
[AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
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Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
Buena presentación, ahora no estoy dándole mucho al juego y con este AAR podré quitarme el mono, ¡sigue así! 


- Rubeus
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Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
Te sigo con mucho interés, Al. A ver qué esposa te pillas en el condado de Shrewsbury... 


Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
Ulbin: A ver que sale, que la idea general, pienso, es buena, pero veremos la ejecución.
Rubeus: Tengo preparada una pequeña sorpresa para la primera decisión a adoptar en el juego.
Rubeus: Tengo preparada una pequeña sorpresa para la primera decisión a adoptar en el juego.

"Narcissa cogió el libro y leyó para sus adentros, sobre extrañas gentes en un mundo extraño donde las cosas sucedían como debían suceder".
Sartoris - William Faulkner
Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
Me has hablado varias veces sobre este juego. Veo que es complejo e interesante. Como siempre excelente presentación.
Mentitas est iniquitas sibi. (La iniquidad se engañó a si misma).
- Rubeus
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Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
Vamos a ver... Me tienes intrigado...AlGharib escribió:Ulbin: A ver que sale, que la idea general, pienso, es buena, pero veremos la ejecución.
Rubeus: Tengo preparada una pequeña sorpresa para la primera decisión a adoptar en el juego.


Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
Von Voit: El juego es, ante todo, muy divertido; ya te lo he dicho muchas veces, deberías probarlo
.
Rubeus: Nada, si es una tontería pero que va a demostrar por qué derroteros pienso llevar la partida. En este caso, al menos la idea es meter mucho "roleo" y la situación inicial en Inglaterra, se presta a ello. También será un claro indicativo de que la obtención de grandes resultados me importa más bien poco; quiero disfrutar, no "conquistar" ningún título importante, crecer o cualquier otra cosa. Al menos al principio, luego, si se hace la cosa un poco aburrida, pues ya veremos, pero en los primeros años, "sin hacer nada", la diversión en Inglaterra, con tanto peligro en ciernes, está absolutamente asegurada.
____________________________
En los próximos dos o tres días, es difícil que pueda jugar muy seguido, así que aún tardaré un poco en comenzar.
Lo más seguro es que no vaya a utilizar el "parche casero" que aumenta las bajas de líderes en batalla ya que de esa forma he visto que las probabilidades de William bajan hasta ser casi nulas. De hecho, en ninguna partida de prueba han ganado los normandos y es que, al parecer, los rasgos del normando hacen que sus posibilidades de muerte en combate sean casi totales, y si el muere, se acabó la invasión.

Rubeus: Nada, si es una tontería pero que va a demostrar por qué derroteros pienso llevar la partida. En este caso, al menos la idea es meter mucho "roleo" y la situación inicial en Inglaterra, se presta a ello. También será un claro indicativo de que la obtención de grandes resultados me importa más bien poco; quiero disfrutar, no "conquistar" ningún título importante, crecer o cualquier otra cosa. Al menos al principio, luego, si se hace la cosa un poco aburrida, pues ya veremos, pero en los primeros años, "sin hacer nada", la diversión en Inglaterra, con tanto peligro en ciernes, está absolutamente asegurada.
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En los próximos dos o tres días, es difícil que pueda jugar muy seguido, así que aún tardaré un poco en comenzar.
Lo más seguro es que no vaya a utilizar el "parche casero" que aumenta las bajas de líderes en batalla ya que de esa forma he visto que las probabilidades de William bajan hasta ser casi nulas. De hecho, en ninguna partida de prueba han ganado los normandos y es que, al parecer, los rasgos del normando hacen que sus posibilidades de muerte en combate sean casi totales, y si el muere, se acabó la invasión.

