Rápidamente las tropas romanas se sitúan en posiciones defensivas. Los velites en primera linea y los hastati y los princeps detrás de éstos, esperando el momento del cuerpo a cuerpo.
Los ligures, que no tienen otro entretenimiento en sus pueblos que tocarle las narices a las tropas romanas, se lanzan rapidamente al ataque con más ganas que concierto.
la caballería romana se mantiene a la expectativa, mientras la infantería se prepara para repeler el ataque de las primeras unidades ligures.