SAJONES EN APUROS
Durante la batalla contra los noruegos en el condado de Essex, diversas huestes sajonas fueron levantadas en el sur del reino. A los más de mil quinientos hombres que allí formaron, se iban a unir unos pocos cientos más hasta completar un ejército unificado que bordearía los dos mil hombres. Las pretensiones del rey Harold eran que tras la refriega con los noruegos, ir poco a poco reforzando ese ejército hasta intentar hacerlo crecer lo suficiente como para hacer frente a los normandos.
Los sajones vencieron a los noruegos en lo que se conocería como la batalla de Colchester. Allí la noticia más destacada, aparte de la propia victoria, claro está, fue la herida que sufrió el hermano del rey Leofwine Godwindson, conde de Kent, Surrey y Sussex que lo incapacitaría pues a partir de ese momento quedó en estado comatoso en una cama y nadie sabría si se despertaría algún día. El ejército le dedicó la victoria; comandado por su también hermano Gyrth, duque de Norfolk. Al retirarse las escasas tropas noruegas que sobrevivieron, gritaron al unísono "¡Por Leofwine!", circunstancia que agradó sobremanera a la familia rel, a los Godwindson.
Unos días antes de que esto sucediera, mientras los hombres peleaban y se veía como la victoria iba a caer del lado sajón, se produjo un hecho que fue muy comentado en todo el reino. El duque de Lancaster, Estmond Hwicce, cuñado del rey, pidió la mano de la hija de su señor, Gytha Godwindson. No, no era su prima (la esposa del rey era su tía Aeldgyth Hwicce), , sino el fruto de un matrimonio anterior del rey con otra Aedgyth, esta de la casa Gaunt. El hecho importante es que el rey no accedió a la petición, alegando que ya la joven había sido prometida en esposales con un noble extranjero, Amédée de Savoya.
No gustó el rechazo, ni a Eadwin Hwicce, por supuesto, ni a muchos otros nobles pues en la delicada situación del reino no era el mejor momento para que un rey anduviese sin satisfacer deseos de sus súbditos que realmente sí estaban en sus manos. El único que se alegró del enlace abortado fue Morcar, tío del duque que, mientras éste no tuviera descendencia, era su heredero. Hubo rumores de que fue el propio Morcar quien insistió al rey para que negase dicho matrimonio, aunque no se pudieron demostrar.
Andaba campamento sajón algo revuelto por la petición no atendida del duque de Lancaster, aunque pronto todo ello quedó en un segundo plano. De nuevo el poderosísimo ejército normando era visto acercándose a sus posiciones y los exploradores vieron claro que no había modo de huir. Tal y como aconteció en la anterior batalla contra el duque William, la primera disposición fue sacar el mando a un miembro de la familia real y otorgárselo a Eadmund de Harlepool, para que en caso de la más que probable derrota, los riesgos y la mala fama del líder del ejército recayeran sobre un noble menor. Otro punto en contra del comportamiento de la monarquía sajona...
La batalla tuvo poca historia y fue más rápida que la anterior. La derrota tan clara como humillante: ni un sólo hombre del ejército sobrevivió y los líderes pudieron escapar todos ellos (al menos los principales) por los pelos. Del condado de Shrewsbury y Hartlepool, los gobernadores de las principales pudieron escapar de la escabechina. Ahora el ejército sajón se limitaba a unas pocas tropas sitas en los condados del suroeste y la guerra contra los normandos, se podía dar por perdida.
Si os fijáis, lo que digo sobre los mandos no es "añadido floral", por llamarlo de alguna manera. En las batallas contra los noruegos, en las que el ejército sajón suele ser ampliamente superior, siempre era Gyrth Godwindson, duque de Norfolk y hermano del rey, quien comandaba las tropas. Mientras, en las dos batallas contra los normandos, siempre en inferioridad, los sajones eran comandados por Eadric Wilde, mi personaje, un vulgar conde, y Eastmond de Hartlepool, un Isla Mayor, el gobernador de una ciudad.
Huelga decir que eso es una decisión de la IA, una curiosa decisión...