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Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
¡Ay, rufián, que bien te lo pasas con el Medievo!
Me dejaste sólo en el ACWGC justo cuando he terminado mi graduación, pero no te preocupes que tengo estrés digo partidas de sobra, refocílate a gusto con el CK2.
Animo, te sigo...
Me dejaste sólo en el ACWGC justo cuando he terminado mi graduación, pero no te preocupes que tengo estrés digo partidas de sobra, refocílate a gusto con el CK2.
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There’s a valley in Spain called Jarama,
That's a place that we all know so well,
for 'tis there that we wasted our manhood,
And most of our old age as well.
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Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
No, Schluiffen. Ya te dije que tardaría unos días en devolverte el turno, pero sigo en la ACW, en el club y disfrutando de los rifles y mosquetes. Lo que pasó es que debía "arrancar" con el AAR y luego otras circunstancias personales que me quitaron, más que tiempo, ánimo para hacer cosas al llegar a casa.
A mediodía te devolveré el turno (no quería hacerlo tampoco sin leer el largo texto que me enviaste y comentarlo).
Felicidades por tu graduación... Luego lo miro y voy reportando batallas
.
A mediodía te devolveré el turno (no quería hacerlo tampoco sin leer el largo texto que me enviaste y comentarlo).
Felicidades por tu graduación... Luego lo miro y voy reportando batallas


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Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
Me apunto a este ARR.
Espero que haya traiciones familiares, asesinatos, adulterios (¿es posible?) y herejes a la brasa. Y, por supuesto, que la culpa sea siempre de la chusma plebeya
Espero que haya traiciones familiares, asesinatos, adulterios (¿es posible?) y herejes a la brasa. Y, por supuesto, que la culpa sea siempre de la chusma plebeya


Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
¡Faltaría más que no hubieran adulterios! Veremos lo que habrá porque cada partida es un mundo y las hay en que pasan bien pocas cosas y otras que no das abasto de tanto que sucede, hasta el punto de que parece poco natural.Piteas escribió:Me apunto a este ARR.
Espero que haya traiciones familiares, asesinatos, adulterios (¿es posible?) y herejes a la brasa. Y, por supuesto, que la culpa sea siempre de la chusma plebeya

