usual entre los popes historiográficos de alto copeteClaro que puedo, sin embargo antes de nada me gustaría disculparme por haberle llamado imbecil, entre caballeros este tipo de adjetivaciones, no deberían de ser utilizadas quiero resaltar que su caracter personal nada tiene que ver con su obra sobre la cual ya he dejado clara mi opinión en post anteriores.
Una vez terminada la conferencia, una amigo y yo nos acercamos para hacer unas valoraciones, esperamos pacientemente el turno y cuando nos toco, nos miró con aire de desdén e interrumpiendonos nos dijo que si perteneciamos a alguna asociacion, editorial, organismo etc, tras decirle que no, pues tan solo eramos unos historiadores noveles, nos dijo con tono de desprecio que no tenia tiempo para personas como nosotros......
Sobran las palabras. Nada que ver con Keegan, en otra ocasión similar, el cual nos dió una agradabilisima conversación. En fin Sic transit.

Un saludo,
PD: Añado a continuación las referencias de la bibliografía citada por un servidor:
- BEEVOR, Antony. (2002a). The Fall of Berlin 1945, Viking, Nueva York- Londres. XXXVII y 490 páginas.
- BEEVOR, Antony. (2002b). Berlín. La caída: 1945, Crítica, Barcelona. 542 páginas. [Trad. David León Gómez.]
- KRIVOSHEEV, Grigoriy Fedotovich (ed.). (1997). Soviet Casualties and Combat Losses in the Twentieth Century, Greenhill Books- Stackpole Books, Londres- Mechanicsburg, PA. XIV y 290 páginas. [Trad. Christine Barnard, edición basada en Grif sekretnosti sniat: Poteri Vooruzhennykh sil SSSR v voinakh, boevykh deistviakh i boevikh konfliktah, statischekoe issledovanie, Voenizdat, Moscú (1993). Con "Foreword" de John Erickson.]
- MAWDSLEY, Evan. (2007). Thunder in the East. The Nazi-Soviet War 1941-1945, Hodder Arnold, Londres. XXVI y 502 páginas. [2ª edición, 1ª edición de 2005.]