Turno 13, 11 de septiembre de 1941.
Norte: la bolsa al oeste de Leningrado es destruida y consigo pasar una división panzer al otro lado del Neva. No me ha gustado mucho esta última maniobra, habría preferido que, como el resto de sus compañeras del 4º Panzer, se hubiese montado en trenes para ir hacia el frente de Moscú; pero era la única manera de ocupar Pavlovo.
Ahora parece que pronto se hundirá la resistencia de Leningrado, por lo que tomo la decisión de terminar el turno siguiente la vía férrea Pskov-Dno-Vitbesk, lo cual permitirá transferir al centro el 18 ejército. Conquiste Moscú o no, la lucha será épica, porque en esa zona planeo resistir durante el invierno.
He conseguido conquistar las montañas Valdai, un magnífico lugar para resistir durante el invierno y, ya puesto, durante algún año más.
En el área de Moscú, el medio 4º panzer que está allí avanza empujando simplemente hacia el norte de Moscú. Y se consigue realizar una bolsa en Vyazma. Botín: 7 divisiones de infantería y una de caballería. No es mucho, pero le dolerá al ruso y complicará su defensa.
Por cierto, el envolvimiento ha estado a punto de fracasar. Si no hubiese sido por una división motorizada que tenía por ahí casi olvidada, no lo habría logrado cerrar.
El plan consiste en dar un golpe brutal sobre Moscú con tres agrupaciones panzer y dos ejércitos de infantería antes de las lluvias y conquistarlo. Luego, durante noviembre, dos agrupaciones panzer y un ejército de infantería descenderán hacia el sur envolviendo a cuantos rusos encuentren, mientras que el 18 de infantería refuerza el área.
En caso de fracaso... siempre hay que considerar la posibilidad de fracaso, a pesar del ardor nacionalsocialista de nuestras tropas... Bien, si se comprueba que es imposible conquistar Moscú, entonces se desencadenará la marcha hacia el sur de los panzer.
En Kursk, nuestro tercer cuerpo del 1º Panzer se acerca a la ciudad. No estamos demasiado satisfechos, los grupos panzer han de marchar y combatir agrupados, pero las circunstancias nos han llevado a esta situación. En fin, habrá que intentar aprovecharla lo mejor posible.
Una división SS motorizada se dedica a reducir el megakessel, porque si no nos vamos a plantar en el invierno con él activo.
En el área de Kharkov, avanzamos prácticamente sin combatir. Es lo peor que nos podría pasar.
En el sur, destruimos las unidades embolsadas, embolsamos en el Dnepr una división de infantería y otra de caballería y preparamos el envolvimiento de Zaporozhye. La verdad es que cada vez que atrapo aun división de caballería me dan ganas de descorchar champán. No solo porque eso significa menos cuerpos de caballería para el invierno, sino sobre todo porque es su caballería más que su infantería lo que está impidiendo maniobrar al 1º Panzer.
Y rompemos de una patada la puerta de Crimea, aunque por poco no conseguimos abrirla de par en par. Dejamos en sus proximidades a la LAH, que estaba demasiado fatigada como para combatir este turno, por si se presenta la oportunidad de echar una carrerita por Crimea y conquistar un puerto con el que abastecernos.
Hay otro cuerpo del 11 ejército en las proximidades. Dependiendo de lo que suceda, se dirigirá hacia Crimea o hacia Stalino.
Con esto termina la semana. Hemos alcanzado los tres millones de bajas soviéticas (de ellas, 2,400.000 permanentes), y aún quedan por reducir las bolsas de Leningrado, megakessel y Vyazma, calculo que serán unos 300.000 prisioneros más.
Pero ahora ya solo quedan tres semanas de buen tiempo. Leningrado caerá con certeza. Moscú parece posible pero no sencillo. Kharkov y Stalino son difíciles de alcanzar, salvo que se derrumbe la defensa soviética. Y Crimea es un misterio.