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Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
INVASIONES
La ligera lluvia no impide ver al enorme ejército acercándose. Sobre una colina, en las afueras de Nottingham, Eadric Aelfricson, apodado el Salvaje, observa en la lejanía cómo se van acercando las primeras unidades del rey. Junto a él, Eadwin Hwicce, duque de Lancaster y su señor feudal. Éste, uno de los hombres más poderosos del reino, lleva días intercambiando correspondencia con su rey, Harold I Godwinson, en aras de organizar la defensa del reino. Las últimas semanas han sido ciertamente movidas y la tan temida de enemigos extranjeros con la intención de arrebatar la corona inglesa, es ya un hecho consumado.
Eadric mira a su señor y le pregunta si se han puesto por fin de acuerdo. Su señor le responde con un lacónico sí.
En menos de un mes, la tensa espera ha devenido en amenaza real, tangible. Durante todo el verano, las informaciones que llegaban desde Normandía eran temibles: cientos y cientos de mercenarios contratados, la construcción indiscriminada de una flota, los movimientos diplomáticos en Roma para conseguir que William, duque normando, fuera legitimado por el papa romano como aspirante verdadero a la corona inglesa. El rey Harold y la corte, nerviosos ante esos acontecimientos movilizaron a las tropas, esperando de un momento a otro la invasión por el sur. Todas las miradas estaban puestas sobre el norte de Francia cuando llegaron inquietantes informes del norte. Tostig Godwindson, hermano del rey, volvía por sus fueros y, junto a tropas noruegas, realizaba continuos y violentos raids por la costa oriental del reino. Aquellas tierras de Northumberland, que fueran posesión suya, sufrían ahora su ira. El rey, sin embargo, no perdió los nervios y mantuvo a sus tropas en el sur, a la espera de los movimientos normandos, encomendando a los hermanos Hwicce, señores del norte del país, la defensa ante los ataques de Tostig. Morcar Hwicce, señor de las tierras que estaban siendo saqueadas, tomo las riendas y, con la ayuda de su hermano Eadwin, consiguió neutralizar la amenaza, expulsando una vez más a Tostig, quien volvía a ver como sus deseos de recuperar el ducado de Northumberland quedaban en nada.
En estas batallas destacó Eadric, belicoso muchacho, conde de Shrewsbury y descendiente de los viejos reyes de Mercia, cuando el actual reino de Inglaterra estaba dividido en siete coronas: la heptarquía. La violencia de su proceder en la batalla, que sorprendió no soló a sus compañeros sino también a los mismísimos noruegos, avezados luchadores, muchos de ellos veteranos de innumerables batallas a lo largo de todo el ancho orbe. De no haber estado entre aquellos hombres Godwin de Lancaster, mariscal de las tropas del duque Eadwin y según se decía, el mejor guerrero de toda Inglaterra, Eadric hubiese sido puesto al mando de las tropas en estas batallas. Con todo, su actuación fue destacada y recibió las felicitaciones de los duques, cosa que llenó de orgullo al joven conde.
Terminado el verano sin noticias de los normandos, el rey Harold I se vio obligado a licenciar las tropas; la amenaza parecía parada y la presión para que el rey liberase a los hombres hicieron que éste desistiese de mantenerlos movilizados. Aun así, el rey mantenía la alerta al máximo y todo el reino estaba pendiente de lo que podría llegar a pasar en las siguientes fechas.
A principios de septiembre, llegaron los primeros rumores: Tostig y los noruegos volvían al ataque. Se avisaron innumerables barcos y se dio cuenta a Morcar Hwicce quien en un principio pensó que volvía a ser una simple campaña de pillaje y saqueo. Movilizó unos pocos hombres, se puso el mismo al mando y al ver lo que se le venía encima, no tuvo otra que dar media vuelta y regresar a York. Morcar vio que aquello no era una expedición de asalto y retirada, sino una invasión en toda regla. Dio cuenta de ello a su hermano y también al rey, solicitando su ayuda inmediata. Harold, que seguía intranquilo en Londres con los movimientos normandos, creyó que Morcar exageraba y, en un principio, dio largas a su duque y cuñado, de tal manera que los hermanos Hwicce tuvieron que intentar parar a los noruegos ellos mismos. Reunieron un ejército al mando de Godwin de Lancaster y se lanzaron a la búsqueda del enemigo. Al hallarlo, cerca del río Ouse, en tierras del condado de York, tuvieron que hacer lo que Morcar ya hizo pocos días antes: dar media vuelta y rehuir el combate pues las fuerzas enemigas volvían a ser muy superiores. El rey noruego Harald Haardrada (el Despiadado), que era quien comandaba la fuerza noruega junto a Tostig Godwindson, acababa de recibir a las últimas unidades en la invasión de la isla, por lo que su ejército sumaba casi diez mil hombres, tres veces más del que los duques del norte habían conseguido movilizar.
Morcar, señor de aquellas tierras, marchó con sus hombres a York, mientras que el resto de las fuerzas, tanto de los ducados de Morcar (Northumberland y York) como de los de su hermano Eadwin (Lancaster), fueron hacia el sur solicitando la ayuda del rey. Ahora sí, la invasión pasaba de amenaza a realidad.
El rey volvió a empezar con sus habituales reservas. Las noticias que llegaban de Normandía eran cada vez más preocupantes. ¿Cómo podría Eadwin convencer a su rey para que se movilizara y enviara refuerzos al norte, a sus tierras? Usó la baza más apropiada para el caso: Tostig. En los reiterados mensajes que mandó después de que Harold I comenzase pidiendo tiempo para decidir, mostró a la fuerza invasora más como del antiguo duque Tostig, su hermano, que del rey noruego Harald Haardrada. Eadwin y Morcar sabían bien que pinchar al rey con su hermano era el modo de hacer que éste actuase. En realidad, no es que Harold Godwinson odiase a su hermano, el problema era que sabía muy bien que Tostig era su talón de Aquiles. Cuando fue coronado rey, la herencia que dejaba Eduardo el Confesor sobre sus hombros era ciertamente pesada; las amenazas exteriores sobre los sajones eran muchas y le habían elegido a él, a Harold, para que sofrenase a los extranjeros que querían apoderarse del reino. Y el nuevo rey, en lugar de aportar soluciones definitivas, lo que hacía era añadir un problema más a los que tenía el reino: la ambición de su hermano que ya había costado dos pequeñas guerras. Al haberlo desposeído de sus títulos en el norte y entregárselos a los Hwicce, con cuya hermana se casaría a los pocos meses, despertó también la envidia de algunas casas importantes del reino. En definitiva, la posición de Harold era muy complicada tanto interna como externamente y sentía sobre sus hombros que, de todas las responsabilidades, el acabar con la amenaza que suponía su hermano Tostig era la que tenía más importancia.
Mientras Harold y los Hwicce negociaban, el propio Harold también intentó negociar con su hermano, ofreciéndole todo el poder en el norte del reino. El rey seguía temiendo que los normandos atacaran de un momento a otro y estaba dispuesto a devolver a su hermano el estatus que tenía, traicionado así a sus cuñados, a los mismos que él encumbró pocos años atrás en contra, curiosamente, de Tostig, a quien ahora estaba dispuesto a restituir. Tostig no aceptó; no podía hacerlo porque había involucrado de tal manera al rey Harald Haardrada que sólo la conquista del trono inglés podía satisfacer a su aliado.
La lucha no podía esquivarse de ningún modo, así que ante la evidente amenaza y después de haber corroborado que los Hwicce no mentían, Harold I movilizó a las tropas de todo el reino y las puso de camino al condado de Leicester, donde debían encontrarse con las de los duques del norte que intentaron, pocos días antes y sin llegar a enfrentarse al enemigo, parar a los noruegos.
La ligera lluvia no impide ver al enorme ejército acercándose. Sobre una colina, en las afueras de Nottingham, Eadric Aelfricson, apodado el Salvaje, observa en la lejanía cómo se van acercando las primeras unidades del rey. Junto a él, Eadwin Hwicce, duque de Lancaster y su señor feudal. Éste, uno de los hombres más poderosos del reino, lleva días intercambiando correspondencia con su rey, Harold I Godwinson, en aras de organizar la defensa del reino. Las últimas semanas han sido ciertamente movidas y la tan temida de enemigos extranjeros con la intención de arrebatar la corona inglesa, es ya un hecho consumado.
Eadric mira a su señor y le pregunta si se han puesto por fin de acuerdo. Su señor le responde con un lacónico sí.
En menos de un mes, la tensa espera ha devenido en amenaza real, tangible. Durante todo el verano, las informaciones que llegaban desde Normandía eran temibles: cientos y cientos de mercenarios contratados, la construcción indiscriminada de una flota, los movimientos diplomáticos en Roma para conseguir que William, duque normando, fuera legitimado por el papa romano como aspirante verdadero a la corona inglesa. El rey Harold y la corte, nerviosos ante esos acontecimientos movilizaron a las tropas, esperando de un momento a otro la invasión por el sur. Todas las miradas estaban puestas sobre el norte de Francia cuando llegaron inquietantes informes del norte. Tostig Godwindson, hermano del rey, volvía por sus fueros y, junto a tropas noruegas, realizaba continuos y violentos raids por la costa oriental del reino. Aquellas tierras de Northumberland, que fueran posesión suya, sufrían ahora su ira. El rey, sin embargo, no perdió los nervios y mantuvo a sus tropas en el sur, a la espera de los movimientos normandos, encomendando a los hermanos Hwicce, señores del norte del país, la defensa ante los ataques de Tostig. Morcar Hwicce, señor de las tierras que estaban siendo saqueadas, tomo las riendas y, con la ayuda de su hermano Eadwin, consiguió neutralizar la amenaza, expulsando una vez más a Tostig, quien volvía a ver como sus deseos de recuperar el ducado de Northumberland quedaban en nada.
En estas batallas destacó Eadric, belicoso muchacho, conde de Shrewsbury y descendiente de los viejos reyes de Mercia, cuando el actual reino de Inglaterra estaba dividido en siete coronas: la heptarquía. La violencia de su proceder en la batalla, que sorprendió no soló a sus compañeros sino también a los mismísimos noruegos, avezados luchadores, muchos de ellos veteranos de innumerables batallas a lo largo de todo el ancho orbe. De no haber estado entre aquellos hombres Godwin de Lancaster, mariscal de las tropas del duque Eadwin y según se decía, el mejor guerrero de toda Inglaterra, Eadric hubiese sido puesto al mando de las tropas en estas batallas. Con todo, su actuación fue destacada y recibió las felicitaciones de los duques, cosa que llenó de orgullo al joven conde.
Terminado el verano sin noticias de los normandos, el rey Harold I se vio obligado a licenciar las tropas; la amenaza parecía parada y la presión para que el rey liberase a los hombres hicieron que éste desistiese de mantenerlos movilizados. Aun así, el rey mantenía la alerta al máximo y todo el reino estaba pendiente de lo que podría llegar a pasar en las siguientes fechas.
A principios de septiembre, llegaron los primeros rumores: Tostig y los noruegos volvían al ataque. Se avisaron innumerables barcos y se dio cuenta a Morcar Hwicce quien en un principio pensó que volvía a ser una simple campaña de pillaje y saqueo. Movilizó unos pocos hombres, se puso el mismo al mando y al ver lo que se le venía encima, no tuvo otra que dar media vuelta y regresar a York. Morcar vio que aquello no era una expedición de asalto y retirada, sino una invasión en toda regla. Dio cuenta de ello a su hermano y también al rey, solicitando su ayuda inmediata. Harold, que seguía intranquilo en Londres con los movimientos normandos, creyó que Morcar exageraba y, en un principio, dio largas a su duque y cuñado, de tal manera que los hermanos Hwicce tuvieron que intentar parar a los noruegos ellos mismos. Reunieron un ejército al mando de Godwin de Lancaster y se lanzaron a la búsqueda del enemigo. Al hallarlo, cerca del río Ouse, en tierras del condado de York, tuvieron que hacer lo que Morcar ya hizo pocos días antes: dar media vuelta y rehuir el combate pues las fuerzas enemigas volvían a ser muy superiores. El rey noruego Harald Haardrada (el Despiadado), que era quien comandaba la fuerza noruega junto a Tostig Godwindson, acababa de recibir a las últimas unidades en la invasión de la isla, por lo que su ejército sumaba casi diez mil hombres, tres veces más del que los duques del norte habían conseguido movilizar.
Morcar, señor de aquellas tierras, marchó con sus hombres a York, mientras que el resto de las fuerzas, tanto de los ducados de Morcar (Northumberland y York) como de los de su hermano Eadwin (Lancaster), fueron hacia el sur solicitando la ayuda del rey. Ahora sí, la invasión pasaba de amenaza a realidad.
El rey volvió a empezar con sus habituales reservas. Las noticias que llegaban de Normandía eran cada vez más preocupantes. ¿Cómo podría Eadwin convencer a su rey para que se movilizara y enviara refuerzos al norte, a sus tierras? Usó la baza más apropiada para el caso: Tostig. En los reiterados mensajes que mandó después de que Harold I comenzase pidiendo tiempo para decidir, mostró a la fuerza invasora más como del antiguo duque Tostig, su hermano, que del rey noruego Harald Haardrada. Eadwin y Morcar sabían bien que pinchar al rey con su hermano era el modo de hacer que éste actuase. En realidad, no es que Harold Godwinson odiase a su hermano, el problema era que sabía muy bien que Tostig era su talón de Aquiles. Cuando fue coronado rey, la herencia que dejaba Eduardo el Confesor sobre sus hombros era ciertamente pesada; las amenazas exteriores sobre los sajones eran muchas y le habían elegido a él, a Harold, para que sofrenase a los extranjeros que querían apoderarse del reino. Y el nuevo rey, en lugar de aportar soluciones definitivas, lo que hacía era añadir un problema más a los que tenía el reino: la ambición de su hermano que ya había costado dos pequeñas guerras. Al haberlo desposeído de sus títulos en el norte y entregárselos a los Hwicce, con cuya hermana se casaría a los pocos meses, despertó también la envidia de algunas casas importantes del reino. En definitiva, la posición de Harold era muy complicada tanto interna como externamente y sentía sobre sus hombros que, de todas las responsabilidades, el acabar con la amenaza que suponía su hermano Tostig era la que tenía más importancia.
Mientras Harold y los Hwicce negociaban, el propio Harold también intentó negociar con su hermano, ofreciéndole todo el poder en el norte del reino. El rey seguía temiendo que los normandos atacaran de un momento a otro y estaba dispuesto a devolver a su hermano el estatus que tenía, traicionado así a sus cuñados, a los mismos que él encumbró pocos años atrás en contra, curiosamente, de Tostig, a quien ahora estaba dispuesto a restituir. Tostig no aceptó; no podía hacerlo porque había involucrado de tal manera al rey Harald Haardrada que sólo la conquista del trono inglés podía satisfacer a su aliado.
La lucha no podía esquivarse de ningún modo, así que ante la evidente amenaza y después de haber corroborado que los Hwicce no mentían, Harold I movilizó a las tropas de todo el reino y las puso de camino al condado de Leicester, donde debían encontrarse con las de los duques del norte que intentaron, pocos días antes y sin llegar a enfrentarse al enemigo, parar a los noruegos.
Última edición por AlGharib el 28 Feb 2012, 21:54, editado 1 vez en total.

"Narcissa cogió el libro y leyó para sus adentros, sobre extrañas gentes en un mundo extraño donde las cosas sucedían como debían suceder".
Sartoris - William Faulkner
Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
¡¡ Excelente y estimulante relato, vecino !!. 

Mentitas est iniquitas sibi. (La iniquidad se engañó a si misma).
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Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
Wow!!
Me encanta esta parte de la gistoria de Inglaterra.

Me encanta esta parte de la gistoria de Inglaterra.

-Los pilotos de caza hacen películas.
-Los de ataque hacen historia!

-Los de ataque hacen historia!

Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
REPARTO DE TITULOS
Eadric Aelfricson no participó directamente en la recepción al rey. Sí, estuvo en la sala del castillo de Nottingham donde los principales nobles del norte recibieron a los del sur para marchar hacia York y atacar a los noruegos; y sí, pudo departir un poco con ellos. De hecho, si Eadric fuese alguien sociable y con buenas maneras podría haber aprovechado la ocasión para enterare de muchas cosas y no tener, ahora, que andar detrás de su señor Eadwin para enterarse de las últimas novedades.
El duque de Lancaster no estaba de buen humor aquel día; las tropas ya se habían puesto en marcha y ellos dos eran casi los únicos que quedaban en la ciudad. Eanhere, gobernador de la ciudad había solicitado la presencia de su señor para hablar del reciente reparto de condados que éste había realizado y que le dejaban como vasallo de otro hombre, cosa que el bueno de Eanhere no deseaba.
-El rey por fin ha sido sensato -instruyó el duque Eadwin a sus dos interlocutores-. Antes de venir aquí, cedió a su hijo mayor varias de las posesiones que tenía. Aplaudo, todos aplaudimos, su decisión porque el poder que tenía era excesivo y nadie veía bien que acaparase tanto, más en los tiempos que corren...
-Y vos, señor, le habéis imitado -Eanhere le miraba con gesto serio.
-Godwin de Lancaster es el mejor guerrero del reino, además sabe administrar bien las tierras. Salís ganando, mi apreciado Eanhere.
-¡Veremos! -exclamó el de Nottingham.
Con la llegada del rey se supo que éste había concedido a su hijo mayor, Godwin Haroldson, los condados de Wildshire, Oxford y Cornualles, lo que había sido visto por toda la nobleza como un gesto de buena voluntad hacia ellos. Al tiempo que lo anunció, el duque de Lancaster, Eadwin, también decidió hacer algo parecido, y otorgó parte de sus extensas propiedades a Godwin de Lancaster, disminuyendo así el tamaño de su heredad con la concesión a aquél de los condados de Gloucester y de Leicester. Muchos creían que dichos condados iban a recaer sobre Eastmont, su único hijo y heredero, incluso algunos pronosticaban que las últimas hazañas de combate de Eadric el Salvaje harían que fuese recompensado con algún ducado. Eadwin Hwicce sorprendió a muchos con su decisión pese a que Godwin era, indudablemente, un hombre muy capaz, y esto era, para muchos, el principal motivo de sorpresa pues desconfiaban de que un noble se desprendiese de tierras para dárselas a alguien tan bien considerado como Godwin.
Eadric Aelfricson no participó directamente en la recepción al rey. Sí, estuvo en la sala del castillo de Nottingham donde los principales nobles del norte recibieron a los del sur para marchar hacia York y atacar a los noruegos; y sí, pudo departir un poco con ellos. De hecho, si Eadric fuese alguien sociable y con buenas maneras podría haber aprovechado la ocasión para enterare de muchas cosas y no tener, ahora, que andar detrás de su señor Eadwin para enterarse de las últimas novedades.
El duque de Lancaster no estaba de buen humor aquel día; las tropas ya se habían puesto en marcha y ellos dos eran casi los únicos que quedaban en la ciudad. Eanhere, gobernador de la ciudad había solicitado la presencia de su señor para hablar del reciente reparto de condados que éste había realizado y que le dejaban como vasallo de otro hombre, cosa que el bueno de Eanhere no deseaba.
-El rey por fin ha sido sensato -instruyó el duque Eadwin a sus dos interlocutores-. Antes de venir aquí, cedió a su hijo mayor varias de las posesiones que tenía. Aplaudo, todos aplaudimos, su decisión porque el poder que tenía era excesivo y nadie veía bien que acaparase tanto, más en los tiempos que corren...
-Y vos, señor, le habéis imitado -Eanhere le miraba con gesto serio.
-Godwin de Lancaster es el mejor guerrero del reino, además sabe administrar bien las tierras. Salís ganando, mi apreciado Eanhere.
-¡Veremos! -exclamó el de Nottingham.
Con la llegada del rey se supo que éste había concedido a su hijo mayor, Godwin Haroldson, los condados de Wildshire, Oxford y Cornualles, lo que había sido visto por toda la nobleza como un gesto de buena voluntad hacia ellos. Al tiempo que lo anunció, el duque de Lancaster, Eadwin, también decidió hacer algo parecido, y otorgó parte de sus extensas propiedades a Godwin de Lancaster, disminuyendo así el tamaño de su heredad con la concesión a aquél de los condados de Gloucester y de Leicester. Muchos creían que dichos condados iban a recaer sobre Eastmont, su único hijo y heredero, incluso algunos pronosticaban que las últimas hazañas de combate de Eadric el Salvaje harían que fuese recompensado con algún ducado. Eadwin Hwicce sorprendió a muchos con su decisión pese a que Godwin era, indudablemente, un hombre muy capaz, y esto era, para muchos, el principal motivo de sorpresa pues desconfiaban de que un noble se desprendiese de tierras para dárselas a alguien tan bien considerado como Godwin.

"Narcissa cogió el libro y leyó para sus adentros, sobre extrañas gentes en un mundo extraño donde las cosas sucedían como debían suceder".
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Re: [AAR - Crusader Kings II] REX ANGLORUM / REX SAXORUM
Bueno, la partida ya ha sido lanzada. Al final no he aplicado ningún mod porque, primero, era un lío ya que cambian todos los días y en ocasiones algunas cosas se desajustan demasiado; y segundo, porque con el mod BGA casi siempre los sajones mantenían la corona. No es que prefiera una cosa u otra, sino que veo más sensato que haya más opciones de que ganen los normandos la guerra que otra cosa y con el mod eso no pasaba.
Von Voit: Se hace lo que se puede, sobre todo estando resfriado... Pero o lanzaba la partida ya o me volvía majareta; llevo demasiados días haciendo pruebas y pruebas, sin jugar y eso no es divertido.
Stratos: Supongo que lo conocerás, pero bueno: "La formación de Inglaterra" de Isaac Asimov es una auténtica maravilla si te gusta la historia de ese país en aquella época
.
Von Voit: Se hace lo que se puede, sobre todo estando resfriado... Pero o lanzaba la partida ya o me volvía majareta; llevo demasiados días haciendo pruebas y pruebas, sin jugar y eso no es divertido.
Stratos: Supongo que lo conocerás, pero bueno: "La formación de Inglaterra" de Isaac Asimov es una auténtica maravilla si te gusta la historia de ese país en aquella época


"Narcissa cogió el libro y leyó para sus adentros, sobre extrañas gentes en un mundo extraño donde las cosas sucedían como debían suceder".